El empresario y escritor Robert Kiyosaki cuestiona los sistemas de enseñanza

Antes de fomentar el autoempleo es necesario educar para ser emprendedor

Si mi banquero piensa que soy un idiota en finanzas me dará una tarjeta de crédito, dice

VICTOR CARDOSO

Las iniciativas para fomentar el autoempleo o impulsar la creación de empresas de poco servirán si antes no se modifica el sistema educativo, por lo cual, en lugar de enseñar a los alumnos a ser empleados, es necesario capacitarlos en temas financieros y de inversiones, afirmó el empresario Robert Kiyosaki.

Autor de al menos ocho libros con consejos para el éxito de emprendedores en los negocios, el empresario de origen hawaiano cuestionó severamente los sistemas educativos que, afirmó, están diseñados para perpetuar la pobreza.

Apuntó que en Estados Unidos, por ejemplo, la pobreza está creciendo y cada vez se amplía más la brecha entre ricos y pobres porque los políticos "han hecho un pésimo trabajo" en el diseño de los sistemas educativos y en el sector financiero.

Desde su punto de vista, la pobreza es una condición mental y una situación económica que se perpetúa porque ni en las escuelas ni en el hogar se enseña a los niños las cuestiones del dinero, a pesar de que éste afecta a todos y forma parte de cualquier actividad humana, sin importar la edad.

"La pobreza es una de las cuestiones más horribles, sobre todo si vives en un país rico. México, por ejemplo, es uno de los países más ricos del mundo, pero también tiene mucha pobreza. Para mí esa es una señal de que el sistema educativo no está preparando a la gente de una manera adecuada para el mundo en que estamos viviendo; en la escuela no nos enseñan nada sobre el dinero. Los mexicanos son personas muy trabajadoras, pero tenemos un país con gente pobre y gente brillante que busca irse a Estados Unidos."

Autor de los títulos El juego del dinero, Retírate joven y rico, Guía para hacerse rico, Historias de éxito, El cuadrante del flujo del dinero, Guía para invertir, Padre rico padre pobre, Kiyosaki recordó los casos de Bill Gates, fundador de Microsoft; de Ted Turner, fundador de CNN, y de Tomás Alva Edison, fundador de General Electric, quienes abandonaron la escuela porque no les enseñaban lo que necesitaban saber.

"Si tienes buena inteligencia financiera, no necesitas dinero para fundar un negocio. Cuando voy con mi banquero nunca me pide mi boleta de calificaciones; me juzga por mis estados financieros, y si piensa que soy un idiota en mis estados financieros, me va a dar una tarjeta de crédito. Por ejemplo, en Estados Unidos 90 por ciento de los niños no tiene la más remota idea de lo que es un estado financiero, pero sí sabe lo que es una tarjeta de crédito y creo que esa es una de las razones por las que Estados Unidos está en un problema financiero tan serio", comentó.

Sin embargo, para Kiyosaki no es suficiente esforzarse para ganar dinero y ahorrarlo, porque la gente seguirá siendo pobre. Más bien, recomienda, se debe invertir en empresas que generen más recursos y creen empleos, pero con capacitación, "porque de lo contrario el negocio simplemente fracasa o estará condenado para siempre a ser un negocio pequeño".

-¿Conoce usted el proyecto de changarrización del presidente Vicente Fox? ¿Qué opina?

-Puede que la iniciativa sea buena, pero estamos hablando de personas que antes eran empleados y habría que enseñarles a ser emprendedores. Partiendo de esto creo que la idea es buena. Pero, por ejemplo, mi padre pobre, era empleado del gobierno y lo despidieron cuando tenía 50 años, porque decidió postularse como gobernador del estado de Hawaii, y cuando trató de empezar un negocio fracasó porque toda su vida había tenido capacitación para ser empleado, y no para ser empresario. Entonces, ¿cómo podemos esperar que alguien se convierta en empresario de la noche a la mañana si no tiene la educación que se necesita?

Para Kiyosaki, el sueño del empleado que anhela encontrar un trabajo seguro para retirarse en la vejez es cosa del pasado, pues en la era de la información, las inversiones se realizan de manera vertiginosa y sólo quienes estén preparados para enfrentar los riesgos del cambio podrán alcanzar su independencia financiera.