Promueve aspiración personal en su último informe
Decir la verdad, conducta ajena a Madrazo: Montiel
Lo desairaron Salinas, Jackson, los Hank y Gordillo
Toluca, Mex., 6 de septiembre. Después de cumplir con la normatividad, al entregar ayer por escrito su último informe de gobierno a la Legislatura local, Arturo Montiel Rojas recurrió hoy a un acto faraónico para "rendirlo ante la ciudadanía" y despedirse de la clase política del PRI, con el afán de contender por la candidatura presidencial de su partido "a petición de miles de mexicanos".
De hecho Montiel aprovechó la ceremonia para promover su precandidatura a la Presidencia y asegurar que luchará sin descanso para abanderar al PRI en los comicios de 2006.
Montiel fue arropado por algunos gobernadores, entre ellos Enrique Martínez, de Coahuila, compañero suyo en Unidad Democrática; empresarios afines al tricolor, diputados federales, locales y alcaldes, así como jerarcas eclesiásticos, como Onésimo Cepeda, Norberto Rivera Carrera y Antonio Chedraui.
Ante ellos, Montiel ofreció abanderar al PRI en la contienda constitucional con "una candidatura honorable, un liderazgo experimentado y un programa claro para poner a México en marcha", sin dejar de subrayar que es "un hombre acostumbrado a decir la verdad, a honrar y cumplir" sus compromisos, actitudes éstas que no le reconoce a su adversario interno, Roberto Madrazo.
Pese a estar invitados, ni Carlos Salinas de Gortari ni el propio Madrazo se presentaron en el informe; tampoco lo hicieron Enrique Jackson ni los Hank Rhon, y en su mensaje tuvo que omitir un reconocimiento a Elba Esther Gordillo, quien a última hora declinó asistir.
Fueron más de 5 mil invitados y apenas la mitad tenían apartado un lugar en las butacas del teatro Morelos, que fue acondicionado de nuevo, aunque ahora por última ocasión, para rendir culto a la personalidad del gobernador mexiquense, quien concluye su encargo el próximo 15 de septiembre y será relevado por Enrique Peña Nieto, delfín suyo, a quien alabó al concluir el mensaje.
Montiel Rojas se declaró "un militante leal, que juega limpio y ha llevado al PRI a la victoria". Pero su mensaje también contrastó con la realidad de oropel y autoelogio, al asegurar que para él "gobernar no es un medio para satisfacer las necesidades personales", más aún cuando contrató la transmisión en vivo del acto por Televisa Toluca y, claro está, por Televisión Mexiquense.
Dispuso de más de 500 policías estatales para resguardar la seguridad y ordenar el tránsito vehicular en el primer cuadro de la ciudad, que por la mañana fue ocupado por decenas de vehículos de lujo, como Rolls Royce, Mercedes Benz y BMW, de los que descendían los invitados especiales, además de otras camionetas blindadas, todos acompañados de equipos de seguridad personal.
También se hizo uso del helipuerto del palacio de gobierno para recibir a quienes prefirieron llegar por aire, como gobernadores y empresarios. Además, como en las épocas más añejas del PRI, se convocó a contingentes para manifestar apoyo y agradecimientos al gobernador saliente y reconocimientos al entrante.
"Mi experiencia avala una trayectoria de resultados en la administración municipal, como diputado local y federal, como funcionario en la Federación y como gobernador", insistió Montiel. "Ahora, entre los distintos aspirantes, será indispensable comparar biografías, examinar resultados, discutir propuestas y contrastar ideas", prosiguió.
Entre quienes lo acompañaron estuvieron los gobernadores de Coahuila, Enrique Martínez; de Campeche, Juan Carlos Hurtado; de Durango, Ismael Hernández; de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, y de Quintana Roo, Félix González Campa, además de los ex gobernadores mexiquenses Emilio Chuayffet, César Camacho, Ignacio Pichardo, Alfredo del Mazo, Jorge Jiménez Cantú y Alfredo Baranda.
También acudieron los ex gobernadores Manuel Angel Núñez Soto, de Hidalgo; Miguel Alemán, de Veracruz; Tomás Yarrington, de Tamaulipas; Francisco Labastida, de Sinaloa, y Beatriz Paredes, de Tlaxcala. Tampoco faltaron empresarios como Carlos Peralta; jerarcas de la Iglesia católica, como Norberto Rivera y Onésimo Cepeda, ni quien será el árbitro en la contienda por la candidatura priísta, Rafael Rodríguez Barrera.
Sorpresivamente también hizo su aparición Isidro Pastor, ex dirigente estatal del PRI, quien durante cinco años fue el principal operador del gobernador, de quien presuntamente se separó luego de que no fue favorecido con la candidatura al gobierno del estado. Pastor señaló que nunca hubo enfrentamientos con Montiel y anunció que a partir de ahora se sumará a la campaña del precandidato.
Al término de esta ceremonia, Francisco Labastida Ochoa, vaticinó que "es difícil que en estas circunstancias de división el partido pueda ganar la Presidencia".