Denuncia pública del ombudsman de Nayarit
Se desentiende Jalisco de los huicholes refugiados
Expulsaron católicos de Mexquitic a 80 indígenas protestantes
Ampliar la imagen Reuni�e autoridades tradicionales de Ocota de la Sierra con ind�nas desplazados y visitadores de la Comisi�statal de Derechos Humanos (CEDH) de Nayarit FOTO CEDH de Nayarit Foto: CEDH de Nayarit
Tepic, Nay., 25 de agosto. Uno de los principales problemas para encontrar solución al desplazamiento de indígenas de Jalisco, que se trasladaron a esta capital luego de que la semana pasada se les amenazó con ser quemados o atacados por no profesar la religión católica, es que el gobierno de aquella entidad "se ha destacado por ser insensible a esos problemas", afirmó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Nayarit (CDHN), Oscar Herrera López.
Comentó que "hubo el compromiso de las autoridades jaliscienses para dar seguridad" al grupo expulsado, "y resulta que la policía judicial solamente fue un día".
Entrevistado luego de reunirse con huicholes refugiados en el templo de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de esta ciudad -donde ya hay unos 80 desplazados que desde el pasado 16 de agosto han llegado del municipio de Mexquitic, Jalisco-, Herrera López recordó que el visitador de Asuntos Indígenas y Grupos Vulnerables de la CDHN, José Luis Guevara Virgen, acudió el 18 de agosto al poblado Ocota de la Sierra (en Mexquitic) para buscar una solución junto con el subdirector de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Rubén García Sotelo; un representante de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Jalisco, y un delegado de la vecina entidad.
"Desafortunadamente, en este acercamiento no hubo acuerdos, ya que las autoridades tradicionales de aquella región insisten en que tener otra religión se contrapone a sus usos y costumbres", expresó. Ante la situación, se programaron nuevas reuniones para los días 2, 3 y 4 de septiembre.
Agregó que durante la visita a Mexquitic se constató que "en los poblados de Acatita, Agua Fría, Los Pinos, Roblito, La Cinta, Bola Negra y Picachito ya no hay indígenas que profesen las religiones apostólica, adventista y evangélica, ya que todos fueron desplazados".
El titular de la CDHN destacó que el problema es muy difícil. "La palabra suena muy fuerte, pero son refugiados. Nosotros desde julio tratamos de evitar que el asunto llegara a mayores, ya que a quienes profesan una religión diferente a la católica les habían puesto un ultimátum para abandonar sus tierras. Por eso buscamos que tuvieran condiciones que el gobierno de Jalisco no les ha dado, y esto hay que decirlo.
"Se comprometió a darles seguridad, y resulta que la policía judicial de Jalisco solamente fue un día. Si no se tiene esa garantía y ese derecho humano a la seguridad pública, es obvio que estos conflictos derivan en violencia", expresó el ombudsman nayarita, quien informó que se ha buscado involucrar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a la Secretaría de Gobernación.
Aclaró que a la CDHN no tiene facultades para enviar resoluciones o recomendaciones al gobierno jalisciense, ya que las comisiones estatales "no tienen facultades ejecutivas", sólo el argumento de la buena fe, de la legalidad y de la tolerancia de las partes involucradas. "Tenemos la esperanza de que Jalisco haga un compromiso real para que estas personas refugiadas en Nayarit puedan regresar a su casa", agregó.
Herrera López señaló que los huicholes han relatado que en sus comunidades no los dejan sembrar, no les reconocen derechos como comuneros y se dicen víctimas de "brujerías de los chamanes", lo que, aseguran, provocó enfermedades y muerte en sus familias.
También manifiestan que sí tienen interés en desarrollar labores en beneficio de la comunidad y cumplir con sus obligaciones comunales, pero por no comer tamales, no tomar tejuino (bebida de baja graduación alcohólica, hecha de maíz) ni consumir peyote han sufrido rechazo de los demás comuneros, además de que se les escatima su condición de huicholes "pues no son fieles a sus tradiciones".
"Han sufrido amenazas y pesa sobre ellos la advertencia de que debían abandonar su lugar de residencia el 20 de agosto del año en curso, so pena de atenerse a las consecuencias", afirmó.