En el Congreso de la Unión, proyecto para que esta condición sea obligatoria
De 4 mil hospitales, sólo 270 cuentan con el certificado de calidad expedido por el CSG
Desde 2002, cuando se restructuró el proceso de certificación de los hospitales públicos y privados del país, no se ha logrado incrementar el número de unidades que se interesen en mejorar, de manera continua, sus procesos de atención médica, admitió Mercedes Juan López, secretaria del Consejo de Salubridad General (CSG).
De 4 mil nosocomios en el país, 270 cuentan con la certificación del CSG, la cual es equivalente a la ISO 9000 de calidad. Hasta ahora, la participación en el Programa Nacional de Certificación de Hospitales es voluntaria, aunque en el proyecto de reforma a la Ley General de Salud está previsto volverla obligatoria y las autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) tienen la expectativa de que el Congreso de la Unión lo apruebe antes del término de este gobierno.
Ayer se llevó a cabo una ceremonia en la que se entregó el certificado de calidad a 156 unidades hospitalarias de la Ssa, Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, Petróleos Mexicanos, Desarrollo Integral de la Familia, Ssa del Distrito Federal y servicios de salud de los estados.
Mercedes Juan resaltó que la certificación de los hospitales es una de las estrategias torales de la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud, impulsada durante la administración foxista.
Señaló que los criterios de evaluación son cada vez más estrictos, de ahí que no todos los directivos de las unidades se interesen en incorporarse a la estrategia. Se ajustó, por ejemplo, la vigencia del certificado de cinco a tres años, y la evaluación se hace de manera integral desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo.
Durante el acto, efectuado en el auditorio del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Enrique Ruelas Barajas, subsecretario de Innovación y Calidad de la Ssa, comentó que la certificación hospitalaria es indispensable para definir estándares de calidad de los servicios. Dijo que 7 mil 500 unidades médicas participan en la Cruzada Nacional por la Calidad, por la cual se miden los indicadores técnicos y los relativos al trato digno que deben recibir los pacientes.
El funcionario destacó que hace una década no existía este mecanismo para verificar la calidad de la atención médica, por lo que los resultados obtenidos en los pasados cinco años son loables, principalmente porque han sido posibles con el apoyo de la población usuaria de los servicios.
Refirió que a partir de la entrada en operación del Seguro Popular, la acreditación de la calidad de la atención es un requisito indispensable para las unidades que participan de ese esquema de aseguramiento, con lo que se convierte en el paso inicial hacia la certificación.
Uno de los aspectos que han implicado más trabajo para los hospitales en el proceso de evaluación, dijo Mercedes Juan, es lograr el compromiso de los trabajadores. Deben estar capacitados y sensibilizados sobre la necesidad de prestar atención médica de calidad. De todo ello tiene que haber constancia en registros y en la práctica diaria.
La funcionaria señaló que en ocasiones los hospitales tardan más de un año en prepararse para la certificación, lo cual da idea de lo complicado que puede llegar a ser la aprobación de este proceso para algunos prestadores de servicios sanitarios.
La evaluación involucra la atención que se brinda a los pacientes, en las áreas médicas, de apoyo y en las de gobierno de los hospitales, y aunque no es acto regulatorio, ha sido de utilidad para detectar irregularidades en aspectos que sí son objeto de vigilancia y supervisión de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, apuntó.
En estos tres años, comentó Mercedes Juan, un tercio de las unidades que aprobaron la evaluación no solicitaron la recertificación, pero en las revisiones anuales que se realizan en los hospitales certificados se ha observado que al menos la mitad incrementan el nivel de la calidad en sus servicios.
Respecto a los nosocomios que no participan el programa, puntualizó que la certificación tiene el enfoque de generar mejoras continuas en los procesos de atención, lo cual no significa que el resto de las unidades carezcan de los insumos básicos indispensables para la atención de enfermedades.