El virus es cada vez más agresivo; ningún país está preparado para protegerse, dice
Prevé OPS millones de muertes por influenza aviar; avanza la pandemia
Muy pocas son las posibilidades de contener la epidemia de influenza aviar. La alerta es mundial. Todos los datos indican que el problema surgirá para causar graves estragos a la humanidad, millones de muertes. Es cuestión de tiempo, pues las barreras de protección que se aplican desde hace dos años no han logrado detener la enfermedad, aseguró Ciro Ugarte, asesor regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el área de Preparación para Desastres.
Los análisis retrospectivos realizados por los especialistas indican que el virus H5N1 "se está adaptando al humano", se está haciendo cada vez más agresivo, contra el que ningún país del mundo está preparado para protegerse.
A lo largo de la historia de la humanidad las pandemias de influenza aviar han aparecido cada 35 a 45 años aproximadamente. En cada ocasión, los decesos se han contado por millones: 50 en 1918, 2 en 1957 y en el más reciente, en 1968, un millón de personas perdieron la vida. En este último, recordó Uriarte, hubo una escasa distribución de vacunas, que además llegaron tarde.
Ahora, los expertos aseguran que por su alto nivel de contagio, una vez que la enfermedad aparezca entre los humanos bastarán tres meses para que se convierta en un problema mundial; en tanto que las naciones donde se descubra oportunamente la presencia del virus dispondrán de apenas dos semanas para tratar de aplicar medidas de contención, como cerrar las escuelas y todos los lugares de concentración de personas (cines, estadios, supermercados), advirtió el especialista, quien estuvo en México la semana pasada para participar en el foro Seguridad en Salud, a 20 años del sismo.
En entrevista, explicó, para dar idea de la magnitud de la potencial tragedia sanitaria, que los medicamentos antivirales son de alto costo y no existen en cantidades suficientes ni siquiera en los países desarrollados, como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
Dijo, además, que la vacuna se podrá fabricar hasta que se conozcan las características del virus, se analice y realicen las pruebas correspondientes. Este proceso tardará de cuatro a seis meses.
Ugarte resaltó que del riesgo de la enfermedad no se salvan ni los individuos que estén vacunados contra la influenza estacional, la que se desarrolla en el invierno. Pese a que también es influenza, "son diferentes", y el organismo de los seres humanos no reconoce al virus H5N1 como extraño, por lo que no se defiende de él y entonces enferma.
A diferencia de lo que ocurre con la influenza común, que afecta mayormente a niños y adultos mayores, la aviar también impacta en jóvenes y adultos, con lo que eso podría representar para la actividad productiva y la economía.
A la fecha, la influenza aviar afecta a 12 países de Asia y Europa. Desde 2003 han sido sacrificadas más de 400 millones de aves domésticas, principalmente por estar contaminadas con el virus. A pesar de las barreras aplicadas, el agente patógeno ya se encuentra entre las aves migratorias, los patos en específico, que transportan el mal sin mostrar ellos los síntomas de la enfermedad.
Ugarte también destacó que las actividades de los expertos para tratar de detener la epidemia en los humanos se habían concentrado en las personas que tienen contacto directo con pollos. No obstante, el padecimiento sigue pasando de un país a otro y ya se han encontrado casos de influenza aviar en individuos que no conviven con este tipo de animales, lo cual significa que el virus se está adaptando al ser humano y sólo es cuestión de tiempo para que se disemine, subrayó.
Estas son las razones por las que la OMS declaró la alerta mundial y determinó incluir a la influenza aviar entre las enfermedades de notificación obligatoria.
El funcionario de la OPS resaltó que México es uno de los primeros países de América Latina que ha diseñado un plan de alerta temprana, el cual se basa en algunos de los lineamientos diseñados por el organismo internacional. Consiste, principalmente, en el fortalecimiento del sistema de vigilancia epidemiológica, y dentro del Comité Nacional de Seguridad en Salud, creado en 2003, existe un subgrupo de trabajo encargado de elaborar un plan de respuesta, indica la información oficial.
La estrategia de la OPS también recomienda a las naciones que mejoren los servicios de urgencias y hospitalización, capacitar al personal de salud en el diagnóstico de la enfermedad y contar con un plan para derivar pacientes a diferentes unidades médicas, así como desarrollar un sistema de coordinación interinstitucional con el propósito de que puedan compartir sus recursos.