Los huapangos atrajeron a más de 8 mil visitantes
Con prolongada fiesta termina el encuentro sobre la huasteca
Jalpan de Serra, Qro., 25 de septiembre. Tres días de intensa fiesta huapanguera, coloridas vestimentas y tradicionales celebraciones atrajeron a una variopinta comunidad huasteca que gozó en las calles de la anfitriona Jalpan de Serra, con diversas expresiones culturales de esa región.
Con la presencia de más de 40 bailadores, concluyó este domingo el Festival de la Huasteca que congregó a lo largo de casi cuatro días -de manera paulatina- alrededor de 8 mil visitantes que se apostaron durante las nocturnas huapangueadas en el patrio atrial del Templo de la Misión de Santiago Apóstol y en el quiosco cercano al recinto religioso.
El baile se prolongaba tras el programa oficial en un sitio elegido al azar por los ávidos danzantes quienes continuaban con el ritmo del huapango hasta casi al amanecer. Al día, los organizadores estimaron la presencia de alrededor de tres mil personas.
Desde el pasado jueves y hasta el sábado por la noche grupos huastecos de Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y el anfitrión, Querétaro, amenizaron con baile, música y versada al entusiasta público que aplaudió con especial atención a los niñitos y mujeres huapangueras.
Reconocimientos hubo varios y siempre fueron para aquellos maestros que continúan enseñando, difundiendo y practicando el tradicional huapango. Según, coincidieron las nuevas generaciones de huastecos, la intención es "preservar y difundir" el gusto por el baile y la música regional.
En todas las presentaciones nocturnas, los pequeños huapangueros causaron sensación al tocar el violín, la jarana y la quinta, además de entonar -a veces con cierto nerviosismo- sus versos, que provocaban el nutrido aplauso de los asistentes.
La noche del sábado, antes de que se anunciara que la sede del siguiente festival será Veracruz, la fiesta continuó hasta extenderse al municipio cercano de Arroyo Seco.
Ahí, en la población de Purísima de Arista, continuó el festival con la tradicional Topada que exhibe sobre el entablado el baile arribeño, una modalidad del huapango.
La fiesta dancística arribeña, se caracteriza por tener dos cuartetos que rivalizan entre sí sobre estrados montados por encima de la pista de baile en donde el continuó zapateado se detiene cuando uno de los grupos lanza su verso, después del cual recibe una respuesta de su contrincante.
Gana el que tenga mayor resistencia y facilidad de improvisación. Los bailarines sobre la pista, mientras se lanza un verso, respiran para que en cuanto inicie la música reinicien el baile llamado arribeño que se practica, en mayor medida, en la región potosina: Ciudad Valles, San Siro o Río Verde y de ahí se han extendido a otras poblaciones.
La Topada, según recuerdan los organizadores del encuentro dancístico en Purísima de Arista, ha llegado a concluir hacia las nueve de la mañana del día siguiente en que inició.
Este domingo, a las 6:30 de la mañana, sólo bajo la presión del sacerdote para celebrar la misa culminó la Topada que inició a las 20:30 horas del día anterior.
En esta población de Arroyo Seco, dijeron los organizadores, que la Topada también se realiza cada año en ese lugar durante las fiestas patronales de diciembre; tradición, según dijeron, que fue rescatada mediante talleres dirigidos a los niños.
En un somero balance, los organizadores del encuentro de bailadores de son huasteco recibieron tras las reuniones sostenidas entre los participantes, las siguientes propuestas:
Se obtuvo consenso en que los concursos han afectado de diversas formas a esta tradición, además enfatizaron la necesidad de promover el huapango en los medios de comunicación, instituciones educativas y culturales; además de la creación de comités comunitarios para la organización de fiestas populares.
Además de que se sigan impulsando estos encuentros y el respeto por la riqueza cultural del baile que consiste, precisamente en su diversidad.
La fiesta huasteca unirá a los huapangueros en 2006 en Veracruz y en 2007 en Puebla, lugares a donde llegará el influjo de una cultura que lucha por sobrevivir ante los modernos bailes y estilos de música.
Entre las actividades del décimo Festival de la Huasteca sobresalieron los talleres de baile arribeño, gastronomía, la presentación de los discos compactos 6, 7 y 8; la presentación de los libros Chical. Gastronomía queretana y El juego de las alternancias: la vida y la muerte. Rituales del ciclo de vida entre los nahuas de la Sierra de Puebla. Además de exposiciones fotográficas y artesanales de la región.
Este domingo, después del mediodía, cerraron el encuentro dancístico, la obra teatral El Pozo y las presentaciones del disco Sones de mi Huasteca con flora y fauna musical y del libro Continúa cantándole a la Huasteca.