Primera sesión del ciclo Modernidad: los holocaustos
Bush propicia una peligrosa desestabilización: Saxe-Fernández
Con la adopción de una nueva política que justifica la ''guerra nuclear preventiva", el aumento del presupuesto para armas y la modernización tecnológica de sus sistemas balístico y antibalístico, así como la difusión pública de planes secretos para diseñar ataques contra países como Rusia, China, Corea del Norte, Irán y Siria, el gobierno de Bush alienta la carrera armamentista y genera un peligroso ambiente de desestabilización.
Lo anterior se deduce de planteamientos de John Saxe-Fernández, quien advierte además que los ataques terroristas del 11 de septiembre fueron utilizados como pretexto para plantear que la disuasión convencional ya no funciona, por lo cual el gobierno estadunidense avala el uso de armas nucleares si así lo considerara necesario.
Dicho giro, dijo el investigador y colaborador de La Jornada, abandona 25 años de una política estadunidense explícita de no atacar primero con armas nucleares a una nación que carezca de ellas, y retoma el ''terrorismo de Estado" que hace 60 años llevó al presidente Truman a lanzar bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki.
Con la ponencia de 18 páginas Bush y el predicamento termonuclear, Saxe-Fernández participó en la sesión que inauguró ayer el ciclo de mesas de trabajo Modernidad: los holocaustos, en el auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En la mesa participó, entre otros, Carlos Bunge, con la ponencia El desarrollo de las armas nucleares.
Respecto de las consecuencias para México, Saxe-Fernández, también organizador del ciclo, advirtió que Estados Unidos involucra al país en la lucha antiterrorista. Fox ya firmó, agregó, la Alianza para la Prosperidad y la Protección de la América del Norte. ''Se coloca a México como blanco de ataque, porque es uno de los principales y torpes abastecedores de combustibles fósiles a Estados Unidos", comentó, en lo que coincidió Bunge, quien dijo que el país siempre ha sido considerado un ''blanco nuclear" por su posición estratégica para el vecino del norte.
El analista, quien dijo que hablaba del Bush que no supo defender Nueva Orleáns contra la furia de la naturaleza, aclaró que se refería de una política ''desestabilizante", porque con ese giro Estados Unidos envía un mensaje inquietante a países con armamento nuclear, como Rusia o China.
Para Saxe-Fernández, una tercera guerra mundial nuclear rebasa consideraciones éticas y morales, o cualquier discusión sobre ''cómo debemos ser", pues el problema sería, simplemente, ''ya no ser".