Envalentonado, pide al ex presidente Salinas "que regrese lo que se llevó"
Amplio apoyo a Calderón en Yucatán; propone abreviar la contienda interna
Mérida, Yuc., 25 de septiembre. Favorecido por la estructura del gobierno panista de Patricio Patrón Laviada y por la clase política yucateca en el poder, Felipe Calderón se envalentonó: a una semana de la segunda votación propuso acortar el proceso de elección del candidato presidencial del PAN si sigue repitiendo sus triunfos y se dio tiempo de acometer contra el ex presidente Carlos Salinas de Gortari: "Que regrese lo que se llevó", dijo en Motul.
Germán Martínez, vicecoordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados y cercano colaborador de Calderón, fue más directo y llamó a Santiago Creel y a Alberto Cárdenas, los precandidatos presidenciales del PAN que hasta ahora ocupan el segundo y tercero lugares, respectivamente, a unirse a Calderón. En un mitin los mencionó por su nombre y dejó ver el interés de que pudieran declinar si el michoacano vuelve a ganar el 2 de octubre.
El gobernador Patrón Laviada se cuidó de no asistir -lo han acusado de repartir apoyos en favor de Calderón-, pero dio total respaldo al michoacano. En la gira que hizo por siete municipios éste fue acompañado por los secretarios de Desarrollo Rural, Roger González; de Desarrollo Social, Xavier Abreu, y de Obra Pública, Enrique Manero. En primera fila estaban familiares del gobernador: su madre, Cecilia Laviada, y su hermana, Cecilia Patrón Laviada. Para cerrar el círculo, Hugo Sánchez Camargo, subsecretario de Gobierno de la entidad y coordinador estatal del calderonismo, también apadrinó los actos.
Del precandidato que se conformaba con aproximarse a Creel en las votaciones y pasar a la segunda vuelta, Calderón se ha ido transformando en tres semanas y ahora se comporta ya como candidato del PAN. No se desgasta en atacar a sus oponentes de partido y mejor dirige sus dardos al PRI y al PRD, como si ya estuviera en la contienda presidencial.
Para reforzar la idea de triunfo no faltaron panistas yucatecos que le gritaban: "¡Ya ganamos!, ¡ya ganamos!". Su frase del día fue "Voy a ser presidente de la República".
Hace una semana Creel tuvo que suspender un acto en el municipio de Chichimila porque apenas se habían presentado tres personas. Este día el panorama para Calderón fue distinto: adonde fue encontró salones y plazas llenas, y no había político de linaje blanquiazul en la entidad que no quisiera aparecer a su lado. En la lista figuraban tres de los cuatro diputados federales del estado, legisladores locales y presidentes municipales.
Un día después de la visita a Yucatán de Roberto Madrazo, precandidato presidencial del PRI, el michoacano lanzó duras críticas a las figuras claves del tricolor e hizo sorna de la frase de campaña madracista.
"Hay que callarles la boca y refrescarles bien... Digo refrescarles la memoria a ésos que dicen que van a poner en México en movimiento", advirtió en un mitin que hizo durante una imprevista parada en Sucilá.
Desde su llegada a Mérida fue evidente que el ex secretario de Energía contaba con el apoyo de los panistas de abolengo, que hace cuatro años hicieron la hazaña de derrotar el cacicazgo priísta de Víctor Cervera Pacheco. Al bajar del avión privado que lo llevó de Campeche a tierras yucatecas fue recibido por Hugo Laviada, primo del gobernador y subcoordinador de la campaña calderonista en el estado.
Sarcástico, el aspirante presidencial dijo en conferencia de prensa que si Madrazo asegura tener medio cuerpo en Los Pinos debe ser porque "tiene media cintura para abajo. Va saliendo y de caída. Si el presidente Vicente Fox sacó una parte del cuerpo del PRI de Los Pinos yo voy a sacar la otra parte", exclamó sonriente
Siguiendo la nueva moda panista de abrirle las puertas del partido a Elba Esther Gordillo, la lideresa magisterial que está en pugna con Madrazo por el PRI, volvió a presumir que tiene contactos, aunque "esporádicos", con ella.
Explicó que se ha reunido con ella para aclarar "malos entendidos" provocados a partir de los supuestos apoyos que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) habría dado a Creel y que él se dedicó a denunciar.
Pero la desconfianza quedó atrás. "La maestra me aclaró que un compañero y amigo (en referencia a Creel) le había pedido apoyo y le respondió que sería decisión de los maestros militantes del PAN. Ella me aclaró y yo me solidaricé por el asalto que sufrió en su casa" cuando un grupo de maestros pintó las paredes del edificio donde vive la dirigente sindical, explicó el precandidato.
Ante reporteros locales, planteó su interés en acortar el proceso de la elección interna, el cual podría extenderse hasta el 6 de noviembre si ninguno gana más de 50 por ciento de los votos y, por tanto, se realiza una segunda vuelta. "Por el bien del PAN convendría abreviar, pero si no sucede estoy listo para echarme 15 rounds. Los que deberían estar preocupados son los que sufren dos o tres caídas", expresó.
Según el aspirante presidencial, mientras más tiempo dure la contienda él se fortalece, pero expresó su preocupación por sus contendientes, que se debilitan, sobre todo aquellos que dicen que ganan todas las elecciones "y las van perdiendo".
Desde ese momento arremetió contra Salinas de Gortari. Ante la pregunta de si el ex presidente priísta sería recibido en el PAN, como dijo el asesor jurídico de la Presidencia, Juan de Dios Castro, respondió: "Yo no lo aceptaría", y prefirió no pronunciarse sobre un eventual ingreso de Gordillo.
En Motul, con la familia del gobernador en primera fila, bromeó con la imagen del salinismo. "Como decía la canción: estoy de acuerdo en que regrese Salinas, que regrese Salinas, pero que regrese lo que se llevó".
Con frases como "quiero ser el bárbaro del sur", Calderón no tardó en echarse a la bolsa a los asistentes a sus mítines. Tampoco perdió oportunidad para elogiar a Patrón Laviada en los actos que celebró en siete municipios de la entidad.
Doña Cecilia Laviada, madre del gobernador, que se enorgullece de su abolengo panista desde los tiempos en que le decían la "protestante" por cuestionar a los priístas, lo observaba con emoción y no escatimaba palabras para resaltar que Calderón es su candidato, porque apoyó a los yucatecos desde que tenían que pelear para que les reconocieran los triunfos. Y recordaba a Manuel J. Clouthier como el mejor candidato que ha tenido el PAN. "Yo hacía lo que él pedía."
Algarabía desbordada
La algarabía panista se desbordó en Tizimín, donde se congregó medio millar de personas. Emocionado, el aspirante presidencial panista cargaba a los niños, y se dio tiempo de bailar con una joven panista la canción Chiquilla, de Los Cumbia Kings, adaptada a la causa calderonista.
Sin perder el estilo priísta heredado del cerverismo, los militantes del blanquiazul recibieron al precandidato con una matraca de casi un metro, que se accionaba para hacer más sonoros los aplausos de la concurrencia, que al final fue obsequiada con tacos de cochinita pibil y refrescos que llevaban en la botella la fotografía del precandidato. Las camisetas de regalo volaban de las manos del alcalde de Mérida, Manuel Fuentes.
Eufórico, Calderón dijo que la ola azul ya está en marcha y que con su triunfo del 11 de septiembre, el de la primera votación, "volvimos a subir al PAN al ring. Les vamos a dar con todo al PRI y al PRD".
Para rematar, en Chemax -segundo bastión panista en importancia numérica de votos después de Mérida y que es famoso por sus luchas poselectorales- Calderón no ocultaba su emoción. Hasta habló en maya y prometió a cientos de asistentes que en 2006 él se va a encargar de hacer a un lado al PRI de Arturo Montiel y de Madrazo.