Termina con los "enclaves autoritarios" de Pinochet
Promulga el presidente Ricardo Lagos la nueva Constitución chilena
Santiago, 17 de septiembre. El presidente de Chile, Ricardo Lagos, promulgó este sábado la nueva Constitución política del país, con lo que se pone fin a los "enclaves autoritarios" instaurados por la dictadura de Augusto Pinochet, hace 25 años.
"Chile tiene desde hoy una Constitución que ya no nos divide", declaró el mandatario durante una ceremonia en el palacio presidencial de La Moneda, tras firmar tres ejemplares de la carta fundamental que quedaron en manos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
"Chile se merecía y se merece una Constitución más democrática, sin garantes, tutelajes ni guardianes", afirmó Lagos entre aplausos de unos mil invitados, entre miembros de su gabinete, senadores, diputados, representantes de las fuerzas armadas y de los credos religiosos.
Se trata de una serie de 58 reformas que fueron discutidas durante los últimos cinco años y que terminaron de ser aprobadas el pasado 16 de agosto por 150 votos en favor, tres en contra y una abstención, en sesión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados, previamente a un difícil acuerdo con la derecha opositora.
Entre las principales reformas que ponen fin en definitiva al sello autoritario del texto del antiguo régimen militar que prevalecía desde septiembre de 1980, destacan la eliminación de los nueve cargos de senadores designados sin votación popular, entre los cuales los primeros ejercieron funciones durante ocho años y habían sido en su momento nombrados por Pinochet. Dichos senadores fueron un muro de contención contra cualquier reforma.
Asimismo, se eliminaron los cargos de senadores vitalicios que se reservaba a los ex presidentes, y que sólo ocupa el ex mandatario democristiano Eduardo Frei (1994-2000), quien cesará funciones en diciembre, cuando se renueve el Parlamento.
Pinochet, quien también asumió el cargo de senador vitalicio cuando dejó la jefatura del ejército, en marzo de 1998, renunció en julio de 2002 a esa prerrogativa después que la Corte Suprema de Justicia lo sobreseyó en el primer juicio abierto en su contra por violaciones contra los derechos humanos durante su régimen.
También fue limitada la influencia militar con la restitución al presidente de la facultad de remover a los jefes de las fuerzas armadas y al director general de la policía militarizada de carabineros.
Esta Carta Magna cambia las atribuciones del Consejo de Defensa del Estado, que ahora será un órgano consultor sin poder resolutivo, y sólo lo podrá convocar el presidente de la república, no los militares.
La nueva Constitución dejó de llevar la firma de Pinochet, de su entonces ministro del Interior Sergio Fernández y del resto de su gabinete de entonces, que habían suspendido la carta de 1925 para imponer disposiciones políticas cuando los partidos políticos estaban proscritos, no había registros electorales, el Congreso había sido abolido y la prensa estaba amordazada.