La renuncia, por motivos "estrictamente personales", aduce

Cuestionado, Eloy Fuentes deja presidencia del TEPJF

Surgen versiones que atribuyen la salida a diferencias con la SCJN o a sospechas de corrupción

Leonel Castillo, nuevo titular del órgano

GEORGINA SALDIERNA Y ALONSO URRUTIA

Justo a una semana de que arranque el proceso comicial, el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Eloy Fuentes Cerda, presentó su renuncia al cargo por razones ''estrictamente personales''. Pasado el mediodía y en una sola votación, los magistrados eligieron a Leonel Castillo González como nuevo titular, el cuarto en nueve años de historia del máximo órgano de impartición de justicia electoral.

La renuncia se dio en medio de rumores sobre las causas reales, las cuales lo mismo son atribuidas a la confrontación entre ese órgano y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por el caso de los magistrados regionales, que a presuntos malos manejos en la administración o a la aspiración de Fuentes Cerda de ocupar la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de su estado natal, Coahuila.

No hubo confirmación oficial, por lo que las razones de la renuncia se circunscribieron a las esgrimidas por Fuentes Cerda en un discurso postrero del cargo que ostentaba: ''He determinado presentar mi renuncia a tan digna encomienda por motivos estrictamente personales, convencido de que la institución permanece incólume".

Minutos antes de que se iniciara la sesión para elegir al nuevo titular se conoció que apenas el miércoles, en una sesión privada del TEPJF, Fuentes Cerda habría presentado su renuncia a los otros seis magistrados. Se supo también que ésta fue aprobada por mayoría de votos y, según dijo Castillo González en su primera rueda de prensa como presidente de ese órgano, a pesar de que todos los magistrados pidieron al coahuilense que reconsiderara su decisión.

Causas reales de la separación

Pero no hubo reconsideración, y este viernes se procedió al relevo. En la primera votación se eligió a Castillo González por cuatro votos de siete; la magistrada Alfonsina Berta Navarro obtuvo dos sufragios y el magistrado José de Jesús Orozco uno.

Con discurso preparado, Castillo González deslizó una de las posibles claves de la renuncia de su antecesor, poco después de manifestar su confianza en el éxito del TEPJF durante el proceso electoral: "las cinco salas regionales se instalarán de inmediato".

Fue la única alusión al caso que había reavivado la confrontación con la SCJN, la cual estaría por decidir la próxima semana el recurso que los magistrados regionales aprobados por el Senado en marzo interpusieron en contra del TEPJF, por retardar deliberadamente su toma de posesión.

El argumento de Fuentes Cerda: si los magistrados regionales sólo operan como tales durante los años electorales, no tiene caso que tomen posesión antes. Además, se indicaba que era un asunto laboral cuya resolución es facultad del propio TEPJF.

A juicio de los promoventes, la postergación no estaba motivada por un asunto estrictamente laboral, sino por animadversiones personales, pues hay una partida presupuestal para sus salarios en este año y en diciembre pasado se adquirieron vehículos para su uso.

En el fondo, señalaban los quejosos, había una molestia del renunciante porque entre los magistrados regionales quedó personal afín al ex presidente del TEPJF José Fernando Ojesto Martínez Porcayo, y nadie cercano al propio Fuentes Cerda.

Algunas versiones anticipaban que la resolución de la SCJN vendría contraria a la interpretación del TEPJF e inclusive con posibles responsabilidades contra su presidente, por lo que la salida de Fuentes Cerda y la inmediata toma de posesión de los magistrados regionales era la salida intermedia al inminente conflicto.

Otras versiones en la ola de rumores que desató la intempestiva renuncia y la nula información oficial atribuía la salida a posibles hechos de corrupción, los cuales fueron minimizados de entrada por Castillo González, quien dijo que el TEPJF se basa en hechos y no en rumores. Si en su momento hubiera un "hilito" que permitiera suponer con bases que hubo malversación de fondos, entonces se comenzaría una investigación, ofreció.

De igual forma, en su discurso de toma de posesión, Castillo González habló de otro tema sensible al interior del TEPJF: los recortes de personal.

''A todo el personal del tribunal le manifiesto mi propósito de tener presente, invariablemente, en todos mis actos, el principio de estabilidad en el empleo, el respeto a los derechos de los servidores y, sobre todo, su dignidad como personas, por lo que los cambios que llegara a haber en el área de esta nueva responsabilidad serían los mínimos que la función requiriera, dentro del marco legal y en forma paulatina, a grado tal que serían imperceptibles para la generalidad de la comunidad electoral".

El planteamiento no es anecdótico. Durante la gestión de Fuentes Cerda fueron despedidos 156 trabajadores, buena parte de los cuales, según informaciones, integraban el "voluminoso" cuerpo de asesores del ex presidente Ojesto.

Apenas el martes, en su primer y último informe como titular del TEPJF, Fuentes Cerda subrayó dos aspectos de orden administrativo: el ajuste de personal para adecuarlo a las necesidades reales del organismo y el ahorro de 136 millones de pesos del ejercicio presupuestal de 2005.

Relevo institucional

Sin embargo, públicamente, el cambio en la presidencia del tribunal se dio bajo formas estrictamente institucionales: los buenos deseos de Fuentes Cerda a su sucesor, el reconocimiento de Castillo González a su antecesor y el respaldo de quienes perdieron la elección, Navarro y Orozco.

En este contexto, Castillo González salió en defensa de la institución y desestimó que los cambios pudieran impactar la confianza que otorga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al proceso comicial, toda vez que, dijo, es un órgano colegiado que tiene ya nueve años de experiencia que avalan todos sus procedimientos institucionales.

Se reivindicó como hombre abierto a las críticas de los medios de comunicación y de los partidos políticos; alguien -dijo- acostumbrado a que en una resolución se reciban los elogios del partido favorecido y las descalificaciones de quien no lo fue.

Al paso del tiempo, cuando se revise la actuación del TEPJF, más allá de una visión casuística de la institución, se podrá valorar en su exacta medida las aportaciones a la democracia que se han hecho.