Destaca el gobierno sus buenas relaciones con el Vaticano
El Papa ofrece ayuda para extirpar el narco de México
Insiste en el tema al recibir cartas credenciales de Bravo
Fox estrechó los lazos con la sede pontificia, subraya la SRE
Ampliar la imagen El papa Benedicto XVI el mi�oles, durante sus audiencias semanales en la plaza de San Pedro, en el Vaticano FOTO Reuters Foto: Reuters
Ciudad del Vaticano, 23 de septiembre. El papa Benedicto XVI invitó a las autoridades y las organizaciones sociales de México a ''aunar esfuerzos'' contra el narcotráfico y el crimen organizado, al recibir las cartas credenciales de Luis Felipe Bravo Mena como nuevo embajador mexicano ante la sede apostólica.
''Es urgente que todos aunen esfuerzos para erradicar este mal mediante la difusión de los auténticos valores humanos y la construcción de una verdadera cultura de la vida. La Iglesia ofrece toda su colaboración en este campo'', afirmó el Papa, refiriéndose al narcotráfico.
''Una atención especial merece el problema del narcotráfico, que causa un grave daño a la sociedad. A ese respecto, hay que reconocer el esfuerzo continuo realizado hasta ahora por el Estado y algunas organizaciones sociales en la lucha contra esta terrible plaga'', añadió el pontífice.
En el palacio apostólico de Castelgandolfo, en las afueras de Roma, donde el líder católico recibió al diplomático, Benedicto XVI pidió también que la población indígena mexicana sea integrada ''respetando sus costumbres y las formas de organización de sus comunidades'', tema tratado en muchas ocasiones por su predecesor, Juan Pablo II.
''Aliento a los responsables de las instituciones públicas a favorecer, desde una efectiva igualdad de derechos, la participación activa de los pueblos indígenas en la marcha y el progreso del país. Es una justa e irrenunciable aspiración, cuya realización fundamentará la paz, que ha de ser fruto de la justicia'', afirmó.
La semana pasada Benedicto XVI se dijo preocupado por el incremento de la "corrupción, la impunidad y la infiltración del narcotráfico'' en México.
Las palabras del Papa suscitaron polémicas en México, sobre todo después de que un obispo reconoció el ingreso de las llamadas narcolimosnas en su iglesia.
El Estado laico, según Benedicto XVI
En su discurso ante el nuevo embajador mexicano, el Papa reconoció "los notables avances" en las relaciones diplomáticas entre los dos estados, establecidas en 1992, y recalcó que un ''Estado democrático laico es aquel que protege la práctica religiosa de sus ciudadanos sin preferencias ni rechazos''.
Igualmente, Benedicto XVI se refirió a las elecciones mexicanas de 2006, las cuales, indicó, ''representan una oportunidad y un desafío para consolidar los significativos avances en la democratización del país.
''Son valiosos los esfuerzos gubernamentales, pero también los de tantas instituciones civiles y religiosas, universidades y asociaciones, orientados a fomentar una cultura de participación en la sociedad mexicana'', comentó.
El nuevo embajador mexicano, de 53 años, ex diputado y ex senador, fue presidente del Partido de Acción Nacional y es autor de diversos ensayos de carácter judicial y financiero.
JUAN BALBOA
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) destacó las buenas relaciones que existen entre México y el Vaticano, las cuales, asegura, se han fortalecido en los pasados cinco años con el gobierno de Vicente Fox.
La cancillería mexicana confirmó que Luis Felipe Bravo Mena, ex presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, presentó al papa Benedicto XVI las cartas credenciales que lo acreditan como embajador de México ante la sede apostólica.
De acuerdo con la oficina del titular de la SRE, Luis Ernesto Derbez, Bravo Mena fue portador de un saludo del presidente Vicente Fox al Papa, a quien dijo que el gobierno mexicano ''comparte'' preocupaciones comunes sobre los flagelos que enfrentan las sociedades contemporáneas.
Bravo Mena refrendó el deseo del gobierno de México por preservar las buenas relaciones existentes entre México y la sede pontificia, y fortalecer los lazos que los unen.
El diplomático reiteró que México vive un proceso de transición en el que sociedad y gobierno se han esforzado en consolidar una democracia eficaz.
Manifestó que en la consecución de las más altas aspiraciones de la humanidad, la Iglesia católica tiene mucho que aportar conforme a la misión que le es propia, "en el marco del respeto al ejercicio legítimo de las libertades y derechos de los ciudadanos en materia de culto y de conciencia", de los cuales, en México, el Estado laico es garante y promotor.