México se halla en el lugar 53 de una lista de 177 naciones, ratifica López Calva

Consistente, el informe de ONU sobre desarrollo, dice coautor del documento

ROSA ELVIRA VARGAS

Si bien el Informe sobre Desarrollo Humano 2005, presentado el miércoles por la Organización de Naciones Unidas (ONU), contiene datos incluso del año 2000, eso no entraña una limitación ni lo descalifica. Su elaboración constituye un indicador más completo respecto a otros estudios, pues involucra ingreso, educación y salud. "Entonces, son consistentes los informes", señaló ayer en Los Pinos Luis Felipe López Calva, coordinador del capítulo México del citado estudio.

Sin negar los avances gubernamentales en materia de combate a la pobreza, pidió ver el reporte sobre desarrollo humano en un contexto integral y junto a otros estudios como el de la Comisión Económica para América Latina o el del propio Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y ratificó la ubicación de México en el lugar 53 en una lista de 177 naciones respecto a los avances en expectativa de vida, niveles educativos e ingresos reales.

Entre sus conclusiones, el estudio ubica el fracaso de México para mejorar el desarrollo humano de sus habitantes y destaca que los niveles de concentración de riqueza han llegado a tal extremo, que 5 por ciento del ingreso de la quinta parte de los hogares más ricos serviría para sacar de la pobreza a 12 millones de mexicanos.

No obstante ese severo revés al autoproclamado triunfo en materia de avance social, el titular de Gobernación, Carlos Abascal, y la propia Secretaría de Desarrollo Social, pusieron en duda la validez del estudio de la ONU y le achacaron utilizar datos de los años 90 para analizar el caso mexicano, y otros, más recientes, para estudiar, por ejemplo, a Vietnam.

López Calva fue invitado ayer a la conferencia de prensa de todas las mañanas en Los Pinos y ratificó la validez del análisis. Pidió entonces diferenciar entre el informe presentado, también por el PNUD, el pasado 12 de julio, estrictamente nacional, y el más reciente, de alcance mundial.

El primero, expuso, ubica a México como un país de alto desarrollo humano, pero hacia el interior, con marcadas desigualdades regionales. A su vez, el informe mundial trata de ubicar los retos que la desigualdad impone para el éxito de políticas públicas, de la seguridad y la eliminación de conflictos tanto internos como a escala internacional, e incluso para materias como crecimiento y combate a la pobreza.

En algunos puntos, añadió, tanto el informe nacional como el mundial son coincidentes. Uno y otro hablan por ejemplo de que las regiones más atrasadas de México no son las mejor conectadas al comercio mundial.

El acento está puesto, indicó entonces, en la importancia de cerrar las brechas de distribución del ingreso y llama a invertir más en infraestructura y capital humano para las regiones donde la desigualdad está más acentuada. Expuso que "México tiene una desigualdad promedio, pero para los estándares mundiales y, dado que está en una región (geográfica) de alta desigualdad, tiene, en consecuencia, un nivel de alta desigualdad".

México, insistió, "se ha movido entre el lugar 53 y 55 en desarrollo humano en los últimos 15 años; es bastante persistente la posición porque los otros países también avanzan en desarrollo humano".