Un palindroma: trazo mi Mozart
El mundo se prepara para conmemorar el cumpleaños 250 del genial Wolfgang Amadeus Mozart, o bien Wolfangus Amadeus Muzartus, o bien Wolf-gang Mussart, o bien Amadeo Mósar, o bien Wolf-bang-bang Ama a Dios Mozart, o bien Volfi Musa Art, o bien Volfi Mozart, para los cuates.
La música más feliz del universo nos hará más felices durante todo 2006. No hay sala de conciertos en el planeta entero que no esté preparando una programación especial por el cumpleaños del mejor compositor de toda la historia, el más querido, el bendecido, el iluminado, el amado Mozart.
El día que debemos apagar las velitas del pastel en su nombre será el 27 de enero de 2006, pero es tan inconmensurable el amor que le tenemos que no cesamos ni un día de disfrutar las sonrisas de su música, aunque no se completen todavía los números redondos para la efeméride, y para que así no nos enfer-mérides ninguno de nosotros, pues la felicidad, es decir, la música de Mozart, otorga salud. Ya lo dice el viejo adagio japonés: Eso Keniké.
Para documentar el aserto del párrafo anterior y demostrar que no se trata sólo de un acertijo, baste citar una frase de Volfi Mozart en una de sus cartas al referirse a las intenciones de su alma cuando escribía música: ''lo único que quiero es hacerlos felices".
De hecho las celebraciones ya comenzaron, pues los anaqueles de novedades discográficas se empiezan a poblar de nuevas grabaciones con la obra del Arcángel Mozart. Los mozartianos sabemos de la existencia de una voluminosa caja con la obra completa de Mozart, cuyo costo andará por los 20 mil pesos, pero como la música no se trata de ambiciones, riqueza económica ni mucho menos codicia, avaricia, coleccionismo, los meros mozartianos sabemos que la música es el arte supremo de compartir.
De manera que no es ningún premio de consolación sino una buena noticia, una gran opción, la llegada a los anaqueles de una cajita Mozart con siete discos compactos de la marca Brilliant Classics, compañía que le ha hallado el modo al asunto de conseguir masters de gran calidad e imprimir por su cuenta y distribuir a precios muy accesibles. Y ya que mencionamos las cosas de este mundo, en respuesta a los amables lectores que han preguntado por correo electrónico a este Disquero por los sitios en los que esta sección compra sus discos, va la respuesta: en la tienda de discos de la Sala Nezahualcóyotl y en la de Bellas Artes, en la Sala Margolín, en las tiendas Gandhi, en Tower Records y algunos locales Mix up, pero fundamentalmente en los primeros tres sitios mencionados, donde si no los tienen en existencia en ese momento, se los pueden conseguir.
Por lo pronto, la caja Mozart titulada Serenades & Divertimenti for Winds contiene deliciosas, sonrientes maravillas.
Pablo Espinosa