DESFILADERO
Nueva Orleáns: la culpa, de Bush
Es el máximo responsable de la tragedia
Espirulina: también la probó Hernán Cortés
E xijamos que George WC Bush renuncie inmediatamente a la presidencia de Estados Unidos y sea llevado a juicio y condenado a cadena perpetua por su responsabilidad inexcusable, personal y directa en la destrucción de Nueva Orleáns y en la muerte de miles de personas que allí vivían. En 2003 -reveló ayer el corresponsal de La Jornada en Nueva York- Bush canceló un programa de investigación que buscaba el modo de evitar, precisamente, que Nueva Orleáns desapareciera bajo las aguas del Mississippi debido a la furia de un fenómeno natural monstruoso como Katrina.
Salgamos de nuevo a caminar por las calles del mundo con una sola pancarta que en todas las lenguas exija: cárcel para Bush, castigo al máximo asesino de nuestro tiempo, cuyo nombre está sangrientamente asociado a la palabra muerte, así en Louisiana como en la mezquita de Bagdad, en los preparativos del ataque nuclear contra Irán y demás calamidades que vengan. Porque la negativa de WC a firmar el Protocolo de Kyoto -para impulsar medidas contra el enloquecimiento de la naturaleza, que apenas en diciembre produjo el tsunami y ahora ha borrado del mapa una de las ciudades más hermosas del planeta- es ya una amenaza visible contra el conjunto de la humanidad y ésta, aunque sea por instinto de conservación, debe derrotarla.
Hace meses otro huracán azotó el Caribe, mató a muchas personas en varias islas, pero a ninguna en Cuba, porque la organización de aquella sociedad funciona. Bajo la administración de WC, el Sur Profundo, el mítico país de Mark Twain, no sólo quedó a merced de las aguas y los vientos como si fuera un enclave tercermundista, sino que regresó a la edad de las cavernas y los grupos humanos que ahí se encuentran se están matando a tiros, ahora mismo, disputándose una galleta o un vaso de agua potable, mientras el dizque "presidente" de la nación más "poderosa" de la historia no acierta sino a farfullar incoherencias. Salgamos a las calles, detengámoslo ya.
Espirulina: peticiones y dudas
Gran entusiasmo despertó la noticia sobre la existencia de la microalga espirulina, publicada aquí el sábado anterior, como constatan las cartas que a continuación serán transcritas y leídas.
Mi nombre es Isabel Martínez. Soy de la comunidad indígena Xaltoca. Lo que leí en su columna sobre la espirulina es el sueño que quisiéramos hacer realidad en los terrenos de nuestra comunidad, antes de que sean invadidos por los fraccionadores. Nuestra tierra es propicia para ese cultivo, ya que es el lecho del antiguo lago de Xaltocan. Hace más de 50 años la espirulina se producía en nuestro suelo; comúnmente la llamábamos "cocol". La pregunta es: ¿podría comunicarnos con gente que tenga o conozca formas actuales para producirla?
Me pareció muy interesante el comentario del ciudadano Jorge R. Peón, de La Paz, BCS. En nombre de las comunidades de la Huasteca hidalguense y del valle del Mezquital, ojalá nos puedas proporcionar sus datos de localización, ya que, como él menciona, la tecnología para la producción del alga espirulina es sencilla y de bajo costo y, en estas zonas que menciono, nos sería de gran utilidad para la nutrición de las comunidades que son de alta marginalidad y pobreza. Espero que el señor Peón nos pueda proporcionar la información técnica o los manuales para la implementación de un proyecto productivo.
Biólogo Andrés Rodríguez Ponce ([email protected]).
Nos interesaría que nos proporciones el contacto de Jorge A. Peón R., de La Paz, BCS, ya que somos una ONG ambientalista del municipio de Ecatepec y presenciamos cómo fue desmantelada la alternativa de producción de la espirulina en Sosa Texcoco. Sabemos por las crónicas de la Nueva España que inclusive Hernán Cortés la probó en forma de queso. Actualmente la zona está a punto de desaparecer por la construcción de un centro comercial y un fraccionamiento habitacional; lo poco que queda, considerado antes depósito de agua, están por desecarlo; en otros países se aprovecharían esos espacios para consolidar áreas verdes y de recreación. Deseamos conocer la producción que realiza Jorge A. Peón para promover su rescate y ofrecerlo a sectores de escasos recursos como alternativas de alimentación que, junto con otras, como la hidroponia, estamos emprendiendo.
Sierra de Guadalupe, estado de México.
Señores: Yo tengo toda la información sobre la técnica de producción de espirulina y con gusto se las puedo proporcionar. En estos momentos me encuentro viajando y necesito regresar a La Paz; sin embargo, les adelanto lo siguiente. El cultivo de la espirulina no es complicado, pero sí requiere de cierta laboriosidad y sobre todo de experiencia en el manejo de microalgas. De momento requiero de ustedes más información sobre la impermeabilidad del suelo, temperaturas, acceso a electricidad, etc. Si ustedes tienen la paciencia suficiente podemos hacer esto realidad, paso a paso, sin acelerarnos, haciendo las cosas de manera lenta, pero segura.
Jorge A. Peón R. (jpeon.nmc-@gmail.com).
Cuando la gente oye hablar por primera vez de la espirulina, se sorprende y se fascina por su contenido proteico elevado. Pero nadie le dice que también contiene, como buen vegetal, un contenido elevado de celulosa que los humanos no podemos digerir. Eso la hace inaceptable a nuestro organismo. Yo trabajé años en Sosa Texcoco y no es cierto que produjera espirulina, al menos en los años 60. Se producía sosa cáustica, carbonato de sodio y bicarbonato de sodio. Lo que sí es que la espirulina era un gran estorbo porque atascaba las bombas que enviaban el agua concentrada del lago a la fábrica. Nadie puede digerir la espirulina. Una pastilla no ayuda gran cosa.
Ing. Eduardo Canudas Sandoval, Veracruz, Ver.
Señor Canudas: Su comentario sobre la espirulina en cuanto a su contenido de celulosa es cierto, pero su argumento es insustentable, pues el apio, el berro, las acelgas y las espinacas también poseen alto nivel de celulosa y sin embargo las comemos por sus vitaminas y minerales. Además, la espirulina es el único vegetal que tiene un nutriente que se encuentra también en la leche materna. Es un buen alimento, mejor que todas las verduras antes mencionadas. Respecto a que Sosa Texcoco no produjo espirulina, entonces quiere decir que las estadísticas de exportación del gobierno mexicano mienten. Y si así fue, sería una verdadera lástima, lo cual quiere decir que nuestra posición como productores de espirulina es todavía peor.
Jorge A. Peón R.
Más propuestas para el campo
La ganadería mexicana es una vergüenza nacional: tumbó la selva y los bosques de miles de años de antigüedad, asesinando la biodiversidad para sembrar zacate y tener tres o cuatro vacas por hectárea. La ganadería "enriquece" a un solo individuo, en una extensión de terreno que podría alimentar a varias familias si fuera de producción agrícola. En el estado de Veracruz, el promedio de producción de las vacas es de tres litros diarios de leche durante 200 días al año. En Argentina y California, la producción mínima es de 25 a 30 litros de leche diarios. Necesitamos un gobierno que se faje los pantalones para crear subsidios, créditos, programas de asesoría y comercialización a agricultores y ganaderos. Por eso apoyamos a Andrés Manuel. El sí podría hacer un esfuerzo honesto de rectificación para sacar del pantano a los productores de alimentos en México.
Ing. Eduardo Canudas
El campo afronta dos graves problemas: los precios y la falta de apoyos financieros. Propongo desarrollar el mercado nacional de productos agropecuarios y, con base en el mismo, implementar el seguro del precio de venta que permita al productor contratar la cobertura apropiada y garantizarse un ingreso para cubrir su inversión y obtener una utilidad. En el sexenio de López Portillo la iniciativa privada trató de darle forma a un mercado de futuros, impulsado por Banamex, pero no se obtuvo el respaldo de la autoridad federal. Creo que Andrés Manuel López Obrador podría retomar el proyecto.
José Angel Caudillo Medina, México, DF.
López Obrador debe impulsar el regreso al espíritu del artículo 27, pues los pueblos están malbaratando sus tierras para irse a trabajar a Estados Unidos, y se quedan sin tierras aquí ni derechos allá. Hay que impedir que los heraldos de las contrarreformas salinistas se cuelen al gobierno de López Obrador. Para reactivar el mercado interno de nuestros productos agrícolas propongo: crear un sistema de transporte de carga del Estado mexicano para llevar las mercancías de los campesinos a las ciudades (y) aprobar una ley para obligar a los supermercados a vender un porcentaje fijo de productos mexicanos. Y cumplir desde luego los acuerdos de San Andrés.
Fernando Gálvez de Aguinaga. San Gabriel Etla, Oaxaca.
Ser de izquierda: conclusiones
Si bien siguen llegando respuestas a la pregunta ¿qué significa ser de izquierda en nuestro tiempo?, la relaboración colectiva del concepto ha sido muy clara. La semana próxima aparecerán aquí las conclusiones.
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