De acuerdo con las estimaciones más pesimistas apenas sufragarían 40 mil
De 25 millones de mexicanos en el extranjero sólo votarían unos 400 mil
Reconoce el IFE que trámites y plazos establecidos desalientan el ejercicio de derechos
Madrid, 28 de septiembre. De los casi 25 millones de mexicanos residentes en el extranjero únicamente 400 mil -según las estimaciones más optimistas- podrán ejercer su derecho al voto en las próximas elecciones presidenciales. Los interesados en participar además deberán cumplir con los trámites previos y con el férreo calendario fijado por el Instituto Federal Electoral (IFE). Esto significa que de cada cien mexicanos que viven fuera del país solamente dos harán efectivo su sufragio.
El coordinador de la campaña de difusión del voto mexicano en el extranjero, Ovidio Botella, expuso los requisitos que deberán cumplir los potenciales votantes, en una rueda de prensa en la embajada de México en Madrid, en la que reconoció que el resultado del proceso de reforma, que "se prolongó ocho años, no es muy productivo" y es "perfectible".
La cifra de los 25 millones de mexicanos con potencial aspiración a votar el próximo año se reduce drásticamente con las medidas de control asumidas en la reforma: únicamente podrán votar los ciudadanos con credencial de elector vigente -no existe la posibilidad de hacer este trámite fuera del país, para el cual se requiere un mes y la presencia física del interesado-; la fecha límite para rellenar un formulario previo, con el que se accede a la boleta electoral, es el 15 de enero y, por último, la difusión de la información en esta materia dependerá del "boca a boca" entre las propias comunidades de mexicanos en el extranjero.
Botella ofreció los datos sobre los que trabaja el IFE en materia de votos de mexicanos en el extranjero, que apuntan a que de los 25 millones de residentes fuera del país alrededor de 10.5 millones están en edad y en situación legal para votar, de los cuales únicamente unos 4.5 millones tienen credencial de elector. "Por eso los menos optimistas estiman que después de todo este proceso al final votaran unos 40 mil mexicanos, mientras los más optimistas hablamos de 400 mil", señaló Botella.
El funcionario del IFE apeló a la responsabilidad de los emigrantes para inscribirse y cumplir los tiempos del proceso, al sostener que de ellos "dependerá si esto es un éxito o un fracaso". De las pocas facilidades otorgadas por el IFE para promover el voto en el extranjero destaca la puesta en funcionamiento de un número telefónico de información gratuito desde cualquier parte del mundo, que es el 5255 5481 9897, y la sección de información incluida en la página web del IFE (www.ife.org.mx).
"El asunto del voto de mexicanos en el extranjero ha sido una larga discusión en el país, que se legisló en las reformas políticas y electorales de 1996. Sin embargo, este tema le tomó ocho años discutirlo al Poder Legislativo. Los mecanismos no son los más amplios que se hubieran deseado. De hecho hay factores que hacen que ésta vaya a ser una elección excluyente", reconoció Botella.
Entre los requisitos que deberán cumplir los potenciales votantes destaca el envío por correo certificado de un comprobante de domicilio, una fotocopia por ambos lados de la credencial de elector y el formato de inscripción rellenado. Si estos documentos llegan después del 15 de enero automáticamente ese ciudadano quedará excluido del proceso electoral. "Las embajadas y consulados no tienen responsabilidad en el proceso; simplemente coadyuvan al IFE en la organización del proceso, pero solamente con la distribución de formatos, pues la legislación autoriza a las representaciones diplomáticas a informar, pero no a promocionar", explicó Botella.
-Da la impresión de que hay más impedimentos que facilidades para que la gente vote -se le plantea.
-Sí, pero es la historia del país y el precio de la desconfianza. El mismo IFE es producto de la desconfianza. Por eso hay mecanismos establecidos por la ley que ponen como fecha límite, incluidos los nacionales, el 15 de enero. También creo que el método no es perfecto y tiene muchas limitaciones, ya que ha sido una discusión muy largo -de ocho años-, pero al final poco productiva por la gran cantidad de votantes involucrados en el asunto. Pero quisiera que lo viéramos como un gran avance, pues aunque es muy poco lo que se ha logrado, al menos ya tenemos el derecho. Pero, insisto, es perfectible, en parte porque éste es un ensayo en el que hay miedos e intereses ante algo que sucede por primera vez en la historia de la humanidad. No es fácil tener tantos connacionales en el extranjero.
-¿Cuántos ciudadanos se calcula que quedarán excluidos?
-Hay unos 10 millones de mexicanos en edad de votar, cifra que se reduce a 4.2 por el asunto de la credencial, y se reducirá a mínimos por el plazo del 15 de enero. Pero así lo decidió el Poder Legislativo mediante los partidos políticos con su representación en las cámaras. Así se aprobó y a nosotros, como IFE, solamente nos corresponde cumplir con todo eso que se aprobó.