Usted está aquí: lunes 12 de septiembre de 2005 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Ensayos

Higiénicos acercamientos militares

A la baja: debate elección y Creel

EL ENVIO DE TROPAS mexicanas a Estados Unidos en misión humanitaria es una treta exploratoria del gobierno foxista para ver hasta dónde se puede ceder a las presiones gringas para que el control de la frontera norte sea "comandado" por fuerzas binacionales que en realidad acabarían siendo un cuerpo dominado absolutamente por el Pentágono. Hasta ahora los jefes de las fuerzas armadas mexicanas se han negado terminantemente a cualquier posibilidad de que un oficial extranjero dé alguna orden o instrucción a personal mexicano, pero el entreguismo de Luis Ernesto Derbez y de Vicente Fox ha buscado cuanto pretexto le ha sido posible para forzar un nuevo rol de los soldados mexicanos en el contexto de una Norteamérica "unida" contra el terrorismo. El canciller, por ejemplo, ha insistido, incluso contra cierta reticencia del Presidente, en el envío de tropas de paz que serían coordinadas por organismos internacionales.

AHORA, LA EXPEDICION de soldados mexicanos trata de mostrar las bondades de esas acciones conjuntas, hoy de solidaridad con damnificados, mañana del control de la línea fronteriza. Recuérdese el significativo dato de la insólita invitación oficial al jefe del comando norte estadunidense, almirante Timothy J. Keating, para que presencie los próximos festejos patrios. Tómese nota también de los genuflexos cambios mexicanos en materia de visas (ahora serán de "alta seguridad") para vecinos del sur, como Ecuador, Honduras y Brasil. Y subráyese el hecho de que la Casa Blanca hará cuanto sea necesario para impedir una tercera "sorpresa" en materia de seguridad nacional, pues la opinión pública del vecino país no toleraría que luego de las Torres Gemelas y Nueva Orleáns hubiera una nueva desgracia filtrada desde el sur a través de una frontera que su Presidente distraído no hubiese sellado al costo que fuera.

YA ANTES, CON LA anuencia del gobierno foxista, se había ensayado la colocación de agentes estadunidenses en el principal aeropuerto mexicano para que supervisaran las tareas de revisión de pasajeros; ahora se busca que la elite gringa uniformada pueda supervisar (es decir, controlar, mandar) a policías y militares mexicanos en los procesos migratorios en las fronteras y, en general, en toda tarea relacionada con el combate al terrorismo. Por lo pronto, los soldados mexicanos en exploratoria misión solidaria han sido menospreciados y maltratados en suelo gringo por jefes militares de ese país que han impuesto medidas de higiene a los visitantes sucios o descuidados; jefes gringos que están evitando que la tropa del vecino país greaser tome contacto pleno con damnificados. Desde luego, el episodio de la generosa incursión de verde olivo mexicano a territorio gringo quiso ser utilizada con sentido oportunista por el gobierno foxista. Ya se hacía el propio guanajuatense en jefe recorriendo gloriosamente los campos de desastre. Pero el canciller (garante inequívoco de fracaso político en cuanta iniciativa toma) y la secretaria de Desarrollo Social (en funciones de promotora del voto en favor del PAN entre mexicanos migrantes) fueron condolízamente vetados, al igual que su vicentino jefe.

BAJISIMA SERIA LA talla del panismo si fuese medida por los resultados del presunto debate entre precandidatos presidenciales habido el pasado jueves en Televisa (empresa que sigue manejando una sospechosamente irregular política publicitaria, ya vendiendo tiempo a bajísimo costo a un precandidato que apostó a la amistad; ya regalándolo, según eso, para malos simulacros de polémica triangular). Santiago Creel confirmó su sabida vacuidad intelectual y se refugió en lugares comunes y tragicómicas enjundias regañonas. Felipe Calderón se puso una careta de sonrisa permanente y recurrió a escolares cartulinas de reforzamiento visual. Y Alberto Cárdenas Jiménez tardó años, pero al fin logró leer en un canal nacional de televisión algunas partes de su último informe de gobernador de Jalisco. Dada la baja calidad de ese encuentro acartonado y soso, no es de extrañar que ayer hubiese sido poco entusiasta la afluencia de panistas para elegir abanderado en una primera fase regional. De hecho, los primeros reportes de esa elección interna parcial confirmaban los muestreos telefónicos conseguidos luego del antidebate del jueves: un empate entre el oficialista Santiago Creel y el precandidato contrario a la línea foxista, Felipe Calderón. Un escenario en que ninguno de los aspirantes lograse la mitad más uno de los votos llevaría a una segunda ronda de votaciones en la que el auténtico caballo negro acabaría siendo Calderón, quien, por lo demás, encarnaría la única posibilidad sensata de que el PAN recompusiera sus esperanzas electorales tan dañadas por el desgastado y anticlimático Creel.

ASTILLAS: GENERO MUCHOS comentarios el asunto de los (malos) Pazos del actual director de Banobras, que con dinero de esa institución compró un libro de su autoría para regalarlo a clientes y amigos. Por ejemplo, un funcionario público "de medio nivel de autoridad, pero con alto nivel de responsabilidad" se identificó pero pidió anonimato para expresar que "otros funcionarios, como yo, vivimos con la angustia permanente de las auditorías porque los órganos internos de control de la Secretaría de la Función Pública practican el terrorismo contra los servidores públicos menores. Por eso me causa indignación que a funcionarios de la calaña de Luis Pazos, con evidentes pruebas de corrupción, sólo se le sancione con una amonestación pública, cuando es sabido que se dan sanciones realmente severas por sólo errores u omisiones que no llegan al daño patrimonial o que, en todo caso, éste es mínimo pero sin que exista intención de provocarlo. Además, el procedimiento normal para resolver por parte de la SPF lleva años, y los trámites para el inculpado son difíciles y costosos, pues la SPF actúa con saña, mientras que en el caso de L. Pazos la resolución fue sospechosamente rápida"... ¡Hasta mañana!

Fax: 5605-2099 * [email protected]

 
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