Denuncian que la falta de apoyo del gobierno mantiene en zozobra a titiriteros
Cumple 30 años en los escenarios la compañía Marionetas de la Esquina
Para celebrar montarán 10 de sus obras en el teatro El Galeón a partir del 24 de este mes
Ampliar la imagen Lucio Esp�ola y Lourdes P�z Gay, rodeados por algunos de sus personajes FOTO Jesus Villaseca Foto: Jesus Villaseca
Con un repertorio de 19 obras, más de 11 mil representaciones, alrededor de 500 talleres impartidos, creadores del Laboratorio del Títere y organizadores del Festival Internacional Titerías, la compañía Marionetas de la Esquina, encabezada por Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola, celebra sus 30 años de trayectoria.
Para celebrar estas tres décadas, la compañía escenificará 10 de sus obras, en el teatro El Galeón, los sábados y domingos comprendidos entre el 24 de septiembre y el 11 de diciembre.
La agrupación, creada en Argentina por Espíndola, estrenó su primer espectáculo en 1975 titulado Eranse muchas veces, con el que obtuvo el premio Vito Cantone del Fondo Nacional de las Artes de ese país.
Al año siguiente, "debido a la dictadura y la censura", se traslada a México, específicamente a la ciudad de Guadalajara, donde permanece casi un año. Para 1977, se muda a Cuernavaca, Morelos, y allí inicia una nueva etapa en su actividad creativa, al incorporarse la actriz, titiritera y directora Lourdes Pérez Gay.
Marionetas de la esquina es una de las compañías "que abrió brecha" con su labor, para darle un mayor reconocimiento al trabajo teatral con títeres. Durante esas tres décadas "ha sabido integrar diferentes técnicas y buscar nuevos temas acordes con los tiempos y necesidades de los espectadores".
En los primeros años, explican en entrevista Pérez Gay y Espíndola, el principal reto "era el de simplemente sobrevivir". Ahora las problemáticas a las que se enfrentan son otras.
El Laboratorio de Títeres, que tiene como propósito fundamental la profesionalización de los titiriteros mexicanos, con la supervisión de creadores destacados de otros países, les ha permitido detectar con otros de sus colegas que en México "los titiriteros tenemos que presionar y convencer a las autoridades culturales, respecto del apoyo a las compañías, las cuales todavía viven en la incertidumbre".
En nuestro caso, comentan, el pasado Festival Internacional Titerías "casi zozobra, pues por parte de las autoridades culturales hubo un imprevisto retiro de apoyo. A 10 días de iniciar el festival, de los 360 millones de pesos que habían comprometido, sólo senos entregó alrededor del 15 por ciento. Hubo hasta un funcionario que nos llego a responder: pues cancelen el festival".
Eso es un reflejo de cómo el gobierno federal tiene una política de recortar los recursos económicos destinados a los grupos, ante esto -señala Espíndola-, se tendrían "que realizar acciones concretas y no sólo de palabra por parte del gobierno, para que la iniciativa privada apoye a los creadores. Eso se podría lograr con estímulos fiscales, por ejemplo.
Otra de las cuestiones, destaca Pérez Gay, es la incongruencia en las convocatorias. "Ponen a competir a compañías con años de trayectoria con jóvenes, lo que afecta a ambas agrupaciones. Se crea una situación en la que los jóvenes odian a las otras compañías porque piensan que son privilegiadas, pero lo único que se tiene es más experiencia y en ese sentido es difícil, para ellos, ganar en un concurso de selección para recibir apoyo.
"Aunque ya hay atisbos de cambio, eso no pude seguir ocurriendo. Se tiene que cambiar -destaca Espíndola-, la estructura financiera destinada a lo artístico-cultural, porque aunque se tiene un presupuesto considerable para ese rubro, hay que recordar e insistir que más de 80 por ciento de ese presupuesto se gasta en la parte administrativa y el 20 por ciento restante en la producción creativa."
También, entre otras cosas, abunda, "se tiene que impulsar más -de manera cierta, real, concreta y sincera- la vinculación entre el arte y la educación artística. No se puede seguir creyendo que el arte es un lujo. Se tiene que posibilitar el desarrollo del pensamiento crítico en los niños".
En la actualidad, apunta Pérez Gay, "se podría decir que hay una política cultural, pero no está bien estructurada. La idea que se tiene es la de privatizar. Están tratando de que los creadores se preocupen mucho más de la parte mercantil que del trabajo creativo".
Para celebrar sus 30 años en escena, Marionetas de la esquina escenificará El circo, La barranca, El jardín, La visita inesperada, El señor de la tierra blanca, El siglo de mis abuelos, El cielo de los perros, Dibújame una vaca, Una luna entre dos casas y Costumbre que fue nacida de otra que fuera prohibida. Las funciones serán sábados y domingos, a las 13 horas, comprendidos entre el 24 de septiembre y el 11 de diciembre, en el teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque.
Y el 23 de noviembre, a las 19 horas, presentarán el libro conmemorativo Marionetas de la esquina tras bambalinas, editado por Cal y Arena, el cual está integrado por la historia de la compañía, los procesos de producción de sus obras y por material gráfico que ilustra la construcción, en diferentes técnicas, de algunos de sus títeres.