Usted está aquí: lunes 26 de septiembre de 2005 Política Abandonados en Las Canoas, los restos del helicóptero Bell

''¿Cuándo van a venir por todo esto?'', preguntan policías

Abandonados en Las Canoas, los restos del helicóptero Bell

ISRAEL DAVILA CORRESPONSAL

Jilotzingo, Méx., 25 de septiembre. Los efectivos de la Policía Federal Preventiva se preguntan continuamente ''hasta cuándo van a venir a recoger todo esto''. Desde el viernes pasado, un grupo de 40 agentes de la PFP se encargan de resguardar la escena del sitio donde perdieron la vida el secretario de Seguridad Publica federal, Ramón Martín Huerta, y ocho personas más.

A cuatro días del hecho, los hierros retorcidos del helicóptero Bell permanecen en una cañada del paraje de Las Canoas, en el municipio de Jilotzingo.

Los pobladores de la zona indican que ''como nadie conoce por aquí, todo mundo piensa que es Xonacatlán, porque lo primero que hacen es llegar a Mimiapan y de ahí subir la montaña hasta llegar a este punto. Pero pocos saben que en realidad esto pertenece a Jilotzingo. Es más, el poblado más cercano es Santa María de las Manzanas, de Villa Jilotzingo''.

A más de 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar, donde sólo se escucha el silbido del viento, la espera parece ser aún más larga. ''De vez en cuando suben algunos curiosos. Pobladores de la zona ascienden a curiosear'', refiere un policía.

Revela que el viernes pasado llegaron varios reporteros para sacar gráficas. Pero el fin de semana casi nadie lo ha hecho. ''Es más, los cuatro peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) sólo vienen dos horas por la mañana y se van. Llegan a las 9 o 10 y se retiran antes del mediodía. Toman apuntes, sacan algunas fotos y es todo.''

El Helicóptero Bell 412 en el que viajaba Martín Huerta se encuentra totalmente destruido en el centro de una zona delineada con una cinta amarilla con la leyenda en inglés ''crime scene'', escena del crimen. No obstante, fuera del perímetro se observan aún restos de la aeronave en un radio de 50 metros. También existen infinidad de guantes de látex, presuntamente usados por los expertos en peritaje.

Dos cartulinas más de color fluorescente marcan, también fuera de la línea crime scene, que en esos lugares quedaron los cadáveres de dos personas: el secretario Martín Huerta y Francisco Bacerra, secretario ejecutivo de la Secretaría de Seguridad Publica.

Llama la atención que la trayectoria que siguió el helicóptero segundos antes de desplomarse sea hacia La Marquesa, de donde supuestamente provenía y de donde se tiene el último reporte de la aeronave en vuelo.

''Este helicóptero nada tiene que hacer aquí. A mí se me hace que el piloto no sabía a ciencia cierta por dónde volaba o su radar no servía, porque todos los helicópteros pasan lejos de aquí. Esta no es ruta. Es más, cuando la neblina baja muchos se guían por la carretera federal Naucalpan-Toluca'', señala un poblador de Jilotzingo, quien junto con sus hijos subió a observar cómo había quedado la aeronave.

El poblador, con ayuda de los agentes federales, señala la trayectoria que siguió el helicóptero al caer: ''Rompió esos árboles, pegó en el suelo y de ahí se ve que salió expulsado hacia las rocas''.

-¿A ustedes no les han dicho cuándo se llevan todo esto? -insiste un agente de la Federal Preventiva.

-No -responde el reportero.

''Para mí que dejan todo como está. ¿Qué se pueden llevar? Todo está destruido. Verán que en unos días todo lo van a olvidar'', augura el agente.

''Ya ni vienen a verificar la zona'', dice el poblador.

 
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