Vientos sostenidos de 265 kilómetros por hora; paralizada, la producción petrolera
Se convierte Rita en huracán categoría 5; va hacia la costa texana, directo a Galveston
Ampliar la imagen Residentes de Edgewater Retirement Community, a la espera de ser evacuados de Galveston FOTO Ap Foto: Ap
Houston, 21 de septiembre. El huracán Rita se convirtió este miércoles por la tarde en ciclón de máxima intensidad al pasar a la categoría 5 con vientos sostenidos de 265 kilómetros por hora, y sobre las aguas del Golfo de México ha paralizado ya en 70 por ciento la producción petrolera y se dirige a la costa texana y a la ciudad de Galveston, lo que ha provocado la evacuación de más de un millón de personas de la mayor parte de la costa y sectores de la región.
Aunque entró en la categoría 5, la más peligrosa de la escala Saffir-Simpson, no se descartan algunas variaciones en el curso del fenómeno y el hecho de que pueda tocar tierra hasta la noche del viernes y la madrugada del sábado, lo que hace prever que si bien seguiría siendo un ciclón mayor llegaría disminuido en categoría 3.
Sin embargo, las autoridades federales, criticadas por la lentitud con que actuaron ante el reciente huracán Katrina que devastó los estados de Luisiana, Mississippi y Alabama, esta vez anunciaron que los desalojos de Galveston y Nueva Orleáns son "obligatorios", pues esta última ya destruida también está amenazada por Rita.
El éxodo comenzó este día en Galveston, ciudad costera texana de 57 mil habitantes, por lo que largas filas de automóviles congestionaban el tránsito en dirección a Houston, 60 kilómetros al noroeste, y hacia otras poblaciones.
Ambulancias con las sirenas encendidas evacuaban pacientes en condición grave, familias empacaban sus pertenencias y docenas de autobuses transportaban a toda prisa a residentes sin autos propios.
Por la tarde las calles ya estaban vacías, con el cierre de la mayoría de los comercios, restaurantes, oficinas y gasolineras.
Los llamados a la evacuación se hicieron insistentemente, desde el propio George W. Bush así como por el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, y la alcaldesa de Galveston, Lyda Ann Thomas.
También el alcalde de Nueva Orleáns, Luisiana, Ray Nagin, suspendió el regreso de los residentes y ordenó la evacuación obligatoria de la población.
Pero también el alcalde de Houston, Bill White, instó a los residentes de áreas bajas de la ciudad y de casas rodantes a abandonar sus hogares. De hecho, Bush declaró el estado de emergencia en Texas y Luisiana.
Incluso, 7 mil refugiados por Katrina en Houston debieron nuevamente ser evacuados, esta vez a Arkansas y Tennessee.
Bush declaró que se han preparado para "lo peor, pero que "esperamos y rezamos para que el huracán Rita no sea una tormenta devastadora". A su vez, la Cámara baja votó un proyecto de ley que otorga más de 6 mil millones de dólares de exenciones fiscales de cinco años a particulares y empresas afectadas por Katrina, y se espera que el Senado lo apruebe con rapidez.
Mientras la intensidad de las lluvias se siente, miles de miembros de la Guardia Nacional y el ejército han sido desplegados en coordinación con los gobiernos estatales de Texas y Luisiana, y barcos y helicópteros se hallan en alerta en las costas y ante las áreas petroleras en el Golfo de México
En Nueva Orleáns, donde puso fin a la recuperación de cadáveres luego que socorristas rescataron vivo a un hombre de 70 años, el saldo de víctimas de Katrina se elevó a mil 33 muertos, y 2 mil 400 niños permanecen desaparecidos.
Por último, Estados Unidos rechazó una oferta de Cuba para que unos mil 600 médicos del país antillano se sumen a las operaciones de asistencia a las víctimas de Katrina, porque, dijo hoy Joseph Sullivan, funcionario del Departamento de Estado, hay suficientes médicos estadunidenses como voluntarios.