Detienen a 21 presuntos gatilleros en Tamaulipas

Once personas asesinadas, saldo de la narcoviolencia ayer

Dos policías municipales perdieron la vida anoche, durante un enfrentamiento a balazos con presuntos narcotraficantes en Ciudad Victoria, Tamaulipas, a unas cuadras de la sede de la Policía Ministerial estatal. En Michoacán fueron localizados los cuerpos sin vida de siete personas, tres de ellos -presuntos narcotraficantes- en el municipio de Tacámbaro y cuatro en el de Tingambato. Todos con el tiro de gracia. Mientras, en Guadalajara, Jalisco, dos personas murieron y cinco resultaron heridas (de éstas cuatro menores de edad), luego de ser agredidas a tiros por varios desconocidos desde un vehículo en movimiento, la madrugada de este domingo.

Sobre el enfrentamiento ocurrido en la capital tamaulipeca, la procuradora de Justicia estatal, Mercedes Guillén, se negó a dar declaraciones y emitió un comunicado en el que minimiza el asunto, por el que también fueron detenidos, minutos después del enfrentamiento, 21 presuntos gatilleros, entre ellos seis menores de edad, a quienes las autoridades decomisaron armas de uso exclusivo del Ejército y 400 cartuchos hábiles.

Los hechos se suscitaron pasada la medianoche de este sábado en la colonia Azteca, localizada al oriente de Ciudad Victoria. En el lugar quedó sin vida el policía preventivo Raúl Arrieta Campos; Efraín Ramírez, de la misma corporación, pero del grupo de la Montada, murió una hora después en el hospital general de esa capital.

Ambos fallecieron a consecuencia de impactos de rifle de asalto 7.62 y AR-15 en la cabeza. En la refriega dos presuntos delincuentes, identificados como Roberto González y Guadalupe Zúñiga, resultaron heridos.

Los 21 arrestados fueron trasladados a la guarnición del 77 batallón de infanteria ante el temor de que pudieran ser rescatados por el crimen organizado.

Al cierre de esta edición la procuraduría estatal solicitó a la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales en Delincuencia Organizada que atrajera las investigaciones del caso, por las armas decomisadas y porque los sicarios procedían de Reynosa y Matamoros, por lo que se presume que pertenecen al cártel del Golfo.

En otros hechos, la madrugada de ayer fueron ultimados con armas de fuego Rogelio Gallegos, Servando Arreola y Pablo Pompa, presuntos narcotraficantes, en la comunidad de Chupio, municipio de Tacámbaro; otros dos individuos fueron hallados en una huerta de aguacate cercana a la localidad de Tingambato, Michoacán. Todos tenían el tiro de gracia, considerado la firma del narcotráfico.

Más tarde, cerca de la cabecera municipal de Tingambato fueron localizados los cadáveres de un hombre de alrededor de 40 años y de un joven de 17, atados de las manos y con tiro de gracia.

El atentado en Guadalajara ocurrió al filo de las 2:30 de la mañana de este domingo en el cruce de las calles Plutarco Elías Calles y Hacienda Corralejo, en la colonia San Isidro, cuando sin motivo aparente un grupo de sujetos a bordo de un automóvil comenzó a disparar con armas de alto calibre a varios jóvenes que se encontraban caminando por ese lugar. Roberto González y Efraín Galván, de 20 y 19 años de edad, respectivamente, fallecieron.

Trasladan a 10 internos del penal de Cadereyta

Luego de la ejecución de tres celadores del penal de Cadereyta, Nuevo León, el mediodía de ayer 10 internos del mismo -parte de un grupo de presuntos delincuentes que fue detenido el pasado 16 de agosto en Monterrey- fueron trasladados en un aparatoso operativo por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Federal al penal de Puente Grande, Jalisco, "a solicitud del gobierno de esa entidad", según un comunicado de la dependencia que encabeza Ramón Martín Huerta.

Los sicarios que asesinaron el sábado pasado a Eloy Garza, David Mora y Francisco Márquez, custodios del penal de Cadereyta, dejaron sobre el cuerpo de una de las víctimas un mensaje en el que se señala que los homicidios eran una venganza de José Luis Carrizales, El Tubi, quien se encuentran entre las 10 personas reubicadas.

En ese contexto, en Ensenada, Baja California, la liberación de uno de los integrantes del llamado Comando Negro, ordenada por un juzgado federal de distrito, provocó rechazo en medios políticos, empresariales y mediáticos de ese puerto.

Los integrantes de este grupo delictivo están acusados de delincuencia organizada y de delitos contra la salud, así como de posesión de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Para la Procuraduría General de la República forman parte del cártel de los hermanos Arellano Félix.

Martín Sánchez, Ernesto Martínez Juan Carlos García, David Carrizales, Antonio Heras y Javier Valdez, corresponsales