Sigue batalla legal por embriones congelados
Estrasburgo. La británica Natalie Evans pide que se le permita utilizar sus embriones congelados para tener un hijo sin el consentimiento del padre, en un juicio que comenzó ayer ante la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo. La batalla jurídica continúa para la demandante de 34 años, quien llevó el caso ante la Corte tras haber agotado todos los recursos jurídicos en Gran Bretaña, donde la ley exige el consentimiento mutuo de los progenitores para el uso de embriones congelados. El ex compañero de Evans, Howard Johnson, aceptó en 2001 que su pareja se sometiera a un tratamiento de fecundación in vitro con su esperma, después de enterarse que sufría de cáncer de los ovarios; sin embargo Evans, no pudo tener hijos tras su tratamiento, entonces seis embriones fueron congelados, pero al separarse de su pareja el hombre revocó el consentimiento para su uso.