Imdosoc: los ciudadanos "repudian" a los partidos porque algunos son "gran negocio"
La sociedad "está plagada de violencia y corrupción", señala grupo católico
El Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc) advirtió que la sociedad "está plagada de violencia y corrupción; de apatías y explotaciones deshumanizadas". Consideró que los ciudadanos "repudian" los partidos políticos porque algunos de sus dirigentes hicieron de ellos "un gran negocio y fuente de privilegios", mientras abundan los excluidos, las minorías y los grupos en situación de vulnerabilidad.
Como parte de un análisis de la realidad nacional, el organismo cuestionó el rezago de México frente a otros países en materia de desarrollo humano y la falta de participación ciudadana para revertir esta situación. No obstante, definió que la apatía de las mayorías se entiende por la "manipulación demagógica, las crisis político-económicas; la violencia e impunidad, la miseria y contrastes sociales, así como la depredación ecológica" en que viven.
Para el Imdosoc, los mexicanos "nos debatimos entre gobernanza y anarquía, entre populismo y parálisis, entre la desmitificación de la presidencia imperial y el auge de los caciques regionales". Pero sobre todo, externó su preocupación por que la ciudadanía se incline por el abstencionismo en los próximos comicios, frente a promesas electorales incumplidas; por la violencia social y doméstica en expansión por la desigualdad prevaleciente, "con algunos caciques prepotentes frente a muchedumbres manipuladas y campesinos, ancianos, indígenas, mujeres y niños ignorados y excluidos".
Además, lamentó -en el texto elaborado por uno de sus consejeros, Carlos Wagner Wagner- que los medios de comunicación se convirtieran, dentro de este escenario, en "un gigantesco negocio que manipula el mercado y la política; impulsan el consumismo y el hedonismo; promueven la violencia y estilos de vida, desde muy egoístas hasta muy corruptos, mientras se resisten a someterse a un código de ética social y a una ley reglamentaria, en aras de una falsa libertad de expresión".
Sin dar nombres, apunta que hay un grupo multidisciplinario de ciudadanos, con diferentes vocaciones y preferencias políticas en varias ciudades, impulsando acuerdos por un auténtico proyecto de servicio a la nación, donde es imperativo que se anteponga el bien común y los derechos humanos.
"La familia se sigue degradando; se manifiesta tanto por el aumento en la tasa de divorcios, como por el auge de uniones temporales y de niños en la calle."
Por eso, es necesario restaurar nuestra ética social. "El gobierno tiene que desburocratizarse y hacerse más eficiente; la corrupción e impunidad tienen que erradicarse y la sociedad civil debe vertebrarse para corresponsabilizarse del futuro. Tenemos que reconstruir la cultura de la legalidad y la paz social, además de combatir activamente la violencia urbana, el narcotráfico y la impunidad", se afirma en el documento.