Más de 80 científicos envían carta a la junta de gobierno del centro de investigación
Protesta internacional por despido injustificado de Alvarez Leefmans del Cinvestav-IPN
Los problemas en el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN) alcanzaron ya nivel internacional. Más de 80 científicos e investigadores mexicanos y de todo el mundo, inclusive el premio Nobel Andrew Huxley, enviaron una carta a los miembros de la Junta de Gobierno del Cinvestav en la que expresaron su preocupación por el despido del doctor Francisco Javier Alvarez Leefmans.
En la misiva calificaron de "absurda" la acusación esgrimida por la directora del Cinvestav-IPN, Rosalinda Contreras Theurel, para despedirlo, y la acusaron de no informar a los colegios de profesores del centro de la situación, a pesar de que la reglamentación establece que los colegios son la autoridad académica. Solicitaron a la junta de gobierno la reinstalación inmediata de Alvarez Leefmans, y evitar "daños irreversibles" a la institución.
Como se recordará, Alvarez Leefmans fungió hasta el 18 de abril pasado como investigador del departamento de farmacobiología del centro cuando, sorpresivamente, fue despedido, como también del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón De la Fuente donde, por convenio con el Cinvestav-IPN, tenía a su cargo un laboratorio que construyó a lo largo de 26 años, al que ya no tiene acceso. Sus estudiantes y colaboradores fueron dispersados y sus muestras biológicas confiscadas, todo sin previo aviso.
El argumento de la dirección general del centro fue que el investigador laboraba 22 horas a la semana para la Universidad Estatal Wright, en Daytona, Ohio, Estados Unidos, por lo que violaba el reglamento de becas de exclusividad y desempeño académico del centro, y no había cumplido los compromisos contraidos con el instituto de siquiatría ya mencionado, al ausentarse "demasiado tiempo", según informes de esa dependencia enviados al Cinvestav mediante un oficio recibido el 28 de marzo de 2005, cuya fecha de elaboración no se ha mencionado, como tampoco ha sido exhibido.
La colaboración con la universidad estadunidense fue tergiversada por la dirección general, ya que las 22 horas de colaboración fueron calculadas a partir del porcentaje de esfuerzo con el que el científico mexicano participa en un proyecto financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), en el que Alvarez Leefmans no tenía obligaciones docentes o de otra índole. Las colaboraciones del científico mexicano con colegas de la universidad estadunidense fueron financiadas por el NIH, y todas las veces que asistió a la Universidad Estatal Wright fue con autorización correspondiente del Cinvestav.
Los donativos que otorga el NIH son altamente competitivos y se conceden anualmente a un reducido porcentaje -entre 15 y 20 por ciento- de los científicos que lo solicitan en el campo de estudio de Alvarez Leefmans, quien por ello vio rescindido su contrato. Por otra parte, lo ocurrido al investigador es consecuencia de las relaciones laborales ilegales que privan en el centro, donde todos los científicos deben firmar contratos laborales ilegales de cuatro años, que contienen la renuncia de derechos que por ley les corresponden.
Entre los firmantes de la carta a los miembros de la junta de gobierno del centro -que encabeza Enrique Villa Rivera, director general del IPN-, destacan Andrew Huxley, premio Nobel en Fisiología de 1963, nieto y medio hermano de los escritores Thomas Huxley y Aldous Huxley, y profesor del Trinity College, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido; René Drucker Colín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM; Walter Stühmer, director del Instituto Max Plank de Medicina Experimental de Alemania; Luis A. Bagatolli, profesor del Centro de Física de Biomembranas de la Universidad del Sur de Dinamarca; Francisco Bezanilla, profesor de neurociencias de la Universidad de California en los Angeles (UCLA); Antonio C. Campos de Carvalho, profesor de fisiología de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Brasil; Claudia Capurro, profesora de fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, y Reinaldo DiPolo, premio Nacional de Ciencias 2001 de Venezuela.
El sindicato amenaza con la huelga
Por otra parte, la directora del Cinvestav-IPN no se presentó ayer a la audiencia que ella misma concertó con el sindicato en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Envió a sus abogados, pero los sindicalistas exigieron su presencia y rechazaron dialogar con sus representantes. José Antonio Rosas Valeriano, secretario general del sindicato, anunció que la próxima semana se realizarán asambleas departamentales y una asamblea general de delegados, donde se exigirá a la directora dialogar personalmente con los sindicalistas.
De no haber respuesta favorable, se cierne sobre ese centro de investigación de excelencia en el país la amenaza de huelga. De hecho, en las asambleas departamentales se instalarán los comités de huelga como preparativo para la decisión que los agremiados adopten en la asamblea general.