El popular ministro de Exteriores vuelve a la vida civil
Alemania, conmovida por el retiro político del verde Joschka Fischer
Berlín, 21 de septiembre. La noticia de la despedida de Joschka Fischer, ministro de Relaciones Exteriores de Alemania y líder histórico del Partido Verde, causó hoy conmoción en el mapa político del país.
Lo que fue Willy Brandt para los socialdemócratas y Konrad Adenauer para los democristianos es Fischer para ecologistas y pacifistas. La figura de este político con pasado revolucionario que en los años 70 participaba en manifestaciones que tal vez rozaban en la violencia, es quizá la más popular del gobierno alemán, actualmente paralizado ante la incertidumbre que dejaron las elecciones del domingo.
Luchador incansable, orador experimentado, adorado por sus seguidores y respetado por sus enemigos, considerado parte de la izquierda alemana sin tintes dogmáticos y de carisma incuestionable, su autobiografía, Joschka Fischer, el largo camino hacia mí mismo, se convirtió en éxito editorial y una película sobre su vida fue transmitida recientemente en la televisión.
Fischer ha declarado que se retira de la política para gozar de mayor libertad y de su vida privada; sin embargo, aseguró, continuará ocupando su puesto de diputado por el Partido Verde ante el Parlamento. Fischer afirmó que las nuevas generaciones deben tomar las riendas de la formación.
Todos aquí se preguntan si los verdes tendrán la suficiente madurez para sobrevivir sin Fischer en un posible gobierno de coalición. Difícil creer que este hombre que ronda ya los 60 años ocupará un lugar pasivo en la política, y se cree que podría asumir un cargo diplomático internacional en Bruselas o Nueva York.
Con Fischer, los verdes lograron por vez primera en la historia alemana pasar de la oposición a ocupar puestos en el aún actual gobierno. Con su retiro, aunque parcial, la coalición rojiverde entre socialdemócratas y verdes es ya historia.
En junio pasado, el canciller federal socialdemócrata, Gerhard Schroeder, convocó a elecciones anticipadas para refrendar un voto de confianza sin consultar con sus aliados. Ahora Fischer responde.
Al anunciar su retiro, la posibilidad de repetir la fórmula socialdemócrata-verde queda eliminada. La prensa alemana recomendó a Schroeder terminar con la ilusión de continuar como gobernante y seguir los pasos de Fischer.