Misión de la ONU y grupos humanitarios consideran la posibilidad de salir del país
Milicias desatan la violencia en Darfur; 29 muertos en un campo de refugiados
Los rebeldes, decididos a desestabilizar el diálogo de paz, sostiene la Unión Africana
Darfur está ante un nuevo surgimiento de violencia, cuando cientos de civiles son asesinados por milicias enfrentadas y la misión de la Organización de Naciones Unidas considera abandonar la región.
El jueves fueron reportados al menos 29 decesos en un ataque "sin precedente" contra el campo de refugiados de Aro Sharow en la zona noroeste de Sudán. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) afirmó que refugiados y lugareños fueron atacados por "300 hombres armados, a caballo y camello".
Durante los últimos dos meses miles de civiles han huido de sus poblados en Darfur. Al menos 5 mil personas encontraron refugio en los campamentos, afirmando que sus aldeas fueron atacadas por las milicias pro gubernamentales conocidas como los Janjaweed. Cientos más fueron asesinados.
El gobierno sudanés prometió desde principios de año poner freno a las milicias que operan en esa región del país, pero tanto el rebelde Ejército Sudanés de Liberación (ESL), como los Janjaweed, han incrementado los ataques entre ellos y contra civiles y trabajadores humanitarios.
El miércoles, el secretario general adjunto de la ONU para asuntos humanitarios, Jan Egeland, advirtió que la situación en Darfur se está tornando violenta y que tanto Naciones Unidas como otras agencias de ayuda podrían verse en la necesidad de irse del país.
"Mientras hablamos, hemos tenido que suspender las operaciones en muchas zonas. Decenas de miles de personas no podrán recibir asistencia este día porque estar ahí se vuelve cada vez más peligroso".
Desde principios de agosto más de 45 convoyes de ayuda humanitaria han sido atacados por las milicias cuando circulaban por los caminos que llevan a los principales campamentos. Sus choferes han sido golpeados y los alimentos robados. Las agencias humanitarias ahora recurren a los helicópteros para llevar suministros a los desplazados. Personal local que trabaja en muchos campamentos no ha recibido su salario en meses.
Nicki Bennett, quien trabaja para la agencia Oxfam en Nyala, aseguró: "la situación de seguridad en Darfur sigue siendo extremadamente volátil. La gente enfrenta la amenaza de una espantosa violencia a diario y la inseguridad también socava el acceso a trabajadores humanitarios. Las tropas de mantenimiento de paz de la Unión Africana están ayudando a mejorar la situación en las zonas en que están desplegadas, pero no hay suficientes. En este momento, no hay más de 6 mil soldados patrullando la región, que es del tamaño de Francia".
La situación humanitaria empeoró debido a las lluvias que han inundado muchos campamentos. Según el personal médico, hay cada vez más brotes de malaria y diarrea, y les es imposible obtener medicamentos para las áreas más afectadas. La escasez de combustible en todo Sudán también ha obstaculizado la repartición de alimentos y medicinas.
En todos los bandos se han intensificado las operaciones militares. La semana pasada el ESL lanzó un ataque sorpresa para retomar el control de la ciudad de Sheira, en el sur de Darfur, y el lunes, los Janjaweed, uniformados y a caballo, cruzaron la frontera y mataron a 36 personas en el este de Chad. El ejército de este país afirma haber matado a siete de los atacantes, y señalaron que los Janjaweed cruzaron la frontera para robar ganado.
Conversaciones de paz entre el gobierno sudanés y el ESL se reanudaron esta semana en Nigeria, pero la Unión Africana se queja de que los rebeldes están decididos a desestabilizar las pláticas al continuar con sus ataques mientras la negociación se lleva a cabo.
El ELS insiste en que actúa en defensa propia y de sus simpatizantes de las milicias pro gubernamentales que siguen atacando a civiles. Es posible que las pláticas también se vean obstaculizadas por el hecho de que el ELS se ha escindido en varios grupos y no todos ellos están representados en la mesa de negociación.
Una reciente reunión auspiciada por la ONU en Darfur fue interrumpida por las fuerzas de seguridad del gobierno que arrestó, y liberó más tarde, a varios participantes sudaneses.
Más de 2 millones de personas han huido de sus casas en Darfur durante los últimos dos años y medio, y se estima que 180 mil han sido asesinadas. Después de las presiones internacionales del año pasado, el gobierno sudanés aceptó aplicar medidas contra la violencia.
Pero la atención internacional ya no está en esa región desde hace meses y, según afirmó Egeland, todas las partes en el conflicto se han vuelto más audaces en sus ataques. "Civiles están siendo asesinados y violados a diario en todo Darfur con total impunidad", agregó el funcionario.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca