No es "capital del crimen", sostiene el alcalde Héctor Murguía

Para el alcalde de Juárez, Héctor Murguía, el centro de su ciudad "es un foco de infección social" que debe ser extirpado y reordenado para empezar a sanear los males que aquejan a la población.

Sin embargo, rechaza que a Juárez se "le estigmatice como la ciudad del crimen", porque sus problemas no son mayores a los que presentan otras urbes fronterizas como Tijuana, Baja California, y Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Murguía sostiene que con más de millón y medio de habitantes, Juárez requiere de un tratamiento especial de los gobiernos federal, estatal y municipal para atender los rezagos. Más de 52 por ciento de su superficie no está pavimentada, y al menos 20 por ciento necesita obras de agua potable, alcantarillado y drenaje; "se requiere mucho dinero y años de planeación para resolver los problemas que ahora tenemos", expresa con un gesto que le endurece el rostro.

Indica que sólo en el centro, en el cual se concentran los tugurios donde proliferan prostitución, venta de droga y delincuencia en general, hacen falta más de mil millones de pesos para emprender la remodelación y rescate parcial del perímetro donde se ubica el monumento a Benito Juárez, a fin de acabar con lo que llama "foco de infección social".

Molesto por el estigma de violencia que marca a Juárez, el presidente municipal rechaza que su ciudad esté en manos del hampa, porque aquí, asegura, hay una economía y una industria pujante que atrae día con día a miles de pobladores de otras zonas del país, que encuentran el trabajo del que carecen en sus lugares de origen.

"Nosotros tenemos problemas, pero no los vamos a resolver con policías y pistolas", afirma al tiempo que rechaza la visión de quienes lanzan advertencias sobre los riesgos de visitar Ciudada Juárez.

Sostiene que ésta es una ciudad sana, donde los crímenes violentos no son mayores a los de otros lugares del país, incluso los feminicidios, y se lanza contra quienes propagan esa imagen, que a su ver serían las organizaciones no gubernamentales, las cuales "han lucrado bastante con los problemas de la ciudad".

Desde su perspectiva, muchos delitos violentos, como los recientes asesinatos de dos niñas de siete y diez años edad, que conmocionaron a la opinión pública, "suceden intramuros, difíciles de prevenir por la autoridad, y son producto de la carencia de valores".

Miroslava Breach, corresponsal