Presentaron nuevo libro del investigador Immanuel Wallerstein, en la UNAM
''Crisis de la hegemonía económica de EU, no de la modernidad capitalista'': Bolívar Echeverría
La caracterización y argumentos para desarrollar la ''polémica tesis'' de que hoy se vive ''una crisis terminal'' del capitalismo, así como las consecuencias que esa situación acarrea para América Latina y las posibles alternativas de los movimientos antisistémicos, son las tres partes esenciales en las que se divide el volumen La crisis estructural del capitalismo, serie de ensayos escritos por Immanuel Wallerstein, una de las voces más críticas de ese sistema de producción, publicado por la editorial Contrahistorias.
Con argumentos tecnológicos, ecológicos, económicos, sociales, políticos y culturales, Wallerstein fundamenta dicha crisis terminal, explicó el historiador Carlos Antonio Aguirre Rojas, quien estuvo acompañado por los investigadores Bolívar Echeverría y Enrique Semo, en la presentación del libro, ayer, en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Wallerstein ''desarrolla de manera rigurosa la idea de que vivimos, desde hace aproximadamente 30 años, la crisis terminal del sistema capitalista mundial''.
Por ejemplo, destacó entre otras cosas Aguirre Rojas, se vive una crisis social de grandes dimensiones, en la que todo tipo de mafias o grupos extraestatales ganan cada vez más poder, al grado que en la actualidad, en México, se tiene un posible candidato a la Presidencia -Roberto Madrazo-, que representa claramente una posible colombianización del país''.
El también economista, criticó la escasa credibilidad que tienen los estados y los partidos políticos en el mundo, lo que genera, explicó, el abstencionismo en las elecciones. ''Los partidos, sean de izquierda, de derecha o centro, han dejado de representar los intereses de las clases populares''.
Aguirre Rojas explicó cómo es que ''hoy América Latina constituye la vanguardia mundial de los movimientos antisistémicos'', pues ''ya quisiera Europa, Africa o Asia tener la variedad y la capacidad de innovación de movimientos como el neozapatismo o los que se han generado en Brasil, Argentina, Bolivia o Ecuador''.
Para concluir, destacó que ''el levantamiento del EZLN tiene un significado y efecto universal'', y que las posibles alternativas que Wallerstein plantea se pueden reconocer si se analiza, entre otras cosas, lo que implica el Foro Social Mundial.
Reto para la reflexión: Semo
Por su parte, Bolívar Echeverría, ''en un tono menos festivo'', cuestionó que en realidad se esté viviendo una ''crisis terminal del capitalismo'', ya que, comentó, habría que distinguir entre capitalismo y modernidad, además de que existen diferentes tipos de modernidad y capitalismo.
El libro a lo que hace referencia, según Echeverría, es a la hegemonía económica estadunidense, que es la que estaría en crisis, y no a lo que se considera hegemonía de la modernidad capitalista estadunidense, pues ''las personas -explicó- no vivimos en el capitalismo, vivimos en sociedades que están siendo estructuradas por el capitalismo y éste puede estructurar diversos tipos de sociedades modernas''.
La declinación de la primera, no necesariamente significa la crisis de dicha modernidad.
Enrique Semo, luego de comentar que este libro ''es de lectura fundamental y un reto para la reflexión'', ya que ofrece una serie de enfoques para el estudio de la sociedad y la economía actual es, explicó, entre otras cosas, que comparte la idea de Wallerstein respecto de la pérdida de hegemonía de Estados Unidos.
Sin embargo, añadió, ''también coincido con las dudas que planteó Echeverría. No creo en la crisis general del capitalismo para designar la época actual de ese sistema. En todo caso sería una hipótesis o idea creadora a discusión''.
Existe en todo revolucionario, entre los que me incluyo, dijo Semo, ''una especie de optimismo revolucionario que nos hace ver el fin del enemigo, la gran victoria a la vuelta de la esquina, el cual de manera constante se presenta en el pensamiento de la izquierda mundial, con efectos benéficos, pero también catastróficos''. Por ello, concluyó, la discusión es cómo se derrumbará el capitalismo, no la crisis.