El olvido
Siete legisladores de los partidos representados en el Congreso de la Unión, además del presidente Vicente Fox Quesada, tomaron la palabra por turno en la ceremonia del quinto Informe de gobierno. Críticos o apoyadores, los discursos tuvieron como rasgo común una retórica antigua, acompañada de gestos igualmente antiguos, el gran dedo índice admonitorio, por ejemplo. Le parecía a uno estar asistiendo a una repetición mímica de la misma ceremonia un siglo atrás, en 1905, digamos. Pero, en fin, pase: cada uno habla y gesticula como puede.
En este Informe prelectoral, el último antes de las elecciones nacionales del año próximo, todos los oradores hicieron un balance del sexenio y no sólo del año trascurrido desde el Informe anterior.
En tanta oratoria, sin embargo, hubo una gran ausencia: los derechos indígenas, es decir, un punto clave de la democracia en México y de los derechos de todos los mexicanos: "Nunca más un México sin nosotros".
Con la rápida excepción del representante del Partido del Trabajo, quien mencionó que "el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) sigue luchando con razón por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés", ninguno más tocó el tema.
Creo que la omisión fue sincera: en su retórica tribunicia ninguno de todos los demás, ni de derecha ni de centro ni de izquierda, se acordó de los indígenas, aunque más no fuera por no dejar.
Puedo comprender que no les guste el lenguaje, entre iracundo y burlón, con que los trata el zapatismo. Pero esto no justifica que a la hora del balance político de este menguado sexenio una especie de pacto no escrito entre caballeros los una a todos para confirmar, con su indiferencia o con su olvido, aquella votación del Senado en la cual por unanimidad hicieron a un lado la ley Cocopa, ignoraron la voz del EZLN que en 2001 se hizo escuchar en primera persona en la tribuna del Congreso de la Unión y renegaron de la existencia y de los derechos de los indígenas de México.
¿Entonces cómo quieren que uno los crea muy diferentes los unos de los otros y tome en serio sus renovadas y múltiples promesas?