Entrevista a ELBA ESTHER GORDILLO MORALES, SECRETARIA GENERAL DEL PRI
Sí, estoy amenazada de muerte por Roberto Madrazo
Me mandó decir que estaba con él o desaparecía, asegura
Ampliar la imagen Elba Esther Gordillo Morales, secretaria general del PRI, asegura en entrevista con La Jornada que Madrazo la sedujo pol�camente, "porque es amable, encantador", pero "en realidad no lo conoc� FOTO Jos�u� Foto: Jos�u�
Ampliar la imagen Fue Madrazo quien le dijo al Presidente que saldr� las reformas estructurales y que yo ser�garante de ello, asegura la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaci�OTOS Jos�u� Foto: S Jos�u�
Hizo un "testamento político" en el que documenta "quién es en realidad" el tabasqueño, el cual está en manos de un prestigiado periodista mexicano, y también hay una copia en Estados Unidos, "por si me ocurre algo"
ELENA GALLEGOS
Elba Esther Gordillo lo dice sin rodeos: Roberto Madrazo me tiene amenazada de muerte. La maestra cuenta que un amigo íntimo del precandidato del PRI a la Presidencia de la República le llevó el mensaje. Asegura que no tiene miedo, pero ya hizo lo que llama un "testamento político" en el que documenta "quién es en realidad Roberto Madrazo". Señala que ese testamento está en manos de un prestigiado periodista mexicano, y también hay una copia en Estados Unidos, "por si me ocurre algo".
La lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y todavía secretaria general del Revolucionario Institucional habla largamente con La Jornada en una plaza comercial de Bosques de las Lomas. Se le ve enojada. Con ganas de pelea. No evade ninguna pregunta, ni siquiera cuando se le dice si no teme acabar como su mentor Carlos Jonguitud Barrios: "todavía lo recuerdo con cariño, porque me enseñó lo bueno y lo malo, pero no admito que me comparen con él".
Es insistente cuando comenta que no sabía quién era Roberto Madrazo, aunque nadie se lo crea. Hasta Carlos Monsiváis, "que no es un hombre que me tenga toda su confianza", le advirtió sobre los modos del personaje, "pero no quise ver la realidad. Me sedujo políticamente".
-¿Por qué la alianza con Madrazo? ¿Qué esperaba?
-Cambiar al PRI; siempre soñé con ser la presidenta del partido y yo no conocía a Madrazo, nadie quiere creérmelo, pero es real. Un día me dijo: "si usted hubiera sido la candidata al Distrito Federal con nosotros a lo mejor gana", y uno a veces es medio vanidosa, o muy vanidosa; me dio gusto que me lo comentara.
"Quería formar parte del gabinete de Fox"
"Un día comí con Madrazo en el Churchill y ahí me plantearon la posibilidad de la alianza. El como presidente y yo como secretaria general. No acepté porque públicamente había dicho que nunca sería segunda de nadie. Quiero ser muy honesta en esto. En realidad le externé a Madrazo que a mí lo que me gustaría era formar parte del gabinete de Fox para ayudar a que la agenda social avanzara, pero como priísta".
-¿Tenía la propuesta del presidente Fox?
-No, lo que tenía era el sueño, el anhelo de que se convocara a todos los partidos políticos a conformar el gabinete. Tengo una amistad real, personal con el Presidente. Que no comparta el proyecto político con él, es otra cosa.
"Pensé unos días la propuesta de Roberto de acompañarlo en la fórmula para buscar la dirigencia del PRI y acepté porque el compromiso era poner el partido a tiempo con el reloj, hacerlo tolerante, incluyente, partiendo de que todos éramos corresponsables de la derrota de 2000 y que debíamos buscar regresar a la Presidencia de la República en 2006.
"El PRI se había convertido en una agencia de colocaciones y había dejado de tener vínculo con la sociedad. Le dije entonces a Roberto que mi sueño era cambiar al tricolor. El compromiso fue también que después me iría a la Cámara de Diputados como coordinadora del grupo para sacar las reformas estructurales de acuerdo con los principios del PRI. Ahora reconozco que me equivoqué".
-Parece increíble que diga que no lo conocía. En el discurso en que anunció que no iría al Consejo Político hay el desencanto de alguien que fue seducido.
-Políticamente sí, sí. Madrazo es encantador, amable, cordial, te da las horas que quieras para hablar, te abraza, te apapacha, te dice que todo está muy bien, te da la razón, y te volteas y es otro rostro. Yo conocí a un Madrazo diferente al que empezó a actuar desde el momento que ganamos.
-¿En qué se dio cuenta?
-Cuando se nombró el Comité Ejecutivo Nacional no convocamos a los gobernadores ni a nadie para discutir cómo podíamos lograr la inclusión. El nombró a todo el comité.
-¿Y usted qué le dijo?
-Nada. Comenzaron las discusiones fuertes porque yo nunca había sido segunda, y tenía que aprender. Acepté para no generar el conflicto y dividir.
-¿La dejaron ejercer como secretaria general?
-Roberto anuló facultades que tenía la secretaría general. Nunca me dejaron ejercer. La crisis llega y le digo, "mira, estás lastimando mi corazón", pero no un corazón enamorado del hombre, no tiene las características para que yo me enamore de él, sino un corazón de correligionarios, de amigos, de aliados.
-¿Veía usted entonces a Madrazo como presidente de la República?
-Sí, en ese momento sí, para qué miento.
-¿Qué virtudes le encontraba?
-Tiene una gran capacidad de seducción, no te rebate las ideas. Cuando llegamos a la dirigencia sostuve que había que pedir disculpas a la sociedad, y en eso aparece el publicista (Carlos) Alazraki y me doy cuenta de que van a salir con un discurso viejo, caduco, de confrontación. Decido no meterme. J.J., un personaje venezolano, es quien hasta la fecha diseña la estrategia política de Roberto. Comienzo a sentirme avergonzada de lo que hice en la interna.
-¿De qué exactamente?
-Jugué un papel que no debí haber desempeñado para defender la fórmula. Utilicé términos que no eran los apropiados. Por eso busqué a la señora Beatriz Paredes -quien contendió contra Madrazo- y le ofrecí disculpas.
"Hay que aclarar que antes de que armáramos la fórmula con Madrazo le pregunté a Beatriz, en la casa del gobernador del estado de México, Arturo Montiel, si iba a participar. Me contestó que no, y al otro día ahí estaba. Ella puede decir si miento o no. Eso me incomodó. Yo vi la oportunidad de realizar mi sueño de ser presidenta del PRI.
"Incluso, para la campaña interna -se efectuó a principios de 2002- vendí el patrimonio de mis hijas. Una casa, porque yo no tengo negocios, lo único que he hecho es comprar casas. Y la vendí cuando Roberto me dijo que no tenía efectivo. Me prometió que después me la pagaría. Ahora desconoce el compromiso.
"Apenas ganamos empezaron los problemas entre Madrazo y yo. No me contestaba ni el teléfono. Fui a buscarlo a su casa y con los ojos llenos de lágrimas le dije 'No quiero la guerra. No me obligues a una confrontación'. El me dijo que no pasaba nada, pero ni auto me asignaron en el partido. No tuve posibilidad ni de opinar".
-Pero teniendo tantas señales, ¿por qué no rectificó?
-¿Qué hice? Poner sana distancia. Empecé a deslindarme de sus decisiones. Los que mandaban eran César Augusto Santiago, José Murat y Ulises Ruiz. ¡Mira, cuando usas a tus hijos para el trabajo sucio, pues ya no te mereces nada!
-¿A qué se refiere?
-Federico Madrazo encabezaba a los muchachos que fueron a pintar las leyendas y amenazas en mi casa.
-¿Está amenazada?
-Sí, estoy amenazada de muerte. Un mensajero, muy amigo de él, me dijo de su parte que, o por las buenas o por otro camino, yo tenía que estar con Roberto o desaparecía. No miento.
-¿Por eso dice que elaboró ya un testamento político?
-Sí, así es. Lo tiene un notable periodista en México, y también hay una copia en Estados Unidos. Tengo pruebas.
-¿Tiene miedo?
-No. A lo mejor hoy no me creen. ¡No importa!, pero mis compañeros priístas deben saber que sí se puede ser libre en el PRI. Hubo un tiempo en el que casi me domesticaron, pero me di cuenta de que hay que defender los ideales.
"Juro por mis hijos, mis nietos, que yo no avisé al presidente Vicente Fox que iba a ser coordinadora de los diputados; quien fue a decirle que podía estar tranquilo, que las reformas saldrían y que yo sería la garante fue Roberto Madrazo Pintado. Le reclamé. Le dije que no tenía derecho a hacer eso, y al Presidente, en su momento, también le comenté: 'yo no soy garante de nada'."
-¿En qué consiste su testamento?
-Tengo pruebas de quién es y cómo es Roberto Madrazo. Todo. La segunda cosa gravísima que me hizo fue lo de la coordinación del grupo parlamentario en la Cámara de Diputados. Hasta un íntimo amigo suyo me advirtió: "maestra no vaya, quédese aquí, ya le tienen armado todo". Pero fui ingenua. No estaba blindada de la mente ni del corazón.
"Ya estoy en campaña cuando salen con que van a registrar a Manlio Fabio Beltrones, de quien se pueden señalar muchas cosas, pero es institucional, así que iba con el apoyo de Roberto, cuando el acuerdo era que yo iba sola. No estoy diciendo que se lo impusiéramos a los diputados, pero había un acuerdo...
"Violentaron la ley para arrojarme. Fue también el hijo de Madrazo quien, en el restaurante de la Cámara, habló con todos y cada uno de los diputados, amenazándolos. La gente se acercó a mí para informarme, y te voy a dar nombres: Wintilo Vega -uno de los legisladores más cercanos hoy a Emilio Chuayffet, quien se quedó en lugar de Gordillo al frente del grupo parlamentario- fue uno de ellos.
"Me dijo: 'jefa, la verdad es que me ha tratado muy bien, reconozco su valentía, pero la diputación se la debo a Madrazo y me habló'".
-¿La van a procesar en el PRI?
-Sí, me van a acusar de traición. Si me expulsan es responsabilidad de ellos. Si el PRI se fractura es responsabilidad de ellos. Silenciosamente me fui después de que me echaron de la coordinación. Yo traía la amenaza de un virus. La hepatitis C. Con todo el cuidado le avisé a Madrazo que me ausentaba por motivos de salud. Dijeron que querían un comprobante. Lo van a tener.
No voy a renunciar
"Me acabo de enterar de que Mariano Palacios Alcocer -dirigente del PRI desde el miércoles pasado- dice que debo renunciar a la secretaría general. No. No lo haré. Quien debe hacerlo es él, es un presidente espurio".
-Muchos priístas se sienten traicionados por usted. Ponen como ejemplo su cercanía con Vicente Fox y Marta Sahagún.
-Yo no llegué a la dirigencia de mi sindicato porque fuera amiga del ex presidente Carlos Salinas, a quien respeto, estimo, aprecio. Manuel Camacho me llamó unos días antes para decirme que no podía meterme en el conflicto magisterial -el largo paro de 1989 en demanda de incremento salarial y democracia sindical- porque si lo hacía tendría que quitarme como delegada de la Gustavo A. Madero.
"Fue reconfortante cuando decidieron que yo fuera secretaria general en los estilos de antes, de los que no me estoy deslindando".
-¿Desde la Presidencia de Salinas?
-Cuando me llamó el presidente Salinas no lo hizo porque yo fuera su amiga, sino porque un sondeo le indicó que quien podía solucionarle el conflicto era yo. Acepté a condición de que no hubiera maltrato para el maestro Carlos Jonguitud Barrios -a quien Elba Esther debe su carrera-, y mira cómo terminó. ¡Dios Santo, qué horror!
-¿No le da miedo terminar igual?
-Yo no voy a terminar así. Me voy a ir a tiempo. Yo creo en la autoridad moral, no en el poder burocrático.
-Tiene muchos años a la cabeza del sindicato, se le señala como la cacique, ¿está repitiendo la historia de Jonguitud?
-Yo entro al SNTE por la puerta de atrás. Como acabo de contarte, eran los estilos. Me enfrento a un problema de Estado de alta magnitud. Logramos resolverlo y diferentes circunstancias obligan a que amplíe mi mandato. ¿Qué ya no recuerdan la descentralización y que el gobierno estaba dispuesto a pulverizar al SNTE? Yo me quedé a defenderlo.
-¿Rechaza que la comparen con Jonguitud?
-Total, absolutamente. Si el maestro estuviera ahorita en mi lugar quién sabe que le hubiera aceptado al PRI. Yo no. Tampoco compartí su manera de hacer. Ese es el ayer. Estos son otros tiempos, y para mí es muy importante demostrar en mi partido que soy ciudadana y priísta, no borrego.
Madrazo supo de Nueva Alianza
-La acusación de traición se refuerza con su apoyo al Partido Nueva Alianza.
-Le avisé a Roberto Madrazo. Le pregunté que si nos afectaba. Me dijo que no, que adelante.
-¿El partido tiene apoyo económico del SNTE?
-Nace con cierto apoyo, el mismo que se da a otros partidos.
-¿Usted no lo consideró un acto de traición al PRI?
-No, porque lo avisé. En cada estado que se ha ganado los maestros priístas hemos sido un ejército metiéndole todos los kilos, y yo pediría que el gobernador de Puebla diga si no lo ayudamos con todo. Si me dicen que en Tijuana no colaboré, es cierto. Yo no estaba con el señor Hank, pero eso no es un delito.
-¿Apoyó al candidato del PAN en Veracruz, Gerardo Buganza?
-No, no, no. Que hable Fidel Herrera, que sea hombrecito.
-¿Y a Gabino Cué, en Oaxaca?
-A él lo apoyó un grupo de maestros. Yo ni metí las manos. Cómo voy a apoyar a Gabino en Oaxaca si es la CNTE. Esa denuncia la hizo el gobernador Ulises Ruiz, y todos sabemos que es el incondicional de Madrazo...
-¿Cómo ayudan a los candidatos por medio del Comité Nacional de Acción Política del SNTE?
-Ahí están representados maestros que militan en los distintos partidos. Si, por ejemplo, Acción Nacional tiene dos candidatos a diputados, apoyamos al compañero maestro, no al partido, con dos condiciones: la defensa de la educación laica, pública, gratuita y popular y que no se atente contra la integridad del SNTE. El compañero (Miguel Alonso) Raya, diputado del PRD, tiene todo el apoyo que requiera y necesite. Sólo en un partido excluyente te pueden acusar de traición por eso.
-Felipe Calderón asegura que usted está apoyando a Santiago Creel.
-Ya hablé con él y me aseguró que lo malinterpretaron. Es probable que algunos maestros panistas se hayan acercado al ex secretario de Gobernación. Calderón no ha platicado con los profesores. No les ha pedido su apoyo. Le dije que de todos modos no hay problema, que podemos citar a los maestros para que hable con ellos.
-¿Y esas guías confesionales para padres de familia que hizo con Vamos México?
-Es mentira que sean confesionales. Se estaban elaborando desde la administración de Zedillo y con Fox se mejoraron. Por qué no entienden que hacerlo con Marta era compartir el gasto, y no es un delito que sea mi amiga. Además, mi relación con Fox ha ayudado al PRI.
-¿Por qué?
-Porque lo que he hecho es resolver asuntos que le tocaría a Madrazo aclarar. El día que quiera puedo decirle en su cara que fue él, no yo, quien se comprometió con Fox a sacar las reformas.
-Su gente, como Yunes, Tomás Ruiz y Benjamín González Roaro trabaja para Fox. ¿Ustedes elaboraron el proyecto de reforma fiscal en reuniones que se efectuaron en casa del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, como se ha dicho?
-Asistí, junto con Francisco Rojas, Suárez Dávila y Tomás Ruiz, a los encuentros con el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. Lo otro lo aclararé más adelante.
-¿Usted, como priísta, no teme pasar a la historia como la figura que acabó con su partido?
-No. No. Si el PRI no toma conciencia de que debe estar al servicio del país y no de sus intereses de grupo, está condenado a desaparecer. Estoy consciente de que me pueden pasar muchas cosas. Sí, me preocupa. Estoy muy triste, muy decepcionada, porque les guste o no, somos la generación que perdió la Presidencia.
Pero regresa, con recurrencia, a los engaños de Madrazo: "palabra de honor que fue tres veces a San Diego a pedir que presidiera el PRI. Acepté verlo porque intervino Benjamín González Roaro (el director del ISSSTE). Le dije a Madrazo que ya no era fácil recuperar la relación entre los dos, pero que mi corazón estaba abierto. Aprendí mucho de la enfermedad. Siempre incumplía su palabra. Un día quedó de verme en San Diego y ¿sabes a quién mandó? ¡A Murat!
"Murat me dijo que Roberto sería el candidato y que yo tenía que jalar con el equipo porque les debía cosas a ellos. Me paré en el restaurante en el que estábamos comiendo y le contesté: 'a mí no me vienes a poner condiciones. No acepto tu interlocución. Si algo quiere Madrazo que me lo pida él'.
"Me enteré luego de que en México había ya un escándalo porque me reuní con los gobernadores de Unidad Democrática -grupo que también se conoció como el Tucom-, pero yo no soy incondicional de nadie: ni de Montiel, Salinas o Fox.
"De todos modos me siento de alguna manera culpable con el presidente Fox, porque lo que olvida Roberto es que fuimos juntos y hablamos con él de nuestra fórmula en la contienda interna del PRI y le afirmamos que seríamos serios, institucionales y responsables. No estoy defendiendo a Fox, que quede claro, pero Roberto iba y le ofrecía una cosa y luego hacía lo contrario".
-¿Qué sintió cuando la abuchearon el miércoles en el Consejo Político Nacional del PRI?
-Pena, mucha pena por ellos. No tienen calidad moral. Se olvidan que fui yo quien evitó el desafuero de los dirigentes petroleros -por el asunto del financiamiento de la campaña del PRI en 2000, conocido como Pemexgate-, Carlos Romero Deschamps y el senador Ricardo Aldana.
Se quedó "solitita" cuando la echaron de la Cámara
En este punto de la charla, la maestra lamenta que cuando la echaron de la coordinación del grupo parlamentario se quedó "solitita, ni el gobierno, ni Gobernación, ni el PAN hicieron nada. Al contrario, asesoraron a Chuayffet para precipitar mi salida. Entonces, ¿cuál arreglo con el presidente Fox?
"¿Qué quiero ahora? Acabar mi presidencia al frente del sindicato y preparar mi relevo".
-¿Aguantaría una auditoría al SNTE? ¿Es cierto que vendió activos de la organización, como hoteles y centros recreativos, y los metió a un fideicomiso para manejarlos a su antojo?
-No se ha vendido nada -se molesta-, ni se ha hipotecado nada. Lo que pasa es que estamos haciendo un fondo de resistencia, porque algún día los maestros tendremos que irnos a la huelga... porque al rato nos pueden quitar el sueldo.
"Yo contesto: ¿por qué no le hacen una auditoría al PRI? ¿Dónde están los aviones? ¿Cómo están las finanzas? ¿Cómo se ha distribuido el dinero que le da el IFE? Porque para juzgar hay que tener autoridad. Espero que Arturo Montiel vaya en serio a la contienda interna, porque si no es así, él también será responsable de lo que pase en el PRI".
Antes de despedirse, Elba Es-ther dice que es otra después de la enfermedad. Que los doctores le dijeron que ya la libró. Confiesa que en estos meses de sufrimiento aprendió a valorar más a su familia, "y descubrí que me quieren a pesar de mis ausencias". Hace un guiño para comentar: "aprendí también a saber perdonar".