Bush tiene plan para invadir Venezuela, afirma el mandatario sudamericano
"Retórica estrambótica", la del presidente venezolano en la ONU, acusa Washington
Washington, 16 de septiembre. Estados Unidos lamentó la "retórica estrambótica" del presidente venezolano Hugo Chávez, que se manifestó la víspera en su discurso ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), y su "falta" de cooperación en la lucha antidrogas, a lo que Venezuela respondió que el presidente George W. Bush no está hablando del combate al narcotráfico sino que busca su descalificación política.
Bush afirmó en su informe anual ante el Congreso que "Venezuela ha fracasado en forma demostrable durante los últimos 12 meses en cumplir sus obligaciones conforme con los acuerdos" en lo referente a la lucha contra el narcotráfico, y la embajada estadunidense dijo que Washington "descertificó" a Caracas en esa materia.
Previamente, el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, había afirmado que Bush no se atrevió a "descertificar" a Venezuela en la lucha antidrogas porque es "un cobarde" y sabe que sus críticas contra Venezuela son mentiras, pues ahora más que nunca el combate ha sido muy fuerte.
Ambos gobiernos iniciaron un nuevo desencuentro desde la víspera con la llegada a Nueva York del presidente Chávez, quien desde la sede de la ONU tachó a Estados Unidos de "campeón" del doble discurso y lo acusó de ser un Estado terrorista y protector de terroristas, además de ser "irrespetuoso" y violador de "todas las disposiciones habidas y por haber".
Este viernes, Chávez acusó a Estados Unidos de tener un plan llamado Balboa para invadir su país, acorde con una entrevista concedida a la cadena de televisión ABC para difundirse esta noche. Dijo tener pruebas de esos planes y que, "es más, tenemos documentación".
Bush comenzó por arremeter contra Venezuela al acusar a su gobierno de mantener con Estados Unidos una cooperación antidrogas "insuficiente", en un informe en que identificó a 20 países que producen o por donde transita la mayor cantidad de drogas en el mundo, donde se incluye a Venezuela y otros países latinoamericanos, inclusive México.
No obstante lo anterior, Bush "certificó" a todos los países de su lista, con excepción de Birmania, mientras que en el caso de Venezuela se abstuvo de sancionarlo con el fin de mantener su ayuda económica a las instituciones "democráticas" del país sudamericano, o sea, ayudar a la oposición.
Chávez se abstuvo en lo inmediato de referirse a lo dicho por Bush, en tanto que el Departamento de Estado "lamentó" la "retórica estrambótica" del mandatario venezolano luego de que éste acusó a Estados Unidos de ser un "Estado terrorista" con sus ataques con napalm en la ciudad iraquí de Fallujah y su negativa, hasta el momento, a extraditar a Caracas al anticastrista Luis Posada Carriles.
El vocero del Departamento de Estado, Adam Ereli, dijo que lamentablemente muchas discusiones entre los dos países se caracterizan por la "retórica" de Chávez, y que por eso ha habido falta de cooperación en "cierto número de asuntos".
No obstante, el portavoz dijo que a su gobierno le gustaría ver a Caracas "cooperar de manera productiva para beneficiar al hemisferio".
La vocera de la embajada estadunidense en Caracas, Salomé Hernández, afirmó que Venezuela "está descertificada" aunque no se le hayan aplicado sanciones debido a unas "excepciones" que se llaman waver. Apuntó que el próximo año volverá a ser evaluada y eventualmente podría recibir la certificación.
Aceptó que eso va a depender del análisis de cómo esté la cooperación, por ejemplo con la agencia antidrogas DEA, que ahora se encuentra en revisión por decisión del mandatario venezolano, quien suspendió las operaciones independientes de sus funcionarios dentro del país.
Explicó que en este caso la excepción se hizo para seguir "dando fondos de apoyo a la democracia para Venezuela", como los aportes que realiza el Fondo Nacional para la Democracia del Congreso estadunidense, que van a engrosar las arcas de la oposición política para mantener su ofensiva contra el gobierno de Venezuela.
Rangel dijo que la evaluación negativa de Estados Unidos en relación a Venezuela sobre su supuesta falta de cooperación antidrogas es una decisión "caprichosa y política", que obedece solamente a una campaña de "sistemática injerencia en nuestros asuntos internos".
Señaló que Estados Unidos no procedió a certificar a su país por las consecuencias legales que esa medida le acarrearía, como sería el corte de todo tipo de ayuda. Por eso, dijo, la declaración de Bush "es otra demostración de la hipocresía que caracteriza a su gobierno".
El vicepresidente puntualizó que "en materia de lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo, del suministro de petróleo, Estados Unidos no tiene nada de que quejarse de Venezuela". Por eso, dijo, a lo dicho por Bush no le reconoce ninguna autoridad ni moral, ni ética, ni política ni de carácter internacional.
Lo que le interesa a Bush, añadió, es la "descalificación política de Venezuela en función de futuras agresiones", y que ante la evaluación negativa y unilateral de Washington el gobierno de Venezuela "rechaza el intento de cualquier otro Estado por someterla a su jurisdicción, a sus decisiones políticas o judiciales.
Algunos analistas en Caracas comentaron que la decisión de Washington de no sancionar a Venezuela se debe a la necesidad urgente que tiene de seguir recibiendo petróleo venezolano.