Será de un billón 881 mil 200 millones de pesos
Cae 5.6% la propuesta de presupuesto 2006
Considera crecimiento de 3.6 por ciento del PIB y una inflación de 3
Ampliar la imagen El presidente de la C�ra de Diputados, Heliodoro D�, recibe el paquete presupuestal de manos del procurador fiscal, Luis Felipe Mancera FOTO Marco Pel� Foto: Marco Pel�
Con una caída de 5.6 por ciento en términos reales, la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2006, enviada por el presidente Vicente Fox a la Cámara de Diputados, será de un billón 881 mil 200 millones de pesos, en el mismo contexto de continuidad de las políticas de contracción del gasto público emprendidas dos sexenios atrás.
El marco macroeconómico con el que fue elaborado el proyecto presupuestal contempla un crecimiento de 3.6 por ciento del producto interno bruto, una inflación que por tercer año consecutivo pretende situarse en 3 por ciento, y -como no ocurre desde hace 12 años- un superávit fiscal equivalente a 0.2 por ciento del PIB estimado para 2006; esa proporción representa 17 mil 600 millones.
El proyecto de presupuesto para 2006, entregado anoche en San Lázaro, prevé un precio promedio de petróleo de exportación mexicano de 31.5 dólares por barril, así como un incremento de 69.2 por ciento en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de 2006, la cual sintetiza el ingreso y salida de divisas por las relaciones comerciales y financieras con el exterior.
Ese déficit, que para 2005 se calcula en 9 mil 892.2 millones de dólares, se elevará a 16 mil 611.5 millones durante el último año de gobierno de Vicente Fox.
No obstante, la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación prevé que por concepto de cobro de impuestos representará apenas 9.5 por ciento del PIB y, por primera ocasión desde 1995, la también llamada carga fiscal bruta se ubicará por debajo de 10 por ciento del valor total de la producción, y de hecho deja sin posibilidad alguna la aplicación de una reforma fiscal; la recaudación se sustentará en la renta petrolera.
La incapacidad del gobierno para incrementar la recaudación se refleja en las previsiones del impuesto sobre la renta (ISR), que reflejará una caída de 9.08 por ciento, mientras el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) caerá 17.53 por ciento; en el caso del impuesto al valor agregado (IVA) reflejará un ligero aumento de 2.33 por ciento.
Además, las aportaciones petroleras al fisco se elevarán a 420 mil 280.9 millones de pesos, lo que representará un incremento de 17.3 por ciento respecto a las aprobadas en 2005, lo que explica que la decisión de vetar el régimen fiscal de Pemex someterá a la empresa petrolera más rentable del mundo a mayor deterioro financiero.
La propuesta foxista al Legislativo pretende que se asignen 37 mil millones de pesos sólo para el pago de intereses de la deuda producto del rescate bancario.
El proyecto presupuestal del próximo año prevé también que el gasto programable -aquel que excluye los pagos relacionados con la deuda externa, los Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores (Adefas) y las transferencias de recursos a los estados- será de un billón 319 mil 499.4 millones de pesos, lo que implicará una caída de 9.2 por ciento respecto al ejercido al concluir el presente año, y por tercer año se plantea en cero el Programa de Apoyo al Fortalecimiento de las Entidades Federativas (PAFEF).
Privilegiados
Respecto de la clasificación económica del presupuesto, sobresale que durante 2006 el gasto corriente del gobierno federal representará prácticamente 9 de cada 10 pesos de los recursos con los que contará la administración foxista para sus funciones.
En contrapartida, el gasto para inversión física presupuestaria caerá 32.6 por ciento, respecto a los recursos destinados al fortalecimiento de la infraestructura sobre la que se sostiene la actividad económica nacional.
Mientras, en la clasificación administrativa del gasto programable el proyecto del Ejecutivo plantea 706 mil 880.9 millones de pesos el próximo año, e implicará una disminución de 10.5 por ciento en términos reales en relación con el estimado en 2005.
Los ramos administrativos con mayor crecimiento en la asignación de recursos presupuestales serán la Secretaría de Gobernación, con un aumento real de 25.3 por ciento sobre el presupuesto aprobado para 2005; la Secretaría de Salud con un repunte de 11.2 por ciento, y en tercer término los gastos relacionados con la Presidencia de la República, los cuales se elevarán a mil 628.6 millones de pesos, lo que implicará un aumento de 11.9 por ciento real.
En contraste con esas prioridades del presupuesto determinadas por el Ejecutivo mediante la Secretaría de Hacienda, los recursos que la administración foxista pretende asignar a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación bajarán 25.2 por ciento; a Comunicaciones casi a la mitad, un desplome de 47 por ciento real, lo que se reflejará en una disminución de la infraestructura carretera; a Educación Pública, 4.9 por ciento; Medio Ambiente y Recursos Naturales, 33 por ciento; los previstos para Reforma Agraria caerán 42.9 por ciento.
Las dependencias gubernamentales con alguna mejoría en su asignación de recursos son: Defensa Nacional, con aumento de 2.1 por ciento, y Procuraduría General de la República, 12.7 por ciento. De acuerdo con la versión que ofrecieron diputados de PRI, PAN y PRD de la reunión que sostuvieron ayer con el presidente Fox, el Ejecutivo pretende reforzar las áreas de seguridad pública y las de gasto social.
Asimismo se plantea un crecimiento de 23.6 por ciento en las asignaciones a los ramos autónomos, es decir, al gasto del IFE para los comicios presidenciales y de renovación del Congreso de la Unión; se pretende que sea de 23 mil millones de pesos, y para la Suprema Corte, poco más de 7 mil millones de pesos. Esto es, sólo el aumento que pretenden los ministros es equivalente al presupuesto asignado a la operación del Poder Legislativo.
Por la noche, tras conocer los detalles del paquete económico, el coordinador de Finanzas Públicas del PRD, Alfonso Ramírez Cuéllar, expresó su rechazo a los criterios fundamentales de política económica, pues "es inaceptable que en un país de grandes carencias sociales y productivas el Presidente pretenda aplicar a rajatabla las recomendaciones de los organismos financieros internacionales, al proponernos no sólo un déficit cero, sino un superávit fiscal de 0.2 por ciento".
Esto implica, dijo, que envió al Legislativo un presupuesto totalmente restrictivo que profundiza el estancamiento y la caída en la generación del empleo, y vuelve a prever un precio conservador por barril de petróleo crudo de exportación, para tener mayores facultades de manejo discrecional de los excedentes.
Adelantó que su bancada no aceptará esta restricción presupuestaria, que castiga inversión al desarrollo agropecuario, rural y en infraestructura carretera, y dijo que someterá "a cirugía mayor la propuesta" y se volverá a hacer uso, a pesar de la amenaza reiterada de veto, de la facultad constitucional del Legislativo de modificar el PEF "y garantizar la prioridad de la inversión productiva y de desarrollo social".
Casi a las 24 horas del lunes concluyó en San Lázaro la recepción del paquete económico 2006, que incluye el proyecto de Presupuesto de Egresos, la iniciativa de Ley de Ingresos, los Criterios Generales de Política Económica, la Miscelánea Fiscal y la Ley Federal de Derechos.