Advierten que quien gane la contienda podría convertirse en un candidato "débil"

Preocupa a panistas el abstencionismo, ya que el proceso interno "no prendió"

A la primera votación Creel llega en declive; Calderón repunta; Cárdenas, "el plan B"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

A la primera votación panista Santiago Creel llega señalado por sus propios correligionarios como el precandidato de la sospecha, tanto por los permisos concedidos a Televisa como por sus gastos en espots y por ser el favorito de Los Pinos. Felipe Calderón va cuesta arriba confrontado con la directiva blanquiazul y con una actitud que pasó del desafío a las tibiezas. Y Alberto Cárdenas Jiménez inició tarde y es conocido por ser la opción B de los Fox.

Más allá de los resultados que se obtengan este domingo, en círculos panistas y en el gobierno foxista existe preocupación, porque perciben que el proceso interno "no prendió", y advierten que quien surja puede ser un candidato débil.

Los propios organizadores auguran altas cifras de abstencionismo (de 70 por ciento entre los adherentes).

Después de tres meses de precampaña, episodios polémicos por la desigualdad de recursos, cientos de espots y un fallido debate, el panismo aún se pregunta si alguno de sus tres abanderados será capaz de garantizar la permanencia del partido en la Presidencia de la República que fue conquistada por Vicente Fox en 2000.

Aunque el proceso arrancó formalmente el 9 de julio con el registro de los tres aspirantes presidenciales, éstos se encontraban en el "arrancadero" desde meses antes.

Creel Miranda y Cárdenas Jiménez aguantaron hasta el último momento, el primero para abandonar la titularidad de la Secretaría de Gobernación y el segundo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Y con ello tuvieron mayor oportunidad de acceder a recursos públicos para proyectar su imagen y prepararse para la contienda.

Calderón Hinojosa pareció quedar en desventaja, porque desde el 31 de mayo de 2004 se vio forzado a renunciar a su cargo como secretario de Energía. No tuvo alternativa luego del regaño que recibió del presidente Vicente Fox a causa de su tibio destape como aspirante presidencial.

Ya en precampaña, se enorgulleció de su intempestiva salida del gabinete presidencial, porque -según él- le dio independencia del gobierno y con ello se salvó de cargar con las "insuficiencias" de la administración foxista.

Casas de apuestas, espots y fuertes gastos

Apenas Creel Miranda abandonó la Secretaría de Gobernación, el PRI denunció que otorgó permisos a Apuestas Internacionales, filial de Televisa, para la instalación de 65 centros de apuestas remotas y 65 salas de sorteos de números.

El asunto se complicó, porque en medio de esta polémica los creelistas impulsaron en junio una intensa campaña de anuncios en radio y televisión, sobre todo en las pantallas de Televisa. Tuvo que crearse una comisión especial en la Cámara de Diputados para investigar la legalidad de estos permisos y el presunto intercambio de favores entre Creel y la empresa de Emilio Azcárraga y otros dueños de medios de comunicación.

Cuando todo estaba listo para que cuatro panistas compitieran por la candidatura, vino la renuncia de Francisco Barrio Terrazas, el ex gobernador de Chiahuahua. Denunció que había una "operación política" en oficinas gubernamentales, en su mayor parte en favor de Santiago Creel, y la existencia de "enormes disparidades en el uso del dinero", y advirtió el riesgo de rupturas.

Presionado por las críticas, Creel se vio obligado a informar el monto de sus gastos de precampaña "no oficial". El ex secretario de Gobernación dijo haber erogado más de 25 millones de pesos en 40 días, pero nunca explicó dónde obtuvo esos fondos.

Adonde iba, el aspirante presidencial recibía las mismas preguntas de la prensa y hasta de la militancia blanquiazul. "¿Le ha afectado la autorización de los casinos? ¿Cuánto ha gastado en su campaña? ¿Está dispuesto a transparentar los permisos? ¿Por qué autorizó que se difundieran carteles con su imagen cuando era secretario de Gobernación?", fueron cuestionamientos reiterados.

Los reproches continuaron, sobre todo porque él no hizo gala de austeridad en su precampaña, con 33 mil 192 espacios en radiodifusoras de todo el país y 346 anuncios en las televisoras (tan sólo en la primera etapa de un mes); viajes en aviones y helicópteros privados, y personal disponible que no le permiten olvidar sus tiempos en Gobernación.

Revancha calderonista y el caballo negro

Cuantas veces pudieron, sus adversarios remarcaron esas diferencias. Calderón no perdió oportunidad de hacerlo frente a Manuel Espino, el presidente nacional del blanquiazul, y con quien él y su grupo tienen abiertas diferencias.

En Coahuila, el michoacano señaló delante de Espino Barrientos que mientras algunos van en carretera, a él lo mandaron por la brecha, pero dijo ser un panista "cuatro por cuatro, un político todo terreno", y que las "caras de preocupación están en otro lado".

El ex presidente del blanquiazul tenía razón. Con el paso del tiempo, la distancia entre Calderón y Creel se fue estrechando en las encuestas electorales. Desde hace un mes, se ha dicho que hay señales de preocupación en la casa presidencial porque el ex secretario de Gobernación va en declive.

En esta contienda, a decir de los calderonistas, se juega, además de la candidatura presidencial, el control del partido. Para el ex secretario de Energía este proceso representa la revancha, luego de que su grupo fue desplazado por el que representa Manuel Espino.

Respaldado por el empresario Lorenzo Servitje, dueño de la multinacional Bimbo y quien oficialmente ha aportado 2.5 millones de pesos a su campaña, Alberto Cárdenas Jiménez se presentó como el caballo negro de la contienda. Aun con esos apoyos, se ha presentado como el más austero de los tres.

Presume haber sido el primer gobernador panista en Jalisco y ser un hombre cercano a la gente, dicharachero y con un lenguaje directo al estilo Fox; sin embargo, su incorporación tardía y su escasa proyección en medios lo han colocado como tercero en las preferencias electorales panistas.

El ex gobernador de Jalisco también ha sido señalado por sus propios correligionarios como el precandidato que recibe respaldo de algunos sectores de ultraderecha. Su principal base de apoyo se encuentra en la Semarnat; su titular, José Luis Luege, lo respalda.

Desde que se integró a la lucha por la candidatura presidencial, Bebeto Cárdenas fue visto como el plan B de los Fox, lo que fue confirmado por el coordinador de su campaña, Carlos Rojas Magnon, quien alcanzó notoriedad como operador de Amigos de Fox y después por su salida de Los Pinos a causa del escándalo del toallagate.

Este es el panorama de la primera votación panista.