Un trabajador bien nutrido rinde 20% más, asegura
Alimentación, tema soslayado por sindicatos y empresas: OIT
Los principales factores de interés para empleadores y sindicatos a la hora de contratar trabajadores son los salarios, las garantías en el trabajo y la seguridad, por lo que prestan casi nula atención a cómo se alimentan los trabajadores durante sus jornadas laborales, plantea la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe Comida y trabajo: soluciones para la desnutrición, la obesidad y enfermedades crónicas en los centros laborales, en el que resalta que una alimentación adecuada puede elevar la productividad 20 por ciento.
En el documento -que presenta estudios de caso- se resalta que "la buena alimentación de los trabajadores constituye un buen negocio para las empresas", ya que no sólo contribuye a elevar la productividad, sino que tiene gran incidencia en la motivación personal, en prevenir accidentes y decesos prematuros, y reducir gastos médicos.
La OIT destaca que aumentar 1 por ciento el número de kilocalorías en la alimentación de los trabajadores genera un incremento de 2.27 por ciento en la productividad global de la fuerza de trabajo.
Remarca que un problema recurrente en los países en desarrollo es la deficiencia de hierro, la cual es causa de debilidad, falta de energía y de coordinación, lo que merma la capacidad de trabajo.
Carencia de hierro y merma a la productividad
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los hombres y mujeres que presentan carencia de hierro tienen una capacidad de trabajo y una fuerza física 30 por ciento menor al resto de la población, mientras que la OIT resalta que en Asia del sur la carencia de este elemento genera por sí sola una pérdida de 5 mil millones de dólares en productividad.
En este tenor, la OIT hace notar que dado el "claro vínculo existente entre alimentación de calidad y una productividad elevada, ofrecer una alimentación decente a los trabajadores no sólo es importante en el plano social, sino también desde la perspectiva de la viabilidad financiera".
El organismo internacional resalta que el alimento es el "combustible que genera productividad"; por tanto, agrega, los empleadores deberían proporcionar a su fuerza laboral alimentos nutritivos o asegurar por lo menos el acceso a ellos, pues la desnutrición es "causa de ausentismo, enfermedades y accidentes".
Acota que en muchas ocasiones el trabajo en vez de favorecer una buena alimentación es un "obstáculo", no sólo porque se da poco tiempo para el consumo de alimentos -lo que privilegia el consumo de comidas rápidas y con escasa calidad nutricional-, sino porque las cafeterías de los centros de trabajo ofrecen comida de bajo valor nutrimental y poco variada, amén de las máquinas expendedoras de alimentos "nada saludables".
En torno a la tendencia de comer en la calle, la OIT resalta el riesgo de que los alimentos puedan estar contaminados con bacterias y, por tanto, generar posterior ausentismo. Asimismo, critica el hecho de que en muchas empresas en todo el mundo ni siquiera dan tiempo para comer ni existe un lugar para hacerlo.
En cuanto a las empresas de los países industrializados, refiere que si bien ofrecen "sistemáticamente programas de comida" a sus empleados, lo que se busca es "saciar el apetito" de su fuerza laboral contratada, lo que redunda en una enorme oferta de comida, que no necesariamente es saludable.
"Se ha demostrado que los trabajadores obesos tienen dos veces más probabilidades de faltar al trabajo; en las naciones industrializadas, entre 2 y 7 por ciento de los gastos médicos totales son causados por la obesidad", señala el informe, e indica que en los centros de trabajo de países ricos se incuban las enfermedades concomitantes a la obesidad, entre ellas la diabetes, males cardiacos y cáncer.
Círculo vicioso en países pobres
El otro lado de la moneda son los trabajadores que no tienen recursos para consumir suficientes calorías y que desempeñan trabajos extenuantes. "Los trabajadores agrícolas, migrantes y de la construcción, a menudo comen en peligrosas e insanas condiciones, y los nocturnos tienen pocas opciones para alimentarse a esas horas".
El organismo también hace referencia al círculo vicioso que enfrenta la fuerza laboral en los países pobres: "mala nutrición, mala salud, baja productividad y bajos salarios".