Compareció ante el pleno de una cámara de bancas vacías

No derogar el impuesto a prestaciones, pidió Francisco Gil Díaz a legisladores

ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y ENRIQUE MENDEZ

El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, pidió al Congreso este jueves que no derogue una disposición que pretende aplicar un impuesto a las prestaciones de los trabajadores y cuya eliminación ya fue acordada por todos los partidos políticos en la Cámara de Diputados. El funcionario propuso que la imposición de ese gravamen sólo sea pospuesta durante 2006, año de la elección federal, y aplicada a partir de 2007.

Gil Díaz compareció ayer ante el pleno de la Cámara de Diputados para defender la propuesta gubernamental de paquete económico para 2006, último año de la administración, aunque fue evidente el vacío que los legisladores hicieron al funcionario.

La mayor parte del tiempo de la comparecencia, que se extendió por poco más de cuatro horas, en el salón no hubo más de 40 legisladores.''Está informando a las bancas vacías'', comentó el diputado Pedro Avila Nevares, en un momento en que pidió a la mesa directiva verificar el quórum. Los diputados llegaron de donde andaban para pasar lista y, una vez verificada la asistencia, volvieron a desaparecer.

Si hubo un compromiso concreto de la comparecencia sólo fue el expresado por representantes de las seis fracciones parlamentarias en San Lázaro y el titular de Hacienda de buscar caminos para que el presupuesto de 2006 cuente con un consenso suficiente que evite una nueva controversia constitucional, como la que ha impedido en 2005 la aplicación de casi 85 mil millones de pesos por el desacuerdo del presidente Vicente Fox con el paquete aprobado por los legisladores.

Al tiempo que Gil Díaz ofrecía a los legisladores un ambiente de cooperación para desahogar el proceso de aprobación del presupuesto sin los desencuentros del año pasado, insistía en enmendar la plana a decisiones adoptadas por el Congreso.

''Tengo entendido que el sentir de las dos cámaras es derogar una de las reformas que tiene un impacto para el fisco de 18 mil millones de pesos", dijo Gil Díaz al referirse a la enmienda que pretende aplicar, a partir de enero próximo, el impuesto sobre la renta (ISR) a las prestaciones de los trabajadores. ''Ojalá y no se derogue esa reforma y si se piensa que no debe entrar en vigor el año entrante, que por lo menos se dejara mediante un transitorio, para que se pudiera estudiar durante 2006''. Aseguró que, desde el punto de vista del gobierno, la modificación a la ley del ISR no afecta las prestaciones.

El planteamiento de Gil Díaz fue hecho precisamente después de que las comisiones unidas de Trabajo y Hacienda de la Cámara de Diputados aprobaron, con el visto bueno de todos los partidos, incluido el gubernamental Acción Nacional, derogar la aplicación del ISR a prestaciones.

Todos tras el petróleo

Francisco Gil Díaz propuso en la comparecencia emplear una parte de los excedentes obtenidos por el mayor precio del petróleo para financiar el creciente déficit que enfrenta el gobierno federal para cubrir las pensiones del sector público.

Fue en torno a los ingresos petroleros, a la estimación que hace el gobierno del precio para el próximo año (31.5 dólares por barril) y al destino que se da a los excedentes que giró buena parte de la comparecencia, lo que sólo reveló la cada vez mayor dependencia que tiene el país de una fuente de recursos inestable.

''El gobierno federal presume de unas finanzas sanas y una economía blindada. ¿Pero cómo si esto es así, propone un presupuesto que se hace depender cada vez más de los ingresos petroleros y menos de ingresos tributarios'', planteó la diputada Diana Bernal, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Gil Díaz respondió que la menor recaudación prevista para 2006 tiene que ver con la reducción en los gravámenes a personas físicas y la posibilidad de que empresas deduzcan la participación de los trabajadores en utilidades, así como en el régimen de consolidación fiscal.

El funcionario, en otra intervención y en respuesta a una pregunta del diputado panista Manuel Pérez Cárdenas, propuso también la utilización de parte de los excedentes obtenidos por el alto precio del petróleo para financiar el déficit en las pensiones a cargo del gobierno.

Es necesario ''y yo diría que impostergable'' que los recursos excedentes puedan también considerarse para fortalecer la capacidad del gobierno federal de enfrentar el compromiso del pago de pensiones, dijo Gil Díaz.

En 2006, el flujo de recursos requerido para este rubro será de 190 mil millones de pesos, 36 por ciento más que los empleados para este fin en 2000.

La sombra del innombrable

''Escoja correctamente a sus interlocutores'', expresó el diputado priísta José Luis Flores Hernández, cuando ofreció que su partido estaba ''abierto al diálogo'' para crear consenso en torno al paquete económico para 2006.

El legislador del Revolucionario Institucional sostuvo que en el manejo de la política económica la Secretaría de Hacienda se ha dejado conducir más ''por el dogma que por la razón'', al orientar las acciones en la búsqueda de una estabilidad financiera que ha dejado estancada la economía y la generación de empleo formal.

También del PRI, el diputado Francisco Suárez Dávila solicitó al funcionario conocer puntualmente el monto de recursos que el gobierno federal ha obtenido por el sobreprecio del petróleo y el destino que ha dado a cada dólar ingresado por esa vía. ''No hay enigmas relacionados con esa información, ni misterios, ni ocultamientos'', respondió Gil Díaz, pero no dio los datos.

Antes de esa pregunta, Gil Díaz había dicho que 40 mil millones de los excedentes petroleros habían sido repartidos en partes iguales entre los gobiernos de los estados para construcción de infraestructura y Pemex para proyectos de inversión.