BAJO LA LUPA
De Alemania a Japón: la batalla de los hedge-funds
VARIOS EVENTOS DE gran significado geoestratégico se escenificaron en fechas recientes en el tablero del ajedrez mundial en el que destacan los resultados electorales de Japón (segunda superpotencia geoeconómica mundial) y Alemania (la tercera), cuya suma y resta arrojaron un empate aparente para los designios hegemónicos financieros del eje anglosajón Wall Street-La City. Es "aparente" porque no es lo mismo, a nuestro humilde entender, la dimensión geoestratégica de Alemania, ahora la primera exportadora mundial y motor de la economía europea, que la de Japón, puesta en jaque por China en el mapa euroasiático y en grave riesgo de declive demográfico.
EN JAPON, LA DUPLA anglosajona se despachó con la cuchara gigante con el triunfo del samurai cinematográfico Junichiro Koizumi, mientras en Alemania la amazona Angela Merkel, caricatura de Margaret Thatcher, no consigue la fallida victoria adelantada por los multimedia anglosajones al no haber podido desbancar al canciller Gerhard Schroeder, quien está resultando un estupendo ajedrecista cuando el presidente francés Jacques Chirac se encuentra en convalecencia.
DETRAS DEL TRIUNFO de Koizumi se encuentra la privatización del servicio postal nipón, el mayor banco del mundo (los japoneses colocan sus suculentos ahorros en el correo), con alrededor de 4 millones de millones de dólares (cerca de 37 por ciento del PIB de EU y siete veces el PIB de México), y Citigroup se frota las manos con el maná por el que las finanzas anglosajonas han presionado sin cesar a Koizumi: "Citigroup estima que un cambio en la propiedad del servicio postal drenaría (sic) 1.37 5 millones de millones de dólares fuera del gobierno (sic) japonés y de los bonos corporativos" (The Wall Street Journal, 26/8/05). El "drenaje" financiero de Japón "iría a buscar en EU mayores dividendos de las inversiones de alto riesgo". (Léase: los "derivados" financieros y los ominosos "fondos de cobertura de riesgos": los hedge-funds.)
LOS SUCULENTOS 4 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón) forman parte del total de los ahorros del pueblo japonés por 14 millones de millones de dólares codiciados por la banca de EU, que epitomiza a la principal economía parasitaria del planeta con el más bajo nivel de ahorro del mundo. Un editorial del Asahi News, tres días después de la elección triunfal de Koizumi el 11 de septiembre (¡ahora sí que Japón tendrá su "11 de septiembre financiero" por la vía del furtivo "drenaje"!), pregunta en forma cándida: "¿Dónde irán a parar finalmente los fondos de ahorro postal?" cuando "Koizumi ha adquirido generosamente más de 400 mil millones de dólares en bonos del Tesoro de EU". A juicio del rotativo nipón, las "reformas de Koizumi" ofrecerán "oportunidades extras (sic) para financiar los déficits estratosféricos de EU", y luego alerta que los "japoneses pueden perder (sic) sus ahorros colosales en un escenario de colapso (sic) del dólar, aunque salgan ganando los hedge-funds".
LA DEMOCRATA CRISTIANA Angela Merkel, quien pretende desfigurar el legado de Adenauer y Kohl, dos estadistas que antepusieron los intereses civilizatorios alemanes frente al eje anglosajón globalizador, se desfondó con la propuesta del sicótico "impuesto plano" (flat tax) de Paul Kirchhof, candidato a ministro de Finanzas repudiado en las urnas inclusive por los "barones" demócratas cristianos. Por cierto, el "impuesto plano" fue "impuesto" -válgase la tautología- por los invasores anglosajones a Irak (The Washington Post, 2/11/03), convertido en laboratorio de experimentación neoliberal.
EL "IMPUESTO PLANO" resultó el gran derrotado en la elección alemana y constituye la tesis ultrarradical del grupo Forbes (para quien nada casualmente colabora el maniaco globalizador Zedillo), aliado a los halcones inmutables del Pentágono, encabezados por Caspar Weinberger, anterior secretario de Defensa en la etapa Reagan, y proponente de la invasión a México hace 10 años en su libro indeleble La próxima guerra, con prólogo nada accidental de Margaret Thatcher. En la versión del millonario Steve Forbes, del Partido Republicano y dueño de la revista desinformativa Forbes, que dirige Weinberger, el "impuesto plano" constituye una tributación única y universal de 17 por ciento. Desde su premisa (en la lógica del "bien común"; no para los silogismos plutocráticos) es absurdo aplicar un impuesto igualitario a los desiguales, quienes financiarían ipso facto a los pudientes: el "impuesto plano" es la fase final del legendario parasitismo del "ofertismo fiscal" (supply-side economics) puesto en boga alienante por Baby Bush, donde los desposeídos subsidian a los pudientes.
SE HA ESCAMOTEADO en los multimedia anglosajones que la precipitada caída de Merkel se forjó a la par de la increíble irrupción de los "neocomunistas" que encabeza el hugonote Oskar Lafontaine, anterior presidente del Partido Social Demócrata y ex ministro de Economía de Schroeder, defenestrado por haber lanzado la idea magistral de crear la canasta tripolar geofinanciera (el dólar, el euro y el yen) como sostén del nuevo orden financiero mundial en lugar del caduco dolarcentrismo. Lafontaine, muy adelantado a su tiempo, cargó el espectro político alemán hacia la izquierda sin travestismos, lo cual no conviene expresar en voz alta en la plaza financiera de Francfort, que pretende marginarlo en beneficio de los más maleables neoliberales atlantistas ("demócratas libres) y los verdes acomodaticios, cada uno con similar porcentaje de votos que los "neocomunistas" del hugonote Lafontaine.
SCHROEDER, LIDER DEL Partido Social Demócrata, contó con el respaldo de Vladimir Putin para la construcción de un gasoducto directo que conectará a Rusia con Alemania a través del mar Báltico en los próximos cinco años y trastocará sustancialmente la geopolítica del norte de Europa, hecho que incidió en la recuperación electoral del canciller alemán, a quien le ha correspondido llevar la batuta, con la anuencia de Putin y Chirac, para proponer la imperativa regulación de los hedge-funds, lo cual propinaría el golpe de gracia a las finanzas parasitarias de Londres y Washington.
DURANTE UNA CONFERENCIA de banqueros, organizada por Goldman Sachs el 22 de septiembre en Nueva York, con el fin de identificar los "diez principales riesgos de la economía global", Jochen Sanio, mandamás de la Agencia de Supervisión Financiera alemana (Ba Fin), sentenció que "otro desastre al estilo de los hedge-funds de LTCM" se encontraba a la vuelta de la esquina: "sucederá y nadie por el momento esta preparado a ello" (Financial Times, 23/9/05 ).
EL PASADO 15 de septiembre la Reserva Federal de Nueva York celebró una relevante reunión con los principales bancos y corredurías financieras, así como con las reguladoras de Gran Bretaña, Alemania y Suiza, para elucidar la situación de los "derivados". Entre los asistentes se encontró Gerald Corrigan, anterior presidente de la Reserva Federal de Nueva York y ahora director ejecutivo de Goldman Sachs, en una clásica rotación intercambiable de puestos entre el sector público y el privado. En el modelo de la desregulada globalización financiera feudal el sector público ha sido secuestrado por el sector privado plutocrático. Muy poco, por no decir nada, se filtró al exterior. No hay que ser genio para percibir el nerviosismo y la toma de medidas supuestamente preventivas.
LA CITY, EL CENTRO financiero londinense, acapara la mayor parte de los flujos de capitales provenientes de China, Hong Kong y Japón (en ese orden), cuya mayor parte es "invertida" en Gran Bretaña y en los tres principales paraísos fiscales desregulados (varias islas del Caribe, las Bahamas y las islas Caimán).
OTRO CENTRO DE captura de los cuantiosos flujos de dinero lo representa la bolsa privada Intercambio Mercantil de Nueva York (NYMEX, por sus siglas en inglés), donde se cotizan el petróleo y el gas, que se ha convertido en el nuevo centro de especulación financiera global puede llevar el barril a un "súper pico" mayor a 100 dólares (Ben White, The Washington Post, 20/9/05).
LOS CHACALES BURSATILES andan tras la carroña de los hedge-funds, y el anterior director de NYMEX, Michel Marks, desea comprar 10 por ciento de la codiciada bolsa privada que cuenta con solamente 24 asientos y valuada en mil 300 millones de dólares que dirige la cotización del petróleo y el gas y que en fechas recientes se ha especializado más en la venta de contratos "a futuros" de energía (Financial Times, 21/9/05).
LA BOLSA PRIVADA británica Intercambio Internacional de Petróleo (IPE, por sus siglas en inglés) emplea generosamente los hedge-funds para inflar el precio del petróleo a su antojo, y su presidente es nada menos que sir Robert Reid, anterior ejecutivo de Shell. Así las cosas, el duopolio de las bolsas privadas NYMEX/IPE, propiedad de la banca y las petroleras anglosajonas, determina el precio del petróleo y el gas en un negocio cerrado. Por ello se entiende el angustioso canto de cisne del senador demócrata Byron Dorgan en una audiencia senatorial del pasado 6 de septiembre en referencia al mercado especulativo global de los hedge- funds: "no existe el libre mercado", lo cual coincide con lo expuesto por Bajo la Lupa (14/9/05).
LA PRODUCCION DOMESTICA del petróleo de EU, su red de refinación, el andamiaje de la red de distribución y el mercado especulativo de los hedge- funds (el duopolio anglosajón NYMEX/IPE) conforman un sistema integrado único donde descuellan cinco gigantes: dos británicas (BP y Shell) y tres estadunidenses(Chevron-Texaco, ConocoPhillips y Exxon Mobil.
A NUESTRO JUICIO, la gran batalla por el devenir del mundo capitalista se juega en estos momentos -además de otras variables ineludibles, como la militar y la diplomática- en el campo exclusivamente selecto de los hedge-funds, ignorados por el gran público y aun por profesionales ajenos al mundo de la especulación financiera.