El director del instituto comparece en San Lázaro; insiste en crisis insostenible
Ofrecen diputados de PRI y AN apoyar las reformas al ISSSTE
El gobierno trata de imponer cambios al régimen de retiro en vez de acordarlos, acusa PRD
A gasto corriente de la institución, 95% del presupuesto, sostiene Benjamín González Roaro
Ampliar la imagen El titular del ISSSTE, Benjam�Gonz�z Roaro, compareci�te la Comisi�e Seguridad Social de la C�ra de Diputados como parte de la glosa del quinto Informe de gobierno. En la imagen tambi�aparecen los legisladores Miguel Alonso Raya, Julio Galileo Lastra y Roberto Vega Galina FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�
La reforma a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) fue el tema principal de la comparecencia del director general de ese organismo, Benjamín González Roaro, quien obtuvo el ofrecimiento de diputados panistas y priístas de que votarán en favor de esa modificación cuando se presente en el Congreso de la Unión.
El funcionario planteó de nueva cuenta la crítica situación económica del instituto y anunció que 2005 es el último año en que el organismo podrá tomar recursos de los préstamos personales para financiar el fondo médico. En 2006, advirtió, ''vamos a solicitar al Congreso transferencias específicas'' para ese fondo, con la finalidad de poder seguir operando, aunque sin crecimiento alguno.
Desequilibrios e imposiciones
Sobresalieron las críticas de los legisladores del PRD respecto al desequilibrio en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2006, pues mientras se asignan cuantiosos recursos al Seguro Popular, las instituciones de seguridad social no han sido tomadas en cuenta de la misma manera, dijeron.
Sin pretender afectar al seguro popular, los legisladores "no aceptaremos que los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social y del ISSSTE se sigan deteriorando, por lo que buscaremos equilibrios", señaló el perredista Francisco Javier Carrillo Soberón.
Sobre este tema, su correligionario Agustín Rodríguez Fuentes cuestionó que el gobierno federal esté empeñado en acatar los lineamientos de organismos internacionales, como el Banco Mundial, en lugar de buscar una fórmula que fortalezca los servicios médicos ya existentes, de una manera más amplia, global, con calidad y eficiencia.
En relación con el proyecto de reforma legal del ISSSTE, Rodríguez Fuentes rechazó esquemas de imposición, como los aplicados en el IMSS. Es mejor sumar, fortalecer, que fracturar, apuntó.
Además, retomó la iniciativa de crear un fondo nacional de pensiones, a manera de organismo autónomo y desconcentrado, en lugar de entregar los recursos del fondo de pensiones a instituciones privadas.
Ahogan los gastos irreductibles
En su exposición inicial, el director del instituto se refirió a los logros obtenidos en materia de equipamiento, surtimiento de recetas, atención exitosa del envejecimiento, certificación de hospitales y aumento en el número de créditos otorgados a los derechohabientes, entre otros, pero también resaltó que 95 por ciento de su presupuesto está destinado a gastos irreductibles: medicinas y suministros, nómina y pensiones. El cinco por ciento restante lo absorbe el gasto de operación, por lo que cualquier recorte se tiene que aplicar sobre este último, con las consecuencias que ello implica para el fortalecimiento del instituto, apuntó.
Sobre la reforma, el funcionario afirmó que el gobierno federal no ha abandonado su proyecto, sino que continúa en la búsqueda del consenso de todos los sectores involucrados. El cambio debe ser integral para rescatar al ISSSTE como patrimonio de los trabajadores y en el que "todos debemos contribuir con garantía de sustentabilidad y compromiso social".
Refrendó el compromiso del gobierno para respetar y reconocer los derechos de trabajadores activos y pensionados, así como tomar en cuenta la opción de la administración pública del fondo de pensiones bajo esquemas que garanticen su viabilidad en el futuro.
Destacó que, a la fecha, unos 300 mil trabajadores cumplen con los requisitos para jubilarse o pensionarse, los cuales se podrían sumar a los 537 mil empleados en retiro, con los que se acrecentaría el déficit de personal en activo.
Sólo en el periodo de 1974 a 1986 había 14 trabajadores activos por cada pensionado, con lo que había un equilibrio financiero. Con ello, dijo González Roaro, se demuestra que existen errores y cargas originales que el ISSSTE ha tenido que soportar.