Presiones de gobernadores obran contra la reforma, señalan PRD, PT y PVEM
Dicen diputados que no cejarán en su afán de modificar el régimen fiscal de Pemex
Los grupos parlamentarios de PRD, PT y PVEM en la Cámara de Diputados señalaron que revisarán las observaciones del presidente Vicente Fox al nuevo régimen fiscal de Pemex, pero advirtieron que no permitirán que entre en vigor hasta 2007, como pretende el Ejecutivo, porque el análisis de éste no incluye argumentos técnicos, sino sólo previsiones financieras para la Federación hasta el año 2013 que no están sustentadas en las reservas probadas de crudo.
Por su parte, el presidente del Senado de la República, Enrique Jackson Ramírez, informó ayer que los legisladores buscarán un acuerdo con el gobierno para que prospere el nuevo régimen fiscal de Pemex. "No nos vamos a dar por vencidos, porque lo que está en juego es cómo conservamos y hacemos mejor a la empresa más importante del país, la que más aporta recursos a las finanzas públicas. No podemos ponerla en riesgo."
El coordinador del PRD en San Lázaro, Pablo Gómez Alvarez, afirmó que los gobernadores han ejercido "una presión muy fuerte, tanto sobre el Ejecutivo como sobre el Legislativo" para que no se modifique el régimen fiscal, y "no deja de haber el peligro de que, a fin de cuentas, no haya nada" y se mantenga el esquema vigente de aportaciones de la empresa a la hacienda federal.
Por su parte, el secretario de la Comisión de Energía, Francisco Carrillo Soberón, también afirmó que el veto presidencial se fundamenta en un escenario electoral en el que la Federación y los estados pretenden tener recursos para destinarlos, sin ningún control, a las campañas de los partidos en detrimento de Pemex.
"Estamos en un escenario muy preocupante de convertirnos, como país, en importadores de crudo en los próximos tres años", expresó.
Asimismo, un análisis del PRD señala que Pemex y CFE sufrirán una fuerte presión financiera, pues a partir de 2006 se enfrentarán los primeros vencimientos de la deuda adquirida por Pidiregas, que a junio pasado representó requerimientos financieros de 414 mil 700 millones de pesos, cifra equivalente a 5 por ciento del producto interno bruto.
El diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, coordinador de finanzas públicas de la bancada perredista, calculó que en 2005 el costo por el pago de amortización y de intereses de los Pidiregas podría llegar a 65 mil 129 millones de pesos, y dijo que se estima que desde este año y al finalizar el próximo sexenio se deberán erogar aproximadamente 947 mil 687 millones de pesos por ese concepto.
El balance de la bancada perredista señala que la inversión financiada por medio de Pidiregas creció 11.9 por ciento y ascendió a 63 mil 498 millones de pesos en el primer semestre de este año, de los cuales 79 por ciento se destinaron a financiar proyectos en Pemex y el 20.1 por ciento restante a CFE.
Mientras, Carrillo Soberón cuestionó que las observaciones del Poder Ejecutivo no consideran a Petróleos Mexicanos en su conjunto, sino que se centran en Pemex Exploración y Producción, y se deja de lado el sector de refinación y petroquímica.
"No podemos ser un país monoproductor de crudo. La apuesta de Fox no tiene salida porque son proyecciones a 2013, pero no son reales. Quién sabe de dónde las saca Francisco Gil (secretario de Hacienda), porque ya no hay reservas, los yacimientos están decayendo, principalmente la joya que es Cantarell, y no hay a la vista fuentes sustitutivas", expuso.
El legislador del PRD refirió que en el documento presidencial se incluye el Fondo de Estabilización Petrolera como pérdida, como si se tratara de un ingreso que no tendrá el Ejecutivo, pero en realidad se pretende regularlo porque Hacienda lo ejerce de manera poco transparente.
Además, dijo, las observaciones presidenciales consideran que a partir del cuarto año de aplicación del régimen fiscal se modificaría el tope de costo de extracción, que en el caso del petróleo es de 6.50 dólares y de 2.70 en el del gas, lo cual alteraría -según Hacienda- la participación a los estados
"Todos somos gente responsable y lo que se plantea es mover los montos de los costos, pero no desaparecer el tope de manera indiscriminada. Eso fue lo que agitó más a los gobernadores, que quieren tener manos libres para manejar sus fondos en un año de campañas electorales", refirió.
Lo que sí es una realidad, expuso, es que en cuatro años tendrán que explotarse los yacimientos de Chicontepec o encontrar otros en aguas profundas y en terrenos que pueden implicar costos más altos. "No podemos seguir pensando que el crudo siga saliendo a 6.50 dólares por barril. Los megayacimientos de Cantarel se acabaron y costará cada día más explotarlos", afirmó.
Dijo que el principal planteamiento del Ejecutivo es que el régimen fiscal de Pemex entre en vigor en 2007, con el argumento de que caerían los recursos de la empresa, cuando a partir del próximo año comenzarán los vencimientos de Pidiregas y la deuda por ese concepto, que se ha incrementado en el sexenio foxista, será heredada al próximo gobierno.
Jackson: la modernización, urgente
Entrevistado al término de su reunión con el presidente de la República Federal de Nigeria, Olusegun Obasanjo, el senador priísta Enrique Jackson resaltó que "Pemex no puede esperar más tiempo en la situación en la que se encuentra. Produce muchísimo dinero, tiene muchos ingresos, pero nada se queda en esa paraestatal, nada se utiliza para modernizar sus plantas, para darle mantenimiento a sus instalaciones, para renovar equipos, para echar a andar las refinerías, para poder producir más gas y más derivados del petróleo, para exploración y para tener mayores reservas probadas".
En tanto, la senadora Dulce María Sauri manifestó que cuando se discutió la minuta de los diputados sobre el régimen fiscal de Pemex "se hizo conjuntamente con las autoridades de Hacienda y de la paraestatal, y en ningún momento se señaló que hubiese preocupación de esas autoridades".