Música, imperialismo y transculturización
En las catedrales mexicanas duerme una música profunda que despierta lentamente merced al trabajo denodado de musicólogos expertos que escudriñan las entrañas de esos cetáceos coloniales de piedra para catalogar, transcribir, ordenar y difundir la música novohispana que allí habita desde hace siglos.
Uno de los frutos recientes de tal rescate cultural lo constituye el disco titulado Gaspar Fernandes. Cancionero musical de la Cathédrale d´Oaxaca (Mexique) ejecutado por el conjunto especializado Ars Longa de La Habana, grabación que, caprichos de la aldea globalizada, nos llega desde Francia bajo el sello K617, del cual reseñamos aquí la semana pasada discos con música de Mozart y distribuido por Harmonia Mundi.
El material de este disco proviene del trabajo que realizó el musicólogo peruano, que reside en México, Aurelio Tello con el Cancionero musical de Gaspar Fernandes y con el cual obtuvo el Premio de Musicología Casa de las Américas en 1999, publicado por esa institución cubana en 2001.
El cancionero referido de Gaspar Fernandes (Portugal, circa 1565-70 -México, 1629) es el códice considerado como el más antiguo compendio de villancicos y chanzonetas del Nuevo Mundo hispano, representativo del repertorio polifónico renacentista que fuera interpretado en América entre finales del siglo XVII y las primeras décadas de la siguiente centuria, según documenta en las notas al programa de este disco la especialista Miriam Escudero.
Se trata de música transcultural que tiene, empero, un origen espurio: la intención imperial de "evangelizar" a los conquistados, que no fue otra cosa que despojar de valores a personas para imponerles creencias ajenas. El valor cultural de estas mixturas constituye una parte fundamental de la identidad latinoamericana y es el valor y la exquisitez de este disco.