Casa Alianza asegura que Internet es una de las vías para inducirlos a la práctica
En ascenso, la explotación sexual de niños; al menos 32 mil la padecen
ONU: 3 millones de personas son víctimas de este delito en el mundo; un tercio son menores de 14 años
Actividad ilícita lucrativa; genera 10 mil millones de dólares al año
La explotación sexual infantil en México va en ascenso. Casa Alianza, una de las agrupaciones civiles más activas en la atención de niños de la calle, informa que la Dirección General de Protección a la Infancia del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia tiene registrados 32 mil casos de niños y adolescentes afectados por esta práctica, mientras la cifra oficial es de 16 mil.
La organización no gubernamental refiere que una de sus preocupaciones principales es la facilidad que tienen los menores de edad en el acceso a Internet, desde donde actúan los enganchadores. Casa Alianza asegura que de 50 proveedores de servicios de acceso a la red sólo cuatro ofrecen software para protegerlos de este delito, mientras empresas de seguridad cibernética aseguran que entre 40 y 60 por ciento de los ingresos de Internet tiene relación directa con la pornografía.
Este viernes se conmemora el Día contra la Explotación Sexual y, de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, más de 3 millones de personas son víctimas de este delito a escala mundial, de los cuales un tercio son niños de entre seis meses y 14 años.
La Organización Internacional del Trabajo calcula por su parte que al menos un millón de estos menores radican en Centro y Norteamérica.
Según el Instituto Nacional de Migración, el tráfico con fines sexuales es la tercera actividad ilícita mundial más lucrativa, pues reporta ganancias de 10 mil millones de dólares anuales. En tanto, el Fondo de Naciones Unidas para la Protección de la Infancia señala que la pornografía genera recursos por 7 mil millones de dólares cada año.
En México la Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos calcula que cada año se extravían 20 mil pequeños. La mayoría, dice, es víctima de explotación sexual, tráfico de órganos o, en el menor de los casos, es adoptada de manera ilegal por extranjeros.
Por su parte, la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños para América Latina y el Caribe denuncia que sólo en el Distrito Federal el tráfico sexual de menores se duplicó en una década.
Alejandro Núñez, responsable del programa contra la explotación sexual infantil de Casa Alianza México, llegó a esta conclusión al señalar que hace 10 años de cada 10 niños de la calle con los cuales trabaja la ONG ninguno aceptaba tomar parte de esas prácticas, y en la actualidad tres o cuatro hablan de ella como un asunto cotidiano.
Acepta que no existen estadísticas precisas del tema; sin embargo, rechaza que la migración sea la principal causa de la explotación sexual infantil.
Denuncias rrecurrentes de Casa Alianza
Cada mes, Casa Alianza presenta a las autoridades informes sobre la existencia de al menos siete lugares -bares, salas de cine, loncherías y otros establecimientos- donde es recurrente la explotación sexual infantil. Lo mismo ocurre cuando detecta sitios de Internet con contenido pornográfico, donde se involucra directamente a menores de edad.
Pese a considerar que ha habido buena respuesta a sus denuncias, pues en algunos casos los establecimientos han sido cerrados o clausuradas las páginas electrónicas denunciadas (aunque ello no signifique su eliminación), la organización señala que falta mayor coordinación interinstitucional y recursos para combatir el delito.
Casa Alianza refiere que las constantes revisiones médicas, sicológicas y sociológicas que se practican a los menores revelan que muchos de ellos han sido o son víctimas de explotación sexual.
Refiere que esto se comprueba en sus cambios de conducta, pues prefieren la diversión nocturna, tienen mayor disponibilidad de dinero, una vida sexual más activa, lo mismo que infecciones de transmisión sexual más severas, como el condiloma (pequeños gránulos que aparecen en la región del ano y el recto, en el caso de los varones).