"Incompatible con la Constitución", la decisión de los diputados catalanes: PP
Aprueba Cataluña nuevo estatuto de autonomía que la proclama como nación
Barcelona, 30 de septiembre. Partidos de izquierda y nacionalistas catalanes aprobaron hoy un nuevo estatuto de autonomía en el Parlamento, que proclama nación a Cataluña, acto calificado de incompatible con la Constitución por el opositor Partido Popular (PP), e incómodo para el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Los diputados catalanes respaldaron por mayoría absoluta de 120 votos -contra 15 del derechista PP- el texto del nuevo estatuto de autonomía de Cataluña (noreste), que será remitido próximamente a las Cortes Generales en Madrid.
El estatuto -que pretende convertir Cataluña en "nación", definición incompatible con la Constitución española de 1978- despertó la reacción de otras comunidades, en favor y en contra. Por tanto, se prevé que propiciará grandes tensiones entre el PP y el PSOE, e inclusive en las filas socialistas.
Además de incluir el reconocimiento de Cataluña como nación -frente al texto aprobado en 1979 que la definía como "nacionalidad"-, recoge el derecho de autodeterminación, el deber de conocer el catalán y que la región juegue un papel en las relaciones con la Unión Europea en los asuntos que afecten a sus competencias o intereses.
En cuanto al modelo de financiación, la Generalitat (gobierno regional) tendrá capacidad normativa y responsabilidad fiscal sobre todos los impuestos estatales recaudados en Cataluña, así como la participación en sus rendimientos, mientras que parte de los impuestos se traspasarán al Estado para financiar servicios y competencias.
El acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación se logró el jueves tras intensas negociaciones entre la Generalitat -integrada por socialistas, independentistas y ecosocialistas- con los nacionalistas democristianos de Convergencia i Unió.
Si este estatuto de autonomía -el tercero en la historia de Cataluña y el primero tras una reforma efectuada en 1979- es aprobado en Madrid, se abrirían las puertas a una España federal.
Además, el estatuto aprobado -que hace referencia a la laicidad en la enseñanza pública- fue uno de los principales argumentos electorales del gobierno tripartita que surgió tras los comicios regionales catalanes de 2003.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, acusó al gobierno tripartita catalán de "romper la Constitución de 1978 y el espíritu de la transición" española. El secretario general de ese partido, Angel Acebes, pidió al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, que disuelva las Cortes Generales y someta ese estatuto a consulta popular.
En tanto, el gobierno de la Generalitat valenciana recurrirá a "todas las instancias a las que legalmente" pueda para defender "los intereses de los valencianos" si las Cortes Generales ratifican la reforma del Estatuto de Cataluña, anunció hoy el vicepresidente regional, Víctor Campos.
El vicepresidente de la Xunta de Galicia y presidente del Bloque Nacionalista Gallego, Anxo Quintana, dijo hoy a Rodríguez Zapatero que defenderá un "estatuto de nación" para su comunidad.
Por su parte, el jefe del gobierno autónomo de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirmó que Rodríguez Zapatero "jamás va a permitir que Cataluña sea una nación".
La vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que pese a que Rodríguez Zapatero aseguró en el pasado que apoyaría en el Congreso el estatuto que se aprobase en Cataluña, no significa que el texto que aprobó la Cámara catalana no pueda ser modificado "si hay aspectos que tienen o puedan tener problemas de constitucionalidad".