Cinco años de rupturas con científicos, hasta que lo reprobaron
Los saldos de la gestión de Jaime Parada Avila al frente del Conacyt en estos últimos cinco años se resumen en el rompimiento con los hacedores de la ciencia y la tecnología, sobre todo de la ciencia básica en el país.
Disminuyó las becas para investigadores mexicanos en el extranjero, incluyendo la suspensión de los apoyos económicos a investigadores a la mitad de proyectos en países como Francia y Reino Unido, y creó becas de repatriación para los talentos mexicanos en otros países, pero sin plazas aquí para otorgarles un trabajo digno y acorde con la importancia de sus áreas de especialización.
Pese a los reclamos de los representantes de esos sectores por llegar por lo menos a uno por ciento del producto interno bruto (PIB) para ciencia y tecnología, se destinó una inversión federal de sólo 0.04 por ciento del producto. A pesar de políticas como los estímulos fiscales para empresas que trabajaran en ciencia y tecnología, en los últimos cuatro años éstos quedaron en las compañías trasnacionales más importantes, que en conjunto gozaron de 40 por ciento de esos beneficios, sin que se reflejaran en el crecimiento de los sectores correspondientes en México.
Con Parada hubo recortes presupuestales a los 27 centros de investigación de excelencia SEP-Conacyt en la República, el último el mes pasado, cuando se les anunció que los 212 millones de pesos para inversión en infraestructura aprobados en enero no existían, y que el Conacyt "lamentaba mucho esa penosa situación". A ello se agregó la intención política de intervenir en la vida de dichos centros, como los intentos de imposición del subdirector de Conacyt, Inocencio Higuera, como director del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada, en Baja California.
Por otra parte, destacó el enfrentamiento con la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) a la que llegó a recortar hasta la mitad del presupuesto, en su mayor parte destinada a estímulos a investigadores en ciencia básica, para respaldar al desarrollo tecnológico, cuyos resultados aún se desconocen. Además, mantuvo malas relaciones con instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y con la prensa en general.
Sobre todo, Parada Avila resultó reprobado con menos de cinco de calificación en un sondeo elaborado por la AMC entre la comunidad científica hace dos meses, resultado que, a pesar de sus esfuerzos, no pudo remontar.
José Galán