La familia del vocero de la SSP prefirió una ceremonia únicamente con amigos
Indignación en León por la tardanza de los cuerpos
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Los hermanos H�or Ram� C�r Alejandro Mart�Montes, hijos de Ram�art�Huerta, flanquean al procurador general de la Rep�a, Daniel Cabeza de Vaca, ayer en Le�OTO Martin Diego Rodr�ez
Foto: Martin Diego Rodr�ez
León, Gto., 23 de septiembre. Molestos porque los cuerpos de Juan Antonio Martínez y Silvino Chávez, vocero y secretario ejecutivo de la Secretaría de Seguridad Pública, no se encontraban en los ataúdes colocados el jueves en un homenaje de la Presidencia de la República en el Campo Marte de la ciudad de México a los nueve funcionarios públicos fallecidos el pasado miércoles en el estado de México, sus familiares rechazaron participar este viernes en una misa conjunta en la catedral basílica de Nuestra Señora de la Luz, en el centro de León.
Desde la noche del jueves y hasta la madrugada de este viernes hubo confusión respecto a la hora en que llegarían los cuerpos de cuatro de los funcionarios; incluso la capilla colocada para las exequias de Francisco Becerra, oficial mayor de la SSP, se canceló ante el aviso de que sus restos serían trasladados por tierra desde el aeropuerto internacional de Guanajuato, adonde arribaron desde la ciudad de México, a San Juan de los Lagos, Jalisco, donde finalmente se les rindió homenaje.
La primera inconformidad de los familiares de los más cercanos colaboradores de Ramón Martín Huerta se produjo a las 4:30 de la madrugada, cuando llegaron las cenizas del fallecido secretario de Seguridad Pública a la capilla uno de la funeraria Eternity. Allí preguntaron por los otros dos cadáveres, pero les fue informado que arribarían más tarde.
Héctor Ramón Martín Montes, hijo mayor de Martín Huerta, pidió entonces que la urna con las cenizas de su padre fuera llevada a su domicilio particular, a dos kilómetros de la funeraria, para evitar "otras cosas". Así ocurrió.
A las 7:30 horas arribaron los cuerpos de Juan Antonio Martínez y Silvino Chávez, director de Comunicación Social de la SSP y secretario ejecutivo del funcionario federal, los cuales fueron colocados en modestas capillas de la funeraria.
A las 9:45 María Esther Montes, viuda de Martín Huerta, llegó desde su casa con la urna con las cenizas de su esposo para la ceremonia conjunta.
Fuentes consultadas por La Jornada confirmaron que Paulina Zamudio viuda de Martínez pidió realizar una ceremonia modesta con amigos y familiares únicamente. Los servicios religiosos en honor de Silvino Chávez se efectuaron de igual forma a las 20 horas.
Un amigo cercano a ambas familias comentó que en el Campo Marte "nunca vimos el cuerpo, nunca nos dijeron que no estaba el cadáver en el féretro y, lo peor, es que nos llevaron al mismo punto donde salió el helicóptero que mató a Toño (Martínez) no sé qué es, pero sí, hay muchas dudas, hay mucho dolor, hay mucha frustración, hay mucho coraje".
La primera ceremonia religiosa en honor de Martín Huerta fue celebrada por José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien suspendió su audiencia con el papa Benedicto XVI en el Vaticano prevista para este viernes.
En su homilía, Martín Rábago dijo que los funcionarios fallecieron en su lucha "contra quienes se han decidido a quebrantar la convivencia pacífica y civilizada de nuestro pueblo, lucha contra quienes han tomado la decisión de emplear su astucia y capacidad perversa a favor de la violencia, del miedo y de la inseguridad".
Al finalizar la ceremonia, a la que acudió el procurador general de la República, Daniel Cabeza de Vaca Hernández, se despidió con un prolongado aplauso a Martín Huerta, quien después fue homenajeado en su natal San Juan de los Lagos, Jalisco.
Algunos funcionarios estatales y locales arribaron en medio de una fuerte vigilancia por parte de Seguridad Pública municipal, que incluyó el cierre de vialidades aledañas a la catedral.