Usted está aquí: jueves 22 de septiembre de 2005 Mundo Luto entre las Abuelas de Plaza de Mayo; muere Otilia Lescano, presidenta honoraria

Recuperan a otro nieto robado por represores de la dictadura militar argentina

Luto entre las Abuelas de Plaza de Mayo; muere Otilia Lescano, presidenta honoraria

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 21 de septiembre. El dolor cruzó hoy la alegría de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, que festejaban la recuperación de Leonardo Fosatti Ortega, hijo de desaparecidos durante la pasada dictadura militar (1976-1983), cuando se conoció el deceso en Córdoba de Otilia Lescano, presidenta honoraria de esta entidad, quien murió a los 91 años sin haber podido encontrar a su nieta, también nacida en cautiverio y robada por los militares.

Otilia perdió a siete familiares durante la dictadura y fue fundadora de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, cuya presidencia honoraria ejercía desde agosto pasado, siendo la más anciana de todas. Nunca dejó de luchar por encontrar a su nieta, nacida en cautiverio cuando sus padres María de las Mercedes y Tomás Fresneda fueron secuestrados en Mar del Plata (provincia de Buenos Aires) el 8 de junio de 1977.

"El mundo tiene que saber que muchos de nuestros nietos estaban en el vientre de sus madres mientras ellas eran torturadas. No se puede ocultar y tapar esto. El mundo tiene que saber que se quedaron con los hijos de nuestros hijos", denunció Otilia en una de sus últimas entrevistas.

En tanto, el joven recuperado por las abuelas nació el 12 de marzo de 1977 en la comisaría Quinta de La Plata, provincia de Buenos Aires. Su madre, Inés Beatriz Ortiga, tenía sólo 16 años y su padre Rubén Leonardo Fosatti 22.

Ella estaba embarazada de siete meses y fue mantenida con vida hasta el parto, que ocurrió en manos de sus torturadores, en una mesa de cocina sucia y desmantelada, adonde la llevaron encapuchada y con las manos atadas. Así tuvo su niño Inés Ortega, pero sólo unos dos días después y bajo el pretexto de que "el coronel" que estaba a cargo de esos prisioneros quería conocer al niño, se lo quitaron. De Inés y su esposo, ambos jóvenes trabajadores y estudiantes, nunca más se supo.

Fue el propio joven entregado a una familia donde creció bajo otro nombre, quien comenzó a sospechar y recurrió a las Abuelas, que hacen constantes llamados a presentarse a todos aquellos niños nacidos durante la dictadura que dudan sobre su identidad.

Después de los estudios de ADN, el pasado 11 de agosto finalmente el Banco Nacional de Datos Genéticos, que ha logrado ya identificar a 81 de los más de 400 niños que fueron arrancados a sus padres desaparecidos durante la pasada dictadura militar, confirmó la identidad de Leonardo.

"La verdad asoma más temprano que tarde", dijeron las Abuelas que mañana recibirán, en la figura de Estela de Carlotto actual presidenta de la Asociación, el reconocimiento Honoris Causa por el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires.

Varios jóvenes se han presentado ante las Abuelas ante las dudas por las fechas de su nacimiento y en algunos casos porque saben que son adoptados, especialmente cuando no están en manos de familias de militares o policías.

Una de las testigos del paso de Inés por el centro clandestino de detención que fue la comisaría quinta, es Adriana Calvo, sobreviviente y luchadora por los derechos humanos, quien vio a la joven en uno de los calabozos y con otras detenidas fueron ayudándola hasta el momento del parto. Ese día, desde las celdas adonde las encerraron, reconocieron la voz del médico de la policía Jorge Antonio Bergés, procesado por el robo de niños nacidos en cautiverio, y debieron vivir esa otra tortura de saber en qué condiciones su compañera de infortunios "debía parir a su hijo entre las hienas".

Dos días estuvo Inés junto a su hijo, pero le hicieron creer que se lo entregarían a su familia.

Nunca sucedió y a ella y su joven esposo los "trasladaron" (desaparecieron) como a otras 30 mil víctimas de la dictadura más brutal que conoció el país.

"Comienza para Leonardo el camino del encuentro de su identidad e historia personal y con los familiares que lo buscaron... encontramos otro nieto. Otro nieto nos encontró", dijeron las Abuelas. Pero no sólo la familia lo quiere conocer, sino también los compañeros de sus padres en los colegios donde estudiaban, en sus trabajos "y esto es una demostración de cómo la vida vuelve sobre sus pasos para vencer al dolor y la muerte. Leonardo ya está donde hubieran querido su padres que estuviera", dijo Carlotto.

En tanto, aunque ya en agosto pasado se había conocido sobre el segundo avión de la fuerza aérea que había trasladado 18 detenidos-desaparecidos desde Buenos Aires a Montevideo, en vuelos realizados el 28 de julio y el 5 de octubre de 1976, ahora se espera la confirmación de que en ese viaje los militares habrían llevado también 6 millones de dólares que supuestamente habían sido "incautados" en las operaciones realizadas en el Plan Cóndor.

Los pilotos uruguayos habían responsabilizado de los vuelos -en uno de los cuáles habría sido llevada María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman y desaparecida en Montevideo- al Servicio de Información de Defensa (SID).

De hecho si se confirma el robo de esos fondos esto excluirá de la Ley de Caducidad a los involucrados en estos hechos. Esta ley permitió la impunidad para los responsables de delitos de lesa humanidad en Uruguay, donde en escaso tiempo se ha abierto la posibilidad de ir a fondo por primera vez en la verdad y hacia la justicia.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.