Este lunes comenzará el regreso de 180 mil habitantes a los distritos "menos afectados"
Retornan evacuados a Nueva Orleáns
Autoridades federales piden posponer la decisión; ''aún hay riesgos sanitarios", alertan
Nueva Orleáns, 17 de septiembre. Nueva Orleáns espera este lunes a los primeros ciudadanos autorizados a regresar para participar en las operaciones de reconstrucción, a pesar de que los funcionarios federales a cargo de las operaciones de rescate advirtieron a las autoridades locales del riesgo sanitario que aún persiste en la ciudad.
Tres semanas luego del paso de Katrina, el alcalde de Luisiana, Ray Nagin, decidió permitir el ingreso a partir del lunes de casi 180 mil habitantes a los distritos que fueron menos golpeados y donde ya se restablecieron los servicios básicos.
Sin embargo, los expertos cuestionan la pertinencia de hacer volver a los residentes a áreas donde el suministro de energía es inconstante y hay carencias de agua y servicios sanitarios.
El encargado de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), el almirante Thad Allen , advirtió que los residentes que regresen a Nueva Orleáns enfrentarán riesgos sanitarios, e instó a demorar lo más posible su retorno a la ciudad, que permanece anegada en 40 por ciento.
Según Allen, la FEMA advirtió a funcionarios estatales y locales sobre el resultado de pruebas de laboratorio que determinan los peligros ambientales y de salud.
Por su parte, la agencia de protección ambiental de Estados Unidos informó que la densa capa de lodo que dejó la inundación contiene altos niveles de bacterias y contaminantes químicos.
El peligro es mayor si se considera que Nueva Orleáns podría inundarse otra vez si caen algunos centímetros de lluvia, según información del diario inglés The Guardian.
Las autoridades a cargo de las operaciones de emergencia revelaron que los sistemas de protección contra inundaciones son todavía muy débiles, por lo que menos de ocho centímetros (tres pulgadas) de lluvia serían suficientes para provocar otro desastre.
Un ex coronel del cuerpo de marines, Terry Ebber, dijo que una fuerte tormenta podría anegar "muchas de las áreas que hemos vaciado y que ahora están secas".
La ciudad, aún en condiciones precarias
Pero los comerciantes del centro no esperaron más y comenzaron el viernes a abrir sus locales en el barrio francés, que se salvó de las peores consecuencias de las inundaciones porque está construido sobre terrenos altos.
Los damnificados, que regresarán a sus hogares por fases en los próximos 10 días, estarán expuestos a las inclemencias por la falta de ventanas y por agujeros en los techos.
Las calles que permanecen a oscuras son patrulladas por tropas armadas y la policía, que aún aplican un toque de queda para controlar los saqueos.
Otra preocupación ahora son los 2 mil 52 niños que continúan reportados como desaparecidos, mientras sólo 760 se han reunido con sus familias, informó el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados, con sede en Virginia.
Sin embargo, la subsecretaria de Servicios Sociales de Luisiana, Marketa Garner Gautreau, advirtió que el número de niños desaparecidos podría estar "inflado".
"Simplemente no hay mil 988 niños ahí fuera sin un adulto", dijo Garner en referencia a la cantidad de niños denunciados como desaparecidos en su estado. Más tarde, la cifra cayó a mil 869.
Descarta Bush carga a contribuyentes
En el plano político, en respuesta a las preocupaciones sobre el enorme costo que significará el desastre para la endeudada economía estadunidense, el presidente George W. Bush afirmó este viernes que la reconstrucción de la ciudad se pagará con recorte de gastos y no con aumentos fiscales.
''Seremos cuidadosos con el dinero que gastemos'', respondió Bush respecto a lo que anunció como uno de los más grandes proyectos de reconstrucción del mundo.
Bush no dio cifras exactas, pero sus declaraciones reforzaron las previsiones de una enorme factura para las finanzas públicas, pues ya se habla de 200 mil millones de dólares.