Usted está aquí: sábado 27 de agosto de 2005 Política Urge De la Fuente a que el Estado invierta ya en el agro

El sector, atrapado entre altos costos y bajos precios, afirma

Urge De la Fuente a que el Estado invierta ya en el agro

Necesario, reducir asimetrías con productores de EU, señala

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen El presidente del Grupo Maseca, Roberto Gonz�z Barrera, el presidente de la Confederaci�acional Campesina, Heladio Ram�z L�, y el rector de la UNAM, Juan Ram�e la Fuente, en la Casa del Agrarista FOTO Francisco Olvera Foto: Francisco Olvera

El progreso del país no será posible mientras persistan los problemas técnicos, sociales, económicos y políticos que mantienen al campo atrapado entre los altos costos de los insumos y los bajos precios de sus productos, advirtió Juan Ramón de la Fuente, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien dijo que la política del sector ha sido equivocada, por no haber previsto las consecuencias que traería la apertura comercial.

Urgió a que el Estado se decida ya a aumentar la inversión en el campo mexicano, a fin de reducir las asimetrías con los agricultores de otros países, principalmente de Estados Unidos, donde los agricultores producen ocho toneladas de maíz por hectárea y reciben un subsidio anual de 21 mil dólares, mientras en México la producción es de dos toneladas del grano por hectárea, pero el apoyo del gobierno asciende a 700 dólares por año.

En estas condiciones, señaló el rector, no hay manera de exigir a los campesinos que sean competitivos. Se les tienen que dar condiciones similares a los agricultores de otras naciones, apuntó.

Al participar en la sesión inaugural del Congreso Nacional 2005 El campo rumbo al 2008, la lucha que viene, organizado por la Confederación Nacional Campesina, De la Fuente señaló que "no debemos estar en contra de la globalización", pero sí hay que generar condiciones equivalentes y entonces "no nos cabe la menor duda de que la productividad y la competitividad del campo mexicano estarán a la altura de cualquier otro".

Hasta ahora, señaló ante los cientos de cenecistas reunidos en la Casa del Agrarista, la política agrícola del país se ha quedado en la retórica, en el discurso hueco que no resuelve. "Hay que cambiarla por una verdadera política de desarrollo rural con características regionales y locales, como corresponde a la realidad del campo mexicano."

El inconveniente, admitió enseguida, es que este es un problema ideológico complejo, con múltiples matices que sólo podrán combatirse con ideas, análisis y propuestas, debates de altura e información veraz. Es también una incertidumbre operativa que debe resolverse en etapas y la democracia abre esa posibilidad, apuntó.

Invitado especial al congreso cenecista, el rector de la UNAM resaltó la importancia que tiene la educación en la solución de los conflictos que plantea el agro. La educación, dijo, es el mejor y mayor capital del que se dispone para destrabar los rezagos y encarar exitosamente los desafíos que implica el proceso para 2008, año en el que concluirá la apertura comercial, con la eliminación de aranceles en la importación de productos agrícolas.

En su intervención, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos y las matracas de campesinos que llegaron de diferentes estados de la República, De la Fuente también mencionó que la UNAM comparte con ellos la preocupación por la viabilidad productiva, la seguridad alimentaria, la seguridad rural sustentable a las que se les ve "como verdaderas prioridades de la agenda nacional". De manera fundamental destaca el tema de la competencia económica, el cual está ligado al comercio internacional, agregó.

Ya en este ámbito, el ex secretario de Salud planteó que en el marco de la apertura comercial, México debió contar con una estrategia específica en la que se busque mejorar el sistema de producción y abatir costos. Sin embargo, en los años de operación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte la balanza comercial agroalimentaria ha sido deficitaria para el país y eso es algo que debe resolverse.

Aunque parte de la problemática tiene que ver con la eliminación de aranceles producto de la globalización, también es cierto que en estos años, por decisiones de política interna, desaparecieron los programas oficiales de asistencia y fomento.

De ahí que según el rector es indispensable encontrar un equilibrio entre las posturas que apoyan a ultranza el libre comercio y aquellas que le atribuyen al mismo todos los problemas por los que atraviesa el campo mexicano.

 
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