Camarón, un acercamiento a la humanidad del cantaor
San Sebastián, 17 de septiembre. Para los hacedores y amantes del flamenco, el cantaor Camarón de la Isla fue "un verdadero Dios en la tierra", con un extraordinario instinto musical que, "para bien o para mal", renovó ese genero musical que "arde" por las venas del pueblo gitano.
Así explica el director de cine Jaime Chávarri (Madrid, 1943) los motivos que lo llevaron a realizar la cinta Camarón, una obra de ficción, aclara, basada en la vida de José Monje Cruz (1950-1992), la máxima leyenda del cante jondo.
Como parte de los momentos especiales de la edición 53 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, la película se exhibirá el domingo en el Velódromo de Anoeta. Al finalizar la proyección se realizará un concierto-homenaje con José Fernández Torres, Tomatito, y su grupo.
El recinto tiene una capacidad para 10 mil personas y todas las localidades están ya agotadas. Lo recaudado será donado al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con el propósito de atender a 165 mil refugiados sahauris.
No hace falta ser un conocedor del flamenco para disfrutar la música de Camarón e interesarse en las anécdotas de su vida, "porque la música buena siempre lo será, y Camarón fue un gran artista que hizo pura música buena", explicó Chávarri en su encuentro con la prensa.
El cineasta agregó que su intención fue acercarse a la humanidad del personaje, "a su desamparo, a su miedo, pero también a su encanto. Fue un desafío porque quise devolverle a Camarón todo el arte que le dio al pueblo".
Camarón es interpretado por Oscar Jaenada, quien verdaderamente se metió en la piel del cantaor, "con miedo, con respeto, pero también con valor", expresó el actor. Para muchos críticos españoles su trabajo lo hará candidato a recibir un premio Goya.
Chávarri confesó que la familia de Camarón (llamado así por su pelo rubio, y "de la Isla" por ser originario de San Fernando, Cádiz) le pidió omitir ciertos aspectos de la vida del cantaor: que no se le mostrara consumiendo cocaína ni heroína, drogas a las que fue adicto; que no apareciera en silla de ruedas, ni que el personaje luciera demasiado demacrado cuando, casi al final de su vida, se le detectó cáncer de médula.
Su amistad con el guitarrista Paco de Lucía, el estruendo desgarrador de su voz que hechizaba, su fragilidad, todo lo que fue Camarón se plasma en la pantalla grande, con una banda sonora que descubre al espectador a una leyenda de la música universal.
"Que quede claro que no se trata de un documental o un docudrama. Camarón es una película de ficción, en la que si bien aparecen gitanos, tuve que dejarlos hacer, pillarlos con la cámara. No la hicimos para ganar mucho dinero. Es más, creo que me lancé de cabeza en este proyecto sin pensarlo mucho, pero no me arrepiento", puntualizó Chávarri.
Monica Mateos-Vega, enviada