Estoy cansado de ataques sin fundamento y me duele recibirlos de mis amigos, señaló

Cumplí un anhelo muy grande, pero fue absurdo y desgastante: Nelson Vargas

Espera terminar el proyecto para construir el centro de alto rendimiento en el Distrito Federal

ROSALIA VILLANUEVA A.

Nelson Vargas Basáñez confiesa estar cansado de ataques sin fundamento y lo que más le duele es haberlos recibido de sus propios amigos en el sexenio que concluirá el próximo año, y que espera terminar con el proyecto que más anheló al construir el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos en el Distrito Federal, el cual contará con tecnología de punta para estar al nivel de los mejores del mundo.

El director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) también desea culminar su administración con buenas cuentas ante la sociedad, sin arroparse con los triunfos de los deportistas, a pesar de que permanentemente "siempre estuve y estoy con ellos'' en las competencias nacionales y extranjeras, y contaron siempre con el apoyo del gobierno.

Instalado desde hace una semana en una modesta oficina en el tercer piso del edificio que construyó la Conade, en lo que anteriormente era el estacionamiento, Vargas Basáñez concede la entrevista a La Jornada.

La comparecencia

Entre otros temas habla de la invitación que recibió de la Comisión de Cultura Física y Deportes de la Cámara de Diputados para comparecer el próximo 27 del presente mes y explicar todo lo relacionado a su área y los recursos aplicados de septiembre de 2004 a la fecha, pero asegura que irá "complacido'' para responder los severos cuestionamientos que le harán los partidos de oposición.

Afirma no temer nada, porque "estoy convencido de que hemos hecho un trabajo honesto, hemos buscado que todos los funcionarios de la Conade den la cara en cada una de las responsabilidades que les corresponden.

"Por otro lado he logrado lo que la sociedad pedía a gritos, que fue democratizar la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme)'', cargo que dejó hace dos meses luego de que las federaciones nacionales eligieron por votación al teniente coronel Alonso Pérez, eterno dirigente del beisbol.

-¿Nelson Vargas saldrá limpio como funcionario público?

-Me siento muy tranquilo y estoy en la mejor disposición de cualquier inspección o auditoría, en lo particular, y en las empresas que manejan mis hijos. Todo está allí, hasta los créditos que hemos pedido por las deudas que ha tenido mi familia.

-¿Tanto así?

-¡Claro!, porque han crecido (las Acuáticas Nelson Vargas en el país) y para eso hay que invertir. Muchos piensan que por que estoy aquí mis empresas, que ahora son administradas por mis hijos (Nelson y Fernando), han cambiado, pero estoy tan tranquilo y tan transparente que estoy dispuesto a cualquier auditoría. Los ataques son inventos.

Con 64 años de edad, profesor de educación física jubilado con pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social y apasionado de la natación, deporte que lo marcó para siempre con las empresas que llevan su nombre, pero ante todo por la medalla de oro que ganó Felipe Muñoz en los Juegos Olímpicos de México 68, Nelson Vargas lamenta que esa amistad y lealtad pactada por muchos años entre ellos se fracturó con su llegada a la Conade y la unción del Tibio como presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), en el gobierno del cambio.

Y es que a pesar del distanciamiento y las ríspidas relaciones entre los dos organismos, por asumir el poder que desde las sombras no ha dejado de ejercer Mario Vázquez Raña, Nelson Vargas reitera que sería incapaz de ver a su ex alumno nadador como enemigo, porque gracias a Muñoz "me di a conocer entre la gente y mi corazón siempre estará con él ''.

Varias fotografías del Tibio en su época de deportista cubren las paredes de la oficina de Vargas, cuya voz se apaga al invadirlo la nostalgia. Sus ojos se humedecen y recuerda la foto de sus mejores amigos tomada en 1975, con la maqueta de su primera acuática.

Allí están el Muñoz, Carlos Girón, Guillermo Echevarría, Ricardo Marmolejo y Jorge Rueda, los amigos que habían pactado que siempre se ayudarían para estar juntos toda la vida.

Sin embargo, de algunos recibió ataques y acusaciones jamás insospechadas y hasta la amistad y el respeto se perdieron.

Labor desgastante

Ahora Nelson Vargas revela que su labor en la Conade ha sido desgastante y sólo espera que termine el sexenio para dedicarse por completo a su hogar, y lo único que hará en el deporte "será ejercitarme para cuidar la línea'', pues aunque ha recibido ofertas para continuar en la administración pública, afirma que ya está cansado.

"Estoy convencido que cumplí una responsabilidad y que un hombre sin conocerme me dio esa oportunidad de tener un anhelo muy grande, que a la vez fue absurdo porque fue un desgaste que no le deseo a nadie, y más cuando uno no tiene necesidad.

"Me arrepiento de lo difícil que fue en el sentido de hacerle entender a la sociedad la responsabilidad de un funcionario honesto. Eso es lo que me duele mucho en un ámbito tan hermoso como es el deporte.

"Tengo más canas, (y) gente que quiero mucho me ha faltado. Han sido más fuertes los intereses que el beneficio del deporte mexicano. Felipe nunca me ayudó, yo me superé.

"Me voy un poco triste por todos los amigos que perdí desde que soy funcionario cuando les había pedido que me ayudaran a mí y al deporte, pero ellos no lo entendieron y sólo recibí ataques."

En los recientes meses Felipe Muñoz y Nelson Vargas restablecieron relaciones y hasta la fecha se han conducido "con mucho respeto'', sostiene el dirigente de la Conade, quien espera cerrar juntos el ciclo 2006 con los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena de Indias, Colombia.

Los problemas administrativos no paran en la burocracia deportiva, comenta Nelson Vargas, al confirmar la salida de los deportistas de silla sobre ruedas que competirán en los Juegos Mundiales de Brasil, viaje que inicialmente se había cancelado porque el presidente de esa federación, José Luis Muñoz, no ha comprobado recursos de más de medio millón de pesos.

Muestra con una tarjeta el apoyo de 260 mil pesos que entregó la Conade a la corredora master Chayito Iglesias, desde hace cuatro años, y en breve solucionará el problema que afronta la subcampeona olímpica Belem Guerrero si continúa o no con su entrenador Oscar Echavarría, quien tiene cirrosis y está en Cuba hace un par de meses, ya que la ciclista abre el calendario con las Copas del Mundo en noviembre próximo.

-Si el presidente Fox ha reiterado irse a descansar a su rancho de San Cristóbal una vez que termine su mandato, Nelson Vargas ¿dónde estará?

-Pues en mi rancho del Pedregal (ja, ja, ja).