El centro atenderá todas las complicaciones hepáticas, en especial la hepatitis C
En proceso, la creación de la Clínica del Hígado del ISSSTE
Especialista del hospital 20 de Noviembre pide a la gente hacer donaciones para trasplantes
Ampliar la imagen La base de los trasplantes es que la gente est�onsciente del beneficio que representan las donaciones de �nos, dijo el doctor D�z P�z, del Centro M�co 20 de Noviembre. En la imagen se aprecia un modelo de h�do y la ves�la. El tama�s de 8.5 x 4.5 x 4.75 pulgadas, a la venta a un precio de 62.30 d�es en laserprofessor.com FOTO Tomada de laser professor.com Foto: Tomada de laser professor.com
En el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se trabaja en la creación de una Clínica del Hígado para atender a los derechohabientes con problemas hepáticos, especialmente a los enfermos de hepatitis C, padecimiento considerado la quinta causa de muerte en el país.
El doctor Héctor Santiago Díliz Pérez, jefe de la División de Trasplantes de dicho hospital, comenta que la clínica se encuentra en etapa de planeación, la cual consiste en reunir a los especialistas que brindarán la atención médica.
"Estamos en la fase de organización. Hay diversos especialistas que necesitamos conjuntar, entre ellos pediatras, cirujanos pediatras, gastroenterólogos, cirujanos y finalmente trasplantólogos", señala.
Para ofrecer atención adecuada se requerirán en promedio de ocho a 10 especialistas por área, quienes se encargarán de aplicar tratamientos específicos a los pacientes, intervenirlos quirúrgicamente e inclusive, si fuera necesario y posible -debido a la escasa cantidad de órganos disponibles-, hacer trasplantes de hígado.
Aunque en la Clínica del Hígado se atenderán diversos trastornos, como la colestasis intrahepática del embarazo, la encefalopatía hepática, los tumores hepáticos y la atresia biliar, por mencionar algunos, la prioridad para el equipo médico de la futura clínica será la atención a los pacientes con hepatitis, pues representan entre 30 y 50 por ciento del total de los enfermos hepáticos.
"La hepatitis C es la más problemática; la A y B no tanto, para ésas existen vacunas, pero para la C no: la única manera de evitar la enfermedad es no entrar en contacto con el virus", indica el especialista.
La hepatitis C ocasiona la mayor parte de los padecimientos crónicos en el hígado. De cada 100 infectados con el virus, entre 80 y 85 desarrollaran una afección a largo plazo y sólo 20 estarán exentos de sufrir algún daño; de aquellos que resientan afecciones, entre 60 y 65 tendrán problemas leves (unos 13 años después del contagio); de 20 a 25 desarrollarán cirrosis (en un periodo de 20 años) y entre cinco y 10 de las personas con cirrosis padecerán cáncer en el hígado.
El problema con la hepatitis C, precisa el doctor Díliz Pérez, es que muchos de los portadores ignoran que la tienen, pues no presenta síntomas de inmediato, sino varios años después, entre 10 y 20, cuando el hígado ya está dañado.
Al hablar de la forma en que puede contraerse la enfermedad, explicó que, a diferencia del pasado, las transfusiones sanguíneas ya no constituyen peligro, pues ahora existen métodos seguros para detectar la presencia del virus en la sangre. El riesgo hoy está en el uso de jeringas contaminadas, algo muy frecuente entre los adictos a las drogas intravenosas o en los materiales que se utilizan para realizar tatuajes y perforaciones, los cuales muchas veces no son esterilizados.
Riesgo de contagio
Otra posible forma de contagio es mediante las relaciones sexuales, particularmente durante la menstruación, ya que las mujeres portadoras pueden infectar a su pareja si existe una herida en el pene.
El doctor Díliz Pérez comentó que aun cuando la hepatitis C no genera síntomas de forma inmediata, el virus puede detectarse con exámenes de sangre específicos, por lo cual es importante que las personas se practiquen esas pruebas, pues mientras más temprano se detecte más posibilidades hay de tratarse sin secuelas.
"Obviamente hay tratamientos, pero van a depender de la etapa en que se encuentre la enfermedad. Estos pueden consistir en la simple vigilancia, la prescripción de antivirales para eliminar el virus del organismo y, en una etapa avanzada, hasta el trasplante de hígado."
Sobre los trasplantes, el especialista refirió que aunque los cirujanos desearan realizar todos los necesarios para mejorar la calidad de vida de los pacientes, o bien salvarla, no es algo que depende enteramente de ellos, sino de la sociedad y su generosidad.
"Si todos somos generosos y decidimos donar nuestros órganos cuando ya no los necesitemos, entonces habrá órganos para trasplantar, pero eso depende de la sociedad; los programas de trasplantes son de la sociedad para la sociedad, los médicos no somos más que intermediarios."