Recorrido nervioso de autoridades de la terminal
No ceden las goteras en la zona remozada del AICM
El área fue presentada al Ejecutivo como concluida
Las goteras en la nave principal del ambulatorio del área nacional del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) aparecieron ayer, apenas comenzó a llover por la tarde-noche.
La zona fue presentada esta semana al presidente Vicente Fox como una de las partes terminadas de la ampliación de la terminal aérea; sin embargo, suman varias las ocasiones en las semanas recientes en que, ante la más ligera lluvia, filtraciones se hacen presentes, lo que llama la atención de los turistas y trabajadores que circulan por el área.
Incluso, el nuevo sistema de escaleras eléctricas (que conducen a los puentes que conectan el andador principal con el estacionamiento número uno nacional) se inundó anoche.
Los propios trabajadores que secaban a marchas forzadas el área comentaban que los motores presentarían fallas una vez que se pusieran en funcionamiento.
Entre los usuarios del aeropuerto internacional llamaba la atención el trabajo que desarrollaban los empleados de la empresa Ofibrill, vestidos con uniformes verdes, que con jaladores, escobas, mecheros y cubetas se apuraban a retirar del piso el agua, a fin de que los turistas no resbalaran.
Preocupación de las autoridades del AICM
Ayer se acercaron también por esa área, con preocupación evidente, algunos funcionarios y responsables de la obra de modernización y ampliación de la nave principal sur de la terminal aérea.
Su comunicación por celular y radio era permanente. Sin embargo, sólo estuvieron algunos minutos realizando trabajos de supervisión, antes de retirarse de la zona afectada.
El agua que caía del techo y se extendía varios metros por el piso llegó incluso a colarse en algunos locales comerciales del aeropuerto, entre ellos una agencia de viajes, un expendio de billetes de la Lotería Nacional, una tienda de platería y dos restaurantes.
Hasta las 21 horas de este viernes, las operaciones de aterrizaje y despegue de aeronaves no se habían interrumpido, aunque los turistas que arribaban a la terminal aérea en vuelos procedentes de los estados de la República se quejaban de que los aerocares que los recogían en terminales remotas eran tan viejos que no evitaban la filtración de agua.