Reitera G-8 compromiso de renunciar al cobro de la deuda de los 18 países más pobres
La inequidad del ingreso en el país, difícil de acabar: Banco Mundial
La reducción de la pobreza se debe a la dinámica económica y trasferencia de recursos
Asumirán costo del débito por 40 mil millones de dólares con el FMI: ministros de Finanzas
Ampliar la imagen Alan Greenspan, presidente del Banco de la Reserva Federal (segundo a la derecha), acompa� de derecha a izquierda por los gobernadores de los bancos de Italia, Antonio Fazio; de Jap�Toshihiko Fukui; del Europeo, Jean-Claude Trichet, y de Inglaterra, Mervyn King, en Washington FOTO Ap Foto: Ap
Washington, DC, 23 de septiembre. El Banco Mundial consideró que la inequidad en la distribución del ingreso que padece la sociedad mexicana no podrá ser revertida en el corto plazo. En el país se han logrado avances en la reducción de la pobreza, pero la desigualdad en el reparto del ingreso se mantiene como era hace 15 años, declaró Guillermo Perry, economista en jefe del organismo internacional.
Perry, quien habló en una conferencia de prensa en el marco de la reunión anual del Banco Mundial y el FMI, dijo que la disminución en la pobreza en México obedece en parte al crecimiento propio de la economía y a los programas oficiales de transferencia de dinero, aunque los avances no se han dado en términos de mejorar la distribución del ingreso.
De hecho, la reducción en el ritmo de crecimiento esperado para este año, respecto del avance de 4.4 por ciento logrado en 2004, implicará necesariamente una caída en el avance por habitante. De un incremento de 2.7 por ciento el año anterior, en 2005 este indicador crecerá la mitad, alrededor de 1.3 por ciento, según estimó.
El Banco Mundial, según la información presentada en la conferencia de hoy, establece que el crecimiento de la última década en América Latina benefició más a los ricos que a los pobres. Mientras países como Chile, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua "registraron cierto aumento en materia de ingresos", en otros como México, Bolivia, Brasil, Panamá y Perú "los cambios fueron menores".
"La inequidad del ingreso es difícil de acabarla en el tiempo; no se puede lograr de un día para otro", manifestó Perry. Los programas de apoyo a la educación y acceso a los servicios financieros para los más pobres pueden cambiar las cosas, "pero eso no se puede hacer de la noche a la mañana", añadió.
El economista para América Latina del Banco Mundial dijo que reducir la inequidad en un país como México "es un asunto que tiene que ver con el largo plazo", en el marco de una estrategia que garantice estabilidad macroeconómica y que se mantengan los programas públicos de transferencia de dinero.
Katrina¸no impedirá Recuperación: FMI
También en una conferencia de prensa, Caroline Atkinson, subdirectora del departamento para América Latina del FMI, dijo que la economía mexicana recuperará impulso en la segunda mitad de este año, luego que en el primer semestre el desempeño fue menor a lo previsto en parte por la desaceleración de Estados Unidos.
Atkinson descartó que la economía mexicana pueda ser afectada por los efectos del huracán Katrina, que golpeó hace dos semanas las costas del sureste de Estados Unidos y causará, según algunas estimaciones, una reducción de medio punto porcentual en el crecimiento de este país.
"Nuestra estimación es que el crecimiento de la economía mexicana se recupera en el segundo semestre y también seguirá el año próximo", añadió.
Atkinson dio el respaldo del FMI a la decisión del gobierno del presidente Vicente Fox de proponer al Congreso que en 2006 las finanzas públicas operen con un superávit equivalente a 0.2 por ciento del producto interno bruto. "Es una decisión apropiada, muy loable", comentó.
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y DAVID BROOKS ENVIADOS
Washington, DC, 23 de septiembre. El Grupo de los 8 (G-8) países más avanzados ofreció este viernes cubrir su parte del costo de un programa anunciado hace un par de meses para reducir la deuda de 18 naciones pobres, entre ellas cuatro latinoamericanas. El anuncio fue hecho aquí en el marco de una creciente inconformidad de organizaciones civiles y gobiernos africanos ante la falta de acciones concretas para cumplir el acuerdo, que se esperaba fuera concretado este fin de semana.
En una carta dirigida a Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial (BM), los ministros de finanzas del G-8 (Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia), que se encuentran reunidos aquí, dijeron que mantienen su compromiso de cubrir el costo "dólar por dólar" de renunciar al cobro de la deuda de esos 18 países, por unos 40 mil millones de dólares, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BM.
El acuerdo, anunciado en la cumbre del G8 en Gleneagles, Escocia, a principios de julio, no se ha concretado por la oposición de un grupo de naciones prósperas de Europa, principalmente Bélgica y Holanda, que sostienen que el perdón de la deuda no debe hacerse a costa del capital de los dos organismos internacionales porque perderían capacidad de respuesta para atender sus programas.
"Con esta carta reafirmamos nuestro compromiso", dijeron los ministros de finanzas en el documento de hoy.
Mientras, en un comunicado emitido al término de una reunión aquí, los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G8 insistieron en que mantienen su apoyo a la propuesta de alivio de la deuda de esos 18 países pobres, entre los que se cuentan Nicaragua, Bolivia, Honduras y Guyana.
Ambos anuncios fueron el colofón de un día en el que organizaciones civiles y gobiernos de países que serían beneficiados por el programa de reducción de deuda expresaron molestia, en el primer caso, y sorpresa, en el segundo, por la dilación de los puntos de instrumentación de un acuerdo que fue anunciado con bombo y platillo hace dos meses.
"Existe una seria preocupación de que el acuerdo (de reducción de la deuda) no sea aprobado por el FMI y el BM este fin de semana", consideró la red Campaña para la Reducción de la Deuda, con sede en Londres.
"El acuerdo no terminará con la crisis mundial de la deuda, pero significa un avance que puede transformar la vida de millones de personas", dijo Stephen Rand, vocero de esa organización.
Décima parte de lo mínimo necesario para cumplir las metas
Según cálculos de esa agrupación, la cancelación de la deuda de los 40 países pobres que están considerados en el acuerdo significará un ahorro de unos mil millones de dólares anuales en el pago de intereses y amortizaciones. Sin embargo, esa cantidad es apenas una décima parte de lo mínimo que requieren de recursos adicionales para poder cumplir la meta de reducir a la mitad la pobreza y aumentar sus niveles de educación y salud.
Conforme avanza la reunión del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en la que se espera un anuncio concreto, la posibilidad de un acuerdo se ve más limitada, según activistas de grupos civiles.
"La credibilidad del Grupo de los 8 está en el límite", dijo Romilli Greenhil, director de ACtionAid, una organización civil con sede en Londres.